[Portada del manual, ya disponible en las librerías: ver índice]
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Suele decirse que la publicación de un libro es un acontecimiento casi equiparable al nacimiento de un hijo. Efectivamente, pienso que lo es. De momento, Dios no me ha concedido hijos pero -y no sé si a cambio- sí la constancia y la capacidad de trabajo suficiente para afrontar un reto que, desde hacía tiempo, la Epigrafía Latina en España (país que, desde luego, tanto está haciendo por esta singular Ciencia con iniciativas como el Centro CIL II o el Archivo Epigráfico de Hispania entre otras) arrastraba sin solucionar: la edición de un manual universitario que permitiera que nuestros estudiantes pudiesen decir, como el Trimalción de Petronio (Petr. Sat. 58): lapidarias litteras scio: "sé leer las letras de las inscripciones" que, por otra parte, hablaban de verdad en la Antigüedad. Con ese reto, y animado por el Prof. Antonio Alvar, Catedrático de Filología Latina de la Universidad de Alcalá de Henares y Director Académico de Liceus E-Excellence, hace dos años me puse manos a la obra. Y pude hacerlo, gracias a la Fundación Humboldt, simultaneando la redacción del manual con mis trabajos sobre Epigrafía Flavia en uno de los centros de referencia en la investigación epigráfica, el Seminar für Alte Geschichte und Epigraphik de la Universidad de Heidelberg que sigue destilando el excelente ambiente que el genial epigrafista Géza Alföldy le otorgó en los años ochenta y en los noventa y que ahora su sucesor, el Prof. Christian Witschel ha sabido mantener e incluso incentivar.
El resultado inicial se fue publicando en pequeñas entregas a partir de la Biblioteca Virtual de Liceus E-Excellence que desde el principio, no sólo apoyó el proyecto sino que lo respaldó con una humanidad y un empeño que, tristemente, no es habitual en una editorial universitaria. Dicho resultado inicial aun puede ser consultado en la red casi como carta de presentación para el volumen, de más de setecientas páginas, que ahora ve la luz: Fundamentos de Epigrafía Latina y que mejora en aparato gráfico, contenidos, ejemplos y apéndices la inicial versión -casi näif cuando se mira de forma retrospectiva- digital.
Lógicamente, no me corresponde a mí -coordinador del trabajo y autor de la mayor parte de sus capítulos- juzgar las fortalezas de esta obra, por eso, en este post apenas puedo sino aportar datos objetivos. Al libro no le faltan ni profesionalidad, ni ilusión, ni horas de trabajo ni empeño y amor por las cosas bien hechas lo que, per se, bastaría para el juicio benevolente de la crítica -mis colegas- y del público -mis siempre queridos estudiantes-. Tal vez eso lo hayan sabido entender también la Universidad Nacional de Educación a Distancia -desde luego, "mi Universidad"-, el Institut Català d'Arqueologia Clàssica y la Asociación Internacional de Epigrafía Griega y Latina, que han colaborado en la edición que, además, prácticamente inaugura la aventura universitaria editorial de Liceus Ediciones, una aventura a la que se le augura, seguro, un gran futuro. El volumen trata de compaginar la ilusión de juventud de sus jóvenes autores con la madurez que les ha otorgado -desde luego- el trabajo con las inscripciones latinas y tantas horas de vocacional docencia e investigación universitarias. Eva Tobalina (formada en una de las mejores escuelas de Prosopografía hispana, la de la Universidad de Navarra), Pablo Ozcáriz (hoy docente en la Universidad Rey Juan Carlos pero formado en el CEIPAC de la Universidad de Barcelona), Ángel A. Jordán (miembro del Equipo Técnico de Hispania Epigraphica), David Espinosa (Becario de Investigación del Departamento de Historia Antigua de la Universidad Complutense y responsable de los utilísimos índices del libro) y sí, también, Antonio Alvar -con una siempre envidiable juventud de espíritu- han dado en el libro, conmigo, lo mejor de sí mismos con la esperanza de que, como afirma Isabel Rodà en la Nota Editorial que acompaña al libro, Fundamentos de Epigragía Latina sea un manual de Epigrafía ad multos annos (una sencilla ficha técnica del volumen puede verse aquí).
Ahora le queda al lector juzgar si tanta ilusión ha valido la pena. Desde luego, y mirando hacia atrás, el volumen quiere -y debe- ser un homenaje a tantas y tantas personas, tantos y tantos maestros y tantas y tantas inscripciones latinas que lo han hecho posible. Ojalá que contribuya a que los textos epigráficos dejen de ser para nuestros estudiantes -parafraseando a Ausonio- notae confusae (Auson. Ep. 35).
¡Felicidades, Javier!
ResponderEliminarAunque no te veo cambiándole los pañales al manual...
Un abrazo
Gracias, Marta.
ResponderEliminarNo, efectivamente, al Manual no se le cambian pañales. Pero sí que ha costado muchos madrugones, algún que otro disgusto, ciertas noches en vela y, desde luego, ha generado muchas muchas muchas ilusiones. !Casi como un hijo!.
Un saludo,
Javier
Felicidades, Javier: ¿Cuándo es la firma de ejemplares? A disfrutar estos momentos de satisfacción. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Roberto,
ResponderEliminarImagino que habrá alguna presentación organizada por Liceus en diversos sitios aunque no sé cuáles.
Más información, en cualquier caso, en este blog, como sabes.
Un abrazo,
Javier
Qué te voy a decir que no te haya dicho ya, Javier... Enhorabuena y excelente trabajo por ese completo compendio de saber y praxis epigráfica. El lunes, seré el primer afortunado en tenerlo íntegramente en mis manos... Todo un honor. Prometo dejar un comentario como usuario del mismo.
ResponderEliminarUn abrazo,
David.
¿"Usuario", David?
ResponderEliminar!Eres parte del proyecto!, y parte fundamental y lo sabes. Por eso, agradezco mucho tu humildad y confieso que estoy "ansioso" por tu comentario.
Abrazos desde Heidelberg,
Javier
Felicidades Javier por ese grandísimo trabajo. Te mereces todo el éxito del mundo. Y felicidades por este blog, ¡de los pocos que vale la pena leer!
ResponderEliminarUn abrazo,
Pablo.
Felicidades también a ti, Pablo, en la parte que te toca en el Manual (que es fundamental pues pocas personas podrían haber desgranado con tanta acribia como tú el apartado del "Instrumentum domesticum").
ResponderEliminarY bueno, con el blog, hago lo que puedo pero seguro que en internet hay muchas cosas mejores y más aprovechables que Oppida Imperii Romani.
Un abrazo navarro,
Javier
Enhorabuena y suerte.
ResponderEliminarGracias querido seguidor, y a ver si estimulas muchas "vocaciones" a esta "ciencia de las inscripciones",
ResponderEliminarJavier