[Templo del foro provincial en la C/Claudio Marcelo, monumentos funerarios de la Avenida de América e inscripción
CIL, II2/7, 311 de la C/Rey de Heredia. Pincha
aquí para una galería completa de fotografías de los restos arqueológicos
Cordubenses y descarga e imprime desde
aquí un muy útil y válido plano turístico de la
Corduba romana que ofrece bastantes más atractivos que los que aquí se tratan]
Situación: A orillas del río Guadalquivir, Córdoba es hoy -como lo fue en la Antigüedad, momento en que ocupaba un puesto importante en la vía Augusta entre
Gades y
Roma (no en vano aparece citada en uno de los pocos "souvenirs" romanos que conocemos, los llamados "Vasos de Vicarello": pincha
aquí) y en la vía que, por
Castulo, cruzaba Sierra Morena además de un enclave privilegiado a orillas del
Baetis, el río Guadalquivir- una ciudad extraordinariamente bien comunicada, casi en la "puerta" de la
Andalucía más monumental -Sevilla, Granada y
Córdoba son una "trilogía" casi clásica para el turista que se acerca por primera vez a esta Comunidad Autónoma- y conservando, además, casi intacto, su gran legado histórico. Un legado que, en lo que al mundo romano respecta, se forjó básicamente (aunque no sólo: basta leer algunas de las publicaciones citadas más abajo o el elenco de fuentes y acontecimientos históricos que recogen PADILLA, A., y ROLDÁN, J. M.: "Corduba", en
Diccionario Akal de la Antigüedad Hispana, Madrid, 2006, p. 308) por su condición de capital de la
prouincia Vlterior en época republicana y por su estatuto clave de sede episcopal transmitido por las fuentes tardoantiguas.
Acceso: Por carretera, surcando la A-4, por tren -a través de la Alta Velocidad- o, por avión, a través, fundamentalmente, de Sevilla, Córdoba es un accesible y atractivo destino turístico de primer orden que no deben perderse, desde luego, los amantes del mundo clásico porque apenas un par de días -incluso una jornada bien aprovechada- son suficientes para el "viaje en el tiempo" que siempre supone la visita a los restos de una antigua ciudad romana (que ofrece, es cierto, otros atractivos de otras épocas que, en cualquier caso, no es éste lugar para valorar) y que en
Corduba, es, además, ciertamente fascinante. Al margen de lo aquí dicho un elenco de recomendaciones sobre accesos, rutas y servicios turísticos puede verse en la sección de Turismo de la página del
Ayuntamiento de Córdoba, a la que remitimos.
Tipología: Es un conocido texto de Estrabón (Str. 3, 2, 1, por cierto, muy útil este
índice del libro tercero del geógrafo griego elaborado por el
Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza) el que nos informa sobre la fundación de
Corduba como colonia (el título de
Patricia lo recibiría verosímilmente más adelante, en época de Augusto, momento en que se exhibe el rótulo
COLONIA PATRICIA, y sus variantes, en las acuñaciones monetales: ver
aquí) por parte de Claudio Marcello en el año 152 a. C. en los inicios del proceso de colonización de la Península Ibérica (por cierto, que para la Historia Antigua de la Península Ibérica se ha editado recientemente un trabajo en dos volúmenes en la editorial Sílex ciertamente recomendable: pincha
aquí, seguramente, a día de hoy, el mejor y más actual manual de Historia Antigua de la Península Ibérica que hay en el mercado hispano) y seguramente con el estatuto de colonia latina (léase sobre ello la polémica que se recoge en
Celtiberia.net, por parte de A. Mª Canto, con muchas referencias bibliográficas, y, sobre todo, un poco conocido, pero útil, trabajo de la Profª Estela García Fernández: pincha
aquí, esp. pp. 383-384, en unos términos que suscribimos) convirtiéndose en pieza clave como cuartel de las tropas romanas durante la conquista en su condición de capital de la
Vlterior (ver, por ejemplo, App.
Ib. 65-66 y las monedas acuñadas a partir de ese momento: pincha
aquí), una de las dos provincias en que fue dividido el territorio peninsular en el año 197 a. C. (manteniendo su condición de capital cuando las dos
Vlteriores,
Lusitania y
Baetica generaron, en época de Augusto, hacia el 27 a. C., dos nuevas provincias con esos mismos nombres) y, también, dotada de notable protagonismo durante las guerras civiles entre César y Pompeyo como cuartel general de los Cesarianos (el propio César estuvo en ella en el año 49 a. C.). A partir de época augústea, su situación al pie de Sierra Morena la convirtió, hasta bien entrado el siglo II d. C., en un centro económico de primer orden ensalzado por escritores como Plinio (Plin.
Nat. 34, 4), momento al que obedecen, seguramente, la mayor parte de las construcciones que puede hoy contemplar el visitante y que se levantaron en el marco de la ampliación del perímetro y la extensión del territorio colonial obrada a partir de Augusto (pincha
aquí para seguir todos los acontecimientos históricos que, especialmente en la época de las guerras civiles hispanas, se vivieron en
Corduba y su entorno y accede, desde
aquí, a un muy recomendable vídeo en el marco de la "Ruta de Lucio Anneo Séneca" -ilustre
Cordubensis- promovida por
Turismo de Córdoba). La ciudad mantuvo su importancia en la tardoantigüedad como prueban no sólo algunos de sus restos arqueológicos sino la participación de su incipiente iglesia cristiana en el concilio de
Iliberris/Elvira, entre el 300 y el 324 d. C.
Descripción: El viajero que acude a visitar los restos de la ilustre
Colonia Patricia es muy recomendable que, con anterioridad, se haya documentado o bien en la sensacional página de
ArqueoCórdoba en internet que ofrece, incluso, una fotografía aérea de Córdoba con indicación de todos los hitos arqueológicos que merece la pena ser visitados (pincha
aquí) o bien en algunas de las que se citan, con propuestas de itinerario incluidas, en el apartado "Recursos en internet" de este mismo
post. En cualquier caso, y al margen de la información y de las recomendaciones de visita que se ofrecen en dichos espacios nosotros sugerimos no perderse, al menos, los siguientes atractivos arqueológicos a modo de
vademécum esencial para el viajero: el espectacular templo y recinto público de la C/Claudio Marcelo; los monumentos funerarios de, al menos, la Avenida de América; el denominado
palatium y la
uilla de Cercadilla, frente a la estación del AVE; y, por supuesto, el Museo Arqueológico de Córdoba que custodia, además, los restos del teatro en una musealización y puesta en valor ciertamente envidiables. Vamos por partes... Si hay un monumento impactante en la Arqueología Peninsular y prueba, sin duda, de la potencia de una antigua ciudad romana, sin duda ése es -junto con algunos semejantes de
Tarraco o de
Augusta Emerita- el recinto del culto imperial que se alza majestuoso -pues no hay otro adjetivo mejor para definirlo- en la C/Claudio Marcelo, cerca del centro monumental de Córdoba y emplazado, según parece, en el centro del antiguo foro provincial (pincha
aquí para saber más): su visita es inexcusable incluso para el viajero que pase por Córdoba de manera apresurada: sólo ese espacio ya nos permite imaginar el esplendor de este lugar. Cambiando del mundo de la arquitectura pública romana al de la arquitectura privada con ecos propagandísticos hay que insistir en que no es muy habitual poder contemplar en la Península Ibérica monumentos funerarios de planta circular tan extraordinariamente bien conservados -y restaurados- como los de la Avenida de América de Córdoba (advertimos que no son los únicos espacios funerarios que pueden verse de la antigua
colonia Patricia: pincha
aquí). Se trata, además, de una ocasión única (ver imagen en la parte superior de este
post) de comprender de qué modo este tipo de monumentos -que estarían debidamente "marmorizados" y que debieron levantarse en época de Tiberio, una de las de esplendor arquitectónico de la ciudad- se ubicaban al pie de las vías potenciando su natural efecto propagandístico y auto-representativo, en este caso, además, en la vía que venía a
Corduba desde
Hispalis, la actual Sevilla. Cuando, en los años noventa, se comenzaron las obras para la construcción de la nueva estación de ferrocarril de Córdoba las palas excavadoras toparon con dos estructuras -hoy visitables y salvadas en parte- que ofrecen un extraordinario ejemplo de la transformación del paisaje rural de las antiguas ciudades hispanorromanas. Así, el lugar, en Cercadilla, fue primero una notable villa rústica alto-imperial (ver
aquí) para convertirse, más tarde, cerca, en residencia y posible
palatium del emperador Maximiano Hercúleo (pincha
aquí). Por último, el
Museo Arqueológico de Córdoba ofrece una extraordinaria panorámica a la Arqueología de
Corduba y de su entorno. Aunque en la actualidad permanece cerrado por remodelación gran parte del mismo, la colección epigráfica que se ofrece en la primera planta -sólo una pequeña parte del patrimonio epigráfico de la antigua colonia y de su
conuentus, ahora muy accesible en la red gracias al ejemplar
Centro CIL II de Alcalá de Henares- es ciertamente soberbia con algunas piezas, además, emblemáticas en el repertorio de inscripciones latinas peninsulares y que cautivarán a cualquier amante de las "piedras con letras". Entre ellas (ver, sobre el Museo, este
vídeo del
Canal ArtenCórdoba en YouTube, muy útil) destacaremos la que formó parte de la fuente donada a la ciudad por
[L.] Corneli[us], edil y duunviro de la colonia (
CIL, II2/7, 201); la hermosísima -con
damnatio memoriae que afectó, en forma de nítido borrado de las letras, al nombre del emperador- del
Aqua Noua Domitiana que debió construir Domiciano para la ciudad (
CIL, II2/7, 220, con foto
aquí) (sobre los otros acueductos de la ciudad y sus restos pincha
aquí); la conmemorativa de varios juegos ofrecidos a la colonia por el sacerdote del culto imperial
L. Iunius Paulinus en cumplimiento de una promesa electoral (
CIL, II2/7, 221, con foto
aquí); o la curiosa -por la profesión del difunto- del "acomodador" del teatro (
dissignator)
Titus Seruius Clarus (
CIL, II2/7, 345, con foto
aquí), entre otras. El recorrido por la epigrafía de
Corduba puede completarse con varias piezas que tienen el encanto que siempre atesoran todas las inscripciones reutilizadas, dos miliarios a ambos lados de la entrada a la Mezquita de Córdoba por el patio de los naranjos (
CIL, II, 4712) y la pieza
CIL, II2/7, 311 que nos sorprende empotrada en una esquina de la C/Rey Heredia -muy próxima al Museo y coincidente con el antiguo
cardo de la colonia romana- y que fue dedicada por los colonos de
Corduba a un magistrado colonial (ver foto en el encabezamiento de este
post, abajo a la derecha). Como se habrá deducido de los enlaces que se ofrecen y de los que se inventarían en el apartado de "Recursos en internet", más abajo, hay más que ver de la
colonia Patricia pero estos cuatro lugares parecen los más recomendables y, desde luego, los imprescindibles para quien quiera hacerse cargo de la Arqueología de una de las ciudades más ejemplares en cuanto a gestión de su patrimonio arqueológico urbano (sigue leyendo más abajo en los dos próximos epígrafes si quieres descubrir más atractivos visitables en el lugar).
Bibliografía: En cualquier contexto -sea urbana o sea rural- la Arqueología o, mejor dicho, la investigación y la gestión del patrimonio arqueológico, debe partir de instituciones especializadas en investigación por más que, a la postre, esta colabore -en una complementaria sinergia- con empresas de carácter privado especializadas en Arqueología (ver una reflexión nuestra, antigua, en este mismo
blog,
aquí). En las ciudades en que esa sinergia ha sido posible se han evitado los efectos -a veces perniciosos- de una Arqueología sólo en manos de arqueólogos profesionales y, por otra parte, sin conexión con el mundo universitario y los resultados y la calidad de la transferencia de los avances de la investigación han saltado a la vista haciéndose no sólo patentes sino, también, modélicos. Córdoba es, gracias al
Departamento de Arqueología de la Universidad de Córdoba y, en particular, al empuje del
Prof. Dr. Desiderio Vaquerizo y su equipo, un ejemplo de ello:
grupos de investigación, excavaciones, programas de estudio de materiales, coloquios, publicaciones científicas, cursos de formación, conferencias de divulgación han colocado a Córdoba -y a la vieja
colonia Patricia- en una posición privilegiada en materia de gestión, conservación y difusión del patrimonio arqueológico haciendo que los constantes trabajos arqueológicos desarrollados en la ciudad alimenten -cuando no inspiren, también- la dinamización de nuestro conocimiento sobre el pasado romano en toda la Península. Precisamente en torno a esa Cátedra de Arqueología de la Universidad de Córdoba se han promovido algunas de las publicaciones de referencia para conocer la Arqueología de esta ciudad si el valor de las mismas, muchas veces -y ello es prueba y refrendo de su calidad- va más allá del local trascendiendo a
Corduba e, incluso, a la Bética. Resulta difícil hacer una selección del ingente volumen de publicaciones útiles pero, personalmente, sí recomendaría la lectura -como punto de partida- del evocador trabajo de VENTURA, Á.: "Las élites de la colonia Patricia. Año 5 a. C.: un ejemplo de puesta en escena literaria y monumental", en
Espacios, usos y formas de la Epigrafía hispana en épocas antigua y tardoantigua, Mérida, 2009, pp. 375-295 -un texto entre la Arqueología, la Historia y la Literatura: delicioso, admirable, fantástico...- y, después, de los volúmenes de MÁRQUEZ, C., BAENA, Mª D., y VAQUERIZO, D.:
Córdoba, reflejo de Roma, Córdoba, 2011 o, por supuesto, del libro de L'Erma di Bretschneider
Las capitales provinciales de Hispania. 1. Córdoba: Colonia Patricia Corduba, Roma, 2004 algunos de cuyos volúmenes se han recomendado ya aquí a propósito de otros enclaves arqueológicos urbanos hispanorromanos. Lógicamente, al margen de ello existe toda una amplísima bibliografía que permite hacer un extraordinario seguimiento de algunos (sino prácticamente de todos) de los aspectos centrales de la Arqueología cordobesa -algunos, como se ha dicho, con conclusiones y aportaciones de validez hispana general como los contenidos en los volúmenes VAQUERIZO, D. (ed.):
Funus Cordubensium. Costumbres funerarias en la Corduba Romana, Córdoba, 2001 o
Espacios y usos funerarios en el Occidente Romano, Córdoba, 2002 o las recientes aportaciones de la envidiable y muy meritoria serie
Monografías de Arqueología Cordobesa, a saber:
El anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano: análisis arqueológico (siglos I-XIII d. C.), Córdoba, 2010 y
Las áreas suburbanas en la ciudad histórica: topografía, usos, función, Córdoba, 2010- que atestiguan esa labor de transferencia y que (otro indudable mérito de estos equipos investigadores) no es difícil localizar en la red (gran parte de esta producción bibliográfica -y, en cualquier caso, un elenco sustancial y básico para conocer la evolución jurídica, histórica, institucional y monumental de
Corduba, capital de la
Vlterior- puede verse en la sección "Artículos on-Line" de la serie
Simulacra Romae de la Biblioteca Digital Miguel de Cervantes -pincha
aquí- así como en la sección, del mismo título, de
ArqueCórdoba). En cualquier caso, para seguir las novedades conviene estar al tanto de esa página del Grupo de Investigación ArqueoCórdoba (especialmente
aquí) donde periódicamente se presentan nuevas publicaciones, convocatorias de reuniones científicas y de investigación,
dossier de noticias de prensa, etcétera...
Recursos en internet: Además de la inexcusable página de
ArqueoCórdoba, ya antes citada, y de la sección correspondiente a "Visita los Monumentos" de la serie
Simulacra Romae de la Cervantes Virtual, existen propuestas de visitas y puede hacerse acopio de datos históricos y arqueológicos sobre la ciudad romana que nos ocupa -además de en la recurrente
Wikipedia- en la página
ArtenCórdoba (con una sección muy bien documentada sobre
Corduba) y en la web
amateur Tarraconensis que, en otras ocasiones, también hemos puesto a vuestra disposición desde este
blog (especialmente útil es, en este espacio, la lista cronológica que recoge todos los avatares históricos de la colonia y que ya antes se citó). Prescindimos de ofrecer más recursos pues estas páginas ya incorporan no sólo documentación suficiente sino también enlaces a otros
sites en los que documentarse y aprender. Para seguir el día a día de la investigación arqueológica en Córdoba resulta inexcusable también el
blog Arqueología en Córdoba.
Recomendaciones: Para quienes residimos en el Norte, acercarse al Sur -al margen de tópicos sobre la diferencia en el carácter Norte/Sur, a veces, cuando no siempre, absurdos- es, desde luego, una oportunidad de conocer -para lo bueno y para lo malo- otro modo de vivir. Córdoba es, desde luego, una hermosísima ciudad, creciente pero, a la vez, recogida, calurosa en verano pero siempre cálida por la hospitalidad de sus gentes, y hermosa, desde luego, en otoño y en primavera. Sería pretencioso glosar aquí cualquier recomendación turística en una ciudad que vive, en parte, de este sector y que ofrece decenas de restaurantes y de alojamientos capaces de satisfacer el amplio abanico de usuarios y, seguro, de lectores de este
blog (ver
aquí un banco de datos sobre restaurantes y
aquí otro sobre hoteles procedentes de servidores convencionales con este tipo de información) pero, no obstante, algunas se darán pues para ello está esta sección de "Recomendaciones" de
Oppida Imperii Romani. En materia de restauración -y siguiendo la filosofía de "experiencias reales" de este espacio- nuestra recomendación pasa por varios enclaves todos, además, bien diversos (prescindimos de citar cualquiera de las tascas y tabernas que, en el entorno de la célebre Mezquita, permiten degustar las especialidades típicas de la cocina cordobesa -no perderse el "rabo de toro", por ejemplo-). Para desayunar, almorzar a media mañana, o merendar es inexcusable la
Pastelería Roldán -especialmente la de la Avenida de la Victoria, frente a los monumentos funerarios de la Puerta de Gallegos antes citados- donde una "monumental" tostada con mantequilla ofrece la oportunidad de, en un rincón muy agradable de Córdoba, disfrutar del placer de las cosas pequeñas, caseras y sencillas. Para comer o cenar son recomendables -especialmente si se va con niños- las pizzerías
Pizzaiolo (que ofrecen algo más que pasta, pizza y cocina italiana en su menú, pudiéndose degustar algunas especialidades locales tradicionales muy bien presentadas). No podía faltar, en este
blog de carácter arqueológico, la recomendación gastronómica del
Restaurante Cuevas Romanas, ubicado a las afueras de Córdoba e instalado en el lugar de una de las antiguas canteras de aprovisionamiento de piedra para las construcciones de la ciudad romana (sobre las canteras ver, por ejemplo, la descripción que de ellas hace la siempre útil página de
ArqueotuR). Respecto de los alojamientos, recomendaremos dos, uno en el centro histórico -casi al lado de la Mezquita, con todas las ventajas que ello supone- y otro en la residencial y tranquila barriada de El Brillante, al pie de la sierra. El primero es el elegante y, al tiempo, funcional
Hotel Maimónides y el segundo el
Hotel Las Adelfas que, aunque algo apartado del centro -media hora a pie- ofrece algunas comodidades (zona de aparcamiento, piscina...) que, desde luego, compensan. Y aunque Córdoba trae, necesariamente, evocaciones de los versos lorquianos (cada cuál tendrá los suyos
in mente), al autor de este
blog la ciudad también le sugiere el título de una poco conocida -y hermosa- canción de los Duncan Dhu (pincha
aquí para escucharla con imágenes, además, de la ciudad). Una buena melodía para una visita evocadora como pocas al corazón de la
Baetica romana.