Situación: El municipio de Cascante, la antigua Cascantum romana, se encuentra situado en el Sur de Navarra, a apenas 10 kilómetros de Tudela, la capital de la Ribera de Navarra y a otros tantos de Tarazona, la capital de la comarca zaragozana del Somontano del Moncayo.
Acceso: Como se dirá más adelante, los restos arqueológicos conservados de la antigua ciudad romana de Cascante no son demasiados pero su emplazamiento, su Historia y algunas evidencias -cada vez más, por cierto- lo convierten en una visita obligada para los estudiosos del mundo antiguo. La localidad está muy bien comunicada a través de Tudela, de Logroño, incluso de Zaragoza, al pie de la vía que une Tudela y Tarazona (ver Mapa). Su excelente posición estratégica ya deriva de la Antigüedad, pues Cascantum se ubicaba sobre la uia que unía Caesaraugusta con Asturica Augusta (para el trazado de esa vía antigua a su paso por la zona puedes ver un sensacional trabajo de Isaac Moreno en su portal TRAIANVS).
Tipología: Cascantum -antes Kaiskata- fue una ciudad celtibérica y después romana que acuñó moneda en ambos periodos, con rótulo kaiskata, en el primer caso, y con leyenda Mun(icipium) Cascantum en el segundo, en series de época de Tiberio. En época celtibérica debió pertenecer a la tribu de los lusones, que controlaron los valles del Queiles y del Huecha y el área del Moncayo. Según Ptolomeo, en época romana formaba parte de las póleis de los Vascones (Ptol. 6, 67). Sobre el territorio de los lusones, puedes descargar desde aquí un muy conocido trabajo de F. Burillo al respecto y sobre los Vascones, se ofrece abundante información en la entrada referida a Andelo en este mismo blog.
Descripción: Aunque los Cascantinos tienen a bien presumir de la adquisición de su título de ciudad en época de Felipe IV, Cascante fue en época romana -según nos hace saber Plinio, al incluir la ciudad entre los oppida Latina del conuentus Caesaraugustanus (Plin. Nat. 3, 24) y según consta en las monedas romanas arriba aludidas- municipium Latinum. Y así consta todavía hoy en el escudo del municipio, que porta la leyenda Cascantum, municipium Romanorum. Seguramente, su título municipal debe ser de época de Augusto, de hacia el 15 ó 13 a. C., momento en que parece se viene fechando una intensa labor de reorganización administrativa y territorial llevada a cabo por Augusto en la Península Ibérica y de la que el conocido Edicto de El Bierzo (HEp7, 378) constituye un ejemplo extraordinario (en dicha época, por ejemplo, debió promocionar también Ercauica, por citar otra ciuitas recogida en este blog). Parte de dicha reorganización la constituyó la promoción a estatuto municipal de algunas comunidades de la Citerior. En época celtibérica, la ciudad -asolada por Sertorio en el 76 a. C. junto a las tierras de sus vecinos Bursaonenses y Graccurritani en el contexto de las guerras sertorianas- debió ocupar el mismo solar en que hoy se erige el impresionante conjunto arquitectónico y el muy agradable parque de Nuestra Señora del Romero. En la ladera de dicho promontorio, Mª Á. Mezquíriz excavó en los años setenta una vivienda con pavimento de opus signinum, junto a una conocida ánfora vinaria, prácticamente lo único que se conocía hasta hace poco del Cascante antiguo. Sin embargo, los trabajos de la arqueóloga Marta Gómara, respaldados por el Ayuntamiento de Cascante y la asociación Vicus han permitido confirmar lo que las fuentes epigráficas, hasta ahora, sólo nos permitían intuir. Por un lado, una inscripción procedente de Tarragona, pero ya perdida, documentaba a un individuo con origo Cascanto -es decir, natural de Cascante- disfrutando de libertos y con un gentilicio tal vez itálico, C. Graius Sabinus (RIT, 379); por otro, el más extraordinario hallazgo epigráfico hispano de los últimos años, el Bronce de Agón -con el texto de la ya famosa lex riui Hiberiensis ("ley del canal de riego del Ebro") (AE, 1993, 1043, con foto aquí)- permite suponer que el territorio de Cascantum llegaba, prácticamente, hasta el actual término municipal de Alagón, englobando en él el pagus Belsinonensis -tal vez la actual Mallén- y limitando con el igualmente vastísimo territorium de la colonia Caesaraugusta, la actual Zaragoza y, por último, una inscripción cristiana (HEp7, 468) menciona a un arc(h)edieconus Salonius, tal vez vinculado, por tanto, con la cercana diócesis de Tarazona. Se trataba pues, de una comunidad de cierta importancia: municipio latino, con magistrados propios, una elite enriquecida, y unas infraestructuras urbanas que, lamentablemente, no se nos han conservado pero que su estatuto municipal -seguro- debió merecer. Gracias a los aludidos trabajos de Marta Gómara, hoy conocemos una villa romana en Camponuevo, una estructura aneja a una segunda villa -en Piecordero- seguramente centro de producción de aceite en la Antigüedad, un más que probable dique romano en el área -hoy inundable- de La Estanca (foto superior de esta entrada), el posible trazado de la vía que desde Caesaraugusta se dirigía a Asturica Augusta atravesando Cascantum, tal vez el del acueducto y, por supuesto, un sinnúmero de yacimientos arqueológicos cuyos materiales se exponen anualmente en las Semanas Romanas organizadas en la localidad en el mes de Junio.
Bibliografía: Para los hallazgos antes aludidos, pueden verse los trabajos de MEZQUÍRIZ, Mª Á.: "Hallazgo de un ánfora vinaria en Cascante", Trabajos de Arqueología Navarra, 88-89, 1962, pp. 417-418 (después contextualizada en el interesante trabajo, de esta misma autora, "La producción de vino en época romana a través de los hallazgos en territorio navarro", Trabajos de Arqueología Navarra, 12, 1995-96, pp. 63-90, que puedes descargar desde aquí) y "Descubrimiento de pavimentos de opus signinum en Cascante", en Homenaje a D. José Esteban Uranga, Pamplona, 1971, pp. 277-307. Marta Gómara ha dado noticia de los hallazgos más recientes en GÓMARA, M.: "Sondeo estratigráfico en la villa romana de Camponuevo I (Cascante)", en Trabajos de Arqueología Navarra, 19, 2006, pp. 355-360 (que puedes descargar aquí) y, especialmente, por su interés, en "Una inscripción paleohispánica sobre cerámica imperial en Cascante (Navarra)", Palaeohispanica, 7, 2007, pp. 263-268. Como panorámica general y con todas las fuentes, pueden verse los trabajos de ANDREU, J.: "Aspectos del poblamiento en la comarca de Tudela de Navarra en época romana", Cuadernos del Marqués de San Adrián, 4, 2006, 59-138, de SAYAS, J. J.: "La Comarca de Tudela: esquema de comprensión de un desarrollo regional en la época prerromana y romana", Espacio, Tiempo y Forma. 2. Historia Antigua, 15, 2004, pp. 139-166 (que puedes descargar desde aquí) y de FERNÁNDEZ MARCO, J. I.: Cascante, ciudad de la Ribera. I, Pamplona, 1978.
Recursos en internet: Ciertamente, y al margen de la atención que a la Historia Antigua de Cascante dedican la página oficial del Ayuntamiento de la localidad y la popular wikipedia, no es mucha la información que sobre Cascantum se puede rastrear en la web. Sin embargo, el verdadero referente ha de ser siempre la Sección de Arqueología de la asociación Vicus. En ella se puede obtener información de las campañas de excavación y cursos de arqueología que promueven anualmente así como de la ya popular Semana Romana que últimamente -y siempre a mediados de Junio- viene celebrando Vicus de la mano del Ayuntamiento, la Fundación Fuentes Dutor y la UNED de Tudela y que se ha convertido ya en una cita de referencia para expertos y aficionados. También es posible hacer una visita virtual a algunos de los materiales arqueológicos exhumados en las excavaciones en Piecordero (en 2009 versará sobre "La buena vida en Roma", conoce el programa desde aquí).
Recomendaciones: Como lo fue en la Antigüedad, Cascante es tierra de buen aceite y de mejor vino. Es por ello, inexcusable, acudir a la Bodega Cooperativa Nuestra Señora del Romero y también a la Casa del Aceite. En ambos lugares se puede adquirir vino -muy recomendable la serie Señor de Cascante- y aceite a buen precio y aptos ambos para los paladares más sofisticados. En dirección a Tarazona, el amante del vino debe detenerse en Monteagudo (en la Bodega Nuestra Señora del Camino) y probar el vino Prestigio de Pedro de Ivar... El nuevo Centro Termolúdico de Cascante (ludorum thermarumque spatium Cascantum, reza su logo) ofrece al viajero la oportunidad de tomar unos baños casi a la manera romana. Para comer en Cascante -y también para pernoctar- El Lechugero y el Mesón Ibarra se han convertido en una auténtica referencia. No muy lejos, en Ablitas, y con un nombre también muy sugerente para los amantes del mundo clásico, se encuentra el Pago de Cirsus, también otro lugar excelente para el esparcimiento y el relax. Al estar en la Ribera de Navarra, no hay que dejar la ocasión de conocer la afamada verdura de la huerta navarra. El Restaurante Pichorradicas, en Tudela, es, a nuestro juicio, el mejor lugar para aproximarse a ella: ir... es volver.
Acceso: Como se dirá más adelante, los restos arqueológicos conservados de la antigua ciudad romana de Cascante no son demasiados pero su emplazamiento, su Historia y algunas evidencias -cada vez más, por cierto- lo convierten en una visita obligada para los estudiosos del mundo antiguo. La localidad está muy bien comunicada a través de Tudela, de Logroño, incluso de Zaragoza, al pie de la vía que une Tudela y Tarazona (ver Mapa). Su excelente posición estratégica ya deriva de la Antigüedad, pues Cascantum se ubicaba sobre la uia que unía Caesaraugusta con Asturica Augusta (para el trazado de esa vía antigua a su paso por la zona puedes ver un sensacional trabajo de Isaac Moreno en su portal TRAIANVS).
Tipología: Cascantum -antes Kaiskata- fue una ciudad celtibérica y después romana que acuñó moneda en ambos periodos, con rótulo kaiskata, en el primer caso, y con leyenda Mun(icipium) Cascantum en el segundo, en series de época de Tiberio. En época celtibérica debió pertenecer a la tribu de los lusones, que controlaron los valles del Queiles y del Huecha y el área del Moncayo. Según Ptolomeo, en época romana formaba parte de las póleis de los Vascones (Ptol. 6, 67). Sobre el territorio de los lusones, puedes descargar desde aquí un muy conocido trabajo de F. Burillo al respecto y sobre los Vascones, se ofrece abundante información en la entrada referida a Andelo en este mismo blog.
Descripción: Aunque los Cascantinos tienen a bien presumir de la adquisición de su título de ciudad en época de Felipe IV, Cascante fue en época romana -según nos hace saber Plinio, al incluir la ciudad entre los oppida Latina del conuentus Caesaraugustanus (Plin. Nat. 3, 24) y según consta en las monedas romanas arriba aludidas- municipium Latinum. Y así consta todavía hoy en el escudo del municipio, que porta la leyenda Cascantum, municipium Romanorum. Seguramente, su título municipal debe ser de época de Augusto, de hacia el 15 ó 13 a. C., momento en que parece se viene fechando una intensa labor de reorganización administrativa y territorial llevada a cabo por Augusto en la Península Ibérica y de la que el conocido Edicto de El Bierzo (HEp7, 378) constituye un ejemplo extraordinario (en dicha época, por ejemplo, debió promocionar también Ercauica, por citar otra ciuitas recogida en este blog). Parte de dicha reorganización la constituyó la promoción a estatuto municipal de algunas comunidades de la Citerior. En época celtibérica, la ciudad -asolada por Sertorio en el 76 a. C. junto a las tierras de sus vecinos Bursaonenses y Graccurritani en el contexto de las guerras sertorianas- debió ocupar el mismo solar en que hoy se erige el impresionante conjunto arquitectónico y el muy agradable parque de Nuestra Señora del Romero. En la ladera de dicho promontorio, Mª Á. Mezquíriz excavó en los años setenta una vivienda con pavimento de opus signinum, junto a una conocida ánfora vinaria, prácticamente lo único que se conocía hasta hace poco del Cascante antiguo. Sin embargo, los trabajos de la arqueóloga Marta Gómara, respaldados por el Ayuntamiento de Cascante y la asociación Vicus han permitido confirmar lo que las fuentes epigráficas, hasta ahora, sólo nos permitían intuir. Por un lado, una inscripción procedente de Tarragona, pero ya perdida, documentaba a un individuo con origo Cascanto -es decir, natural de Cascante- disfrutando de libertos y con un gentilicio tal vez itálico, C. Graius Sabinus (RIT, 379); por otro, el más extraordinario hallazgo epigráfico hispano de los últimos años, el Bronce de Agón -con el texto de la ya famosa lex riui Hiberiensis ("ley del canal de riego del Ebro") (AE, 1993, 1043, con foto aquí)- permite suponer que el territorio de Cascantum llegaba, prácticamente, hasta el actual término municipal de Alagón, englobando en él el pagus Belsinonensis -tal vez la actual Mallén- y limitando con el igualmente vastísimo territorium de la colonia Caesaraugusta, la actual Zaragoza y, por último, una inscripción cristiana (HEp7, 468) menciona a un arc(h)edieconus Salonius, tal vez vinculado, por tanto, con la cercana diócesis de Tarazona. Se trataba pues, de una comunidad de cierta importancia: municipio latino, con magistrados propios, una elite enriquecida, y unas infraestructuras urbanas que, lamentablemente, no se nos han conservado pero que su estatuto municipal -seguro- debió merecer. Gracias a los aludidos trabajos de Marta Gómara, hoy conocemos una villa romana en Camponuevo, una estructura aneja a una segunda villa -en Piecordero- seguramente centro de producción de aceite en la Antigüedad, un más que probable dique romano en el área -hoy inundable- de La Estanca (foto superior de esta entrada), el posible trazado de la vía que desde Caesaraugusta se dirigía a Asturica Augusta atravesando Cascantum, tal vez el del acueducto y, por supuesto, un sinnúmero de yacimientos arqueológicos cuyos materiales se exponen anualmente en las Semanas Romanas organizadas en la localidad en el mes de Junio.
Bibliografía: Para los hallazgos antes aludidos, pueden verse los trabajos de MEZQUÍRIZ, Mª Á.: "Hallazgo de un ánfora vinaria en Cascante", Trabajos de Arqueología Navarra, 88-89, 1962, pp. 417-418 (después contextualizada en el interesante trabajo, de esta misma autora, "La producción de vino en época romana a través de los hallazgos en territorio navarro", Trabajos de Arqueología Navarra, 12, 1995-96, pp. 63-90, que puedes descargar desde aquí) y "Descubrimiento de pavimentos de opus signinum en Cascante", en Homenaje a D. José Esteban Uranga, Pamplona, 1971, pp. 277-307. Marta Gómara ha dado noticia de los hallazgos más recientes en GÓMARA, M.: "Sondeo estratigráfico en la villa romana de Camponuevo I (Cascante)", en Trabajos de Arqueología Navarra, 19, 2006, pp. 355-360 (que puedes descargar aquí) y, especialmente, por su interés, en "Una inscripción paleohispánica sobre cerámica imperial en Cascante (Navarra)", Palaeohispanica, 7, 2007, pp. 263-268. Como panorámica general y con todas las fuentes, pueden verse los trabajos de ANDREU, J.: "Aspectos del poblamiento en la comarca de Tudela de Navarra en época romana", Cuadernos del Marqués de San Adrián, 4, 2006, 59-138, de SAYAS, J. J.: "La Comarca de Tudela: esquema de comprensión de un desarrollo regional en la época prerromana y romana", Espacio, Tiempo y Forma. 2. Historia Antigua, 15, 2004, pp. 139-166 (que puedes descargar desde aquí) y de FERNÁNDEZ MARCO, J. I.: Cascante, ciudad de la Ribera. I, Pamplona, 1978.
Recursos en internet: Ciertamente, y al margen de la atención que a la Historia Antigua de Cascante dedican la página oficial del Ayuntamiento de la localidad y la popular wikipedia, no es mucha la información que sobre Cascantum se puede rastrear en la web. Sin embargo, el verdadero referente ha de ser siempre la Sección de Arqueología de la asociación Vicus. En ella se puede obtener información de las campañas de excavación y cursos de arqueología que promueven anualmente así como de la ya popular Semana Romana que últimamente -y siempre a mediados de Junio- viene celebrando Vicus de la mano del Ayuntamiento, la Fundación Fuentes Dutor y la UNED de Tudela y que se ha convertido ya en una cita de referencia para expertos y aficionados. También es posible hacer una visita virtual a algunos de los materiales arqueológicos exhumados en las excavaciones en Piecordero (en 2009 versará sobre "La buena vida en Roma", conoce el programa desde aquí).
Recomendaciones: Como lo fue en la Antigüedad, Cascante es tierra de buen aceite y de mejor vino. Es por ello, inexcusable, acudir a la Bodega Cooperativa Nuestra Señora del Romero y también a la Casa del Aceite. En ambos lugares se puede adquirir vino -muy recomendable la serie Señor de Cascante- y aceite a buen precio y aptos ambos para los paladares más sofisticados. En dirección a Tarazona, el amante del vino debe detenerse en Monteagudo (en la Bodega Nuestra Señora del Camino) y probar el vino Prestigio de Pedro de Ivar... El nuevo Centro Termolúdico de Cascante (ludorum thermarumque spatium Cascantum, reza su logo) ofrece al viajero la oportunidad de tomar unos baños casi a la manera romana. Para comer en Cascante -y también para pernoctar- El Lechugero y el Mesón Ibarra se han convertido en una auténtica referencia. No muy lejos, en Ablitas, y con un nombre también muy sugerente para los amantes del mundo clásico, se encuentra el Pago de Cirsus, también otro lugar excelente para el esparcimiento y el relax. Al estar en la Ribera de Navarra, no hay que dejar la ocasión de conocer la afamada verdura de la huerta navarra. El Restaurante Pichorradicas, en Tudela, es, a nuestro juicio, el mejor lugar para aproximarse a ella: ir... es volver.
Estaba buscado información sobre Cascante, y me he encontrado con esta estupenda página.
ResponderEliminarUn saludo y... gracias
Hola amigo:
ResponderEliminarTe mando este mensaje porque, ya que tenéis seguidores entre los riberos creo que podrías hacer el favor de publicar este artículo sin falta de que publicite esta web:
La bandera de la Ribera de Navarra (Riberna): http://www.navarraresiste.com/2018/05/riberna-ya-tiene-bandera-propia.html