[Apodyterium de las termas, foro y teatro romano de Bilbilis]
Situación: La antigua Bilbilis, que ocupaba un lugar privilegiado en el control del Valle del Jalón y del paso desde éste a la Meseta a través del Sistema Ibérico, y, además, sobre una topografía a la que Roma supo adaptar su idea de ciudad (ver reconstrucción ideal aquí), está situada a las afueras de la ciudad zaragozana de Calatayud, cerca de la recoleta pedanía de Huérmeda. Ubicada hoy, como su sucesora Calatayud, al pie de la autovía que une Madrid y Zaragoza (ver mapa), sus restos -y en especial la plataforma del foro, enmarcada entre las colinas de Bámbola, San Paterno y Santa Bárbara- sorprenden al viajero que transita por dicha vía y aun por la línea de Alta Velocidad Zaragoza-Madrid como evidente reflejo de la capacidad romana de antropizar el paisaje y de la posición estratégica que Roma eligió para el emplezamiento de este futuro municipio augústeo.
Acceso: A las ruinas de Bilbilis se llega entrando en Calatayud y tomando dirección Soria. Pasado el cementerio, a unos 400 metros, se llega a una rotonda que permite dirigirse hacia Soria o bien tomar, en la primera salida que permite la misma, la dirección -perfectamente indicada- al yacimiento. Después, se continúa por un tramo asfaltado hasta llegar a un pequeño estacionamiento junto a un modesto pero útil centro de acogida para, a partir de ahí, continuar a pie hasta la zona del teatro. Dado el interés del enclave, tal vez sí se echa de menos alguna indicación al viajero apenas entre en Calatayud, para que no equivoque su rumbo.
Tipología: Primero ciudad celtibérica -seguramente de la tribu de los titos o de los lusones (ver sobre el territorio de éstos un conocido trabajo de F. Burillo: pincha aquí para descargarlo y aquí para una propuesta de mapa de situación de dichas tribus en relación al mapa actual)- que acuñó moneda con el rótulo bilbilis (ver foto) se transformó con Augusto en municipio de derecho romano (Plin. Nat. 3, 3, 24) como se desprende no sólo de la intensísina monumentalización que vive la ciudad en la época inmediatamente posterior (con la construcción, bajo Tiberio, del templo del culto imperial: AE, 1981, 557, con foto aquí y excelente propuesta de alzado en 3D aquí) sino, sobre todo, del rótulo monetal con la explícita leyenda cívica MVN(icipium) AVG(usta) BILBIL(is) o MVN(icipium) AVGVSTA BILBILIS -entre otras variantes- o de la alusión a sus municipes en una inscripción (AE, 1997, 937), perviviendo luego hasta época tardía como permite suponer la cita a la ciudad en la correspondencia entre Ausonio y Paulino de Nola (Aus., Carm. 10, 223-224 y Paul. Ep. 29, 50-61) entre otras referencias (para un seguimiento completo de las mismas, en las lenguas originales y con traducción, puede acudirse al generosísimo espacio dedicado a las fuentes antiguas sobre Bilbilis en el site de Roberto Lérida). La época julio-claudia fue, por tanto, la más próspera del municipio como documentan también, por ejemplo, algunos bustos de Tiberio o de Claudio recuperados en la ciudad, el primero en el Museo de Calatayud y el segundo en el Museo de Zaragoza (ver foto). Al margen de esta Historia, sin duda, la más celebrada alusión a la ciudad fue la hecha por su más ilustre ciudadano, M. Valerio Marcial, en plena época flavia cuando, desde Roma, añoraba el paisaje del Jalón y del entorno de Bilbilis (Mart. Ep. 1, 49, entre otros). Por su situación en el paso desde el Jalón a la Meseta, la ciudad cumplió también un importante papel como mansio de la uia (It. Ant. 23 y Rav. Cosm. 309, 16) que desde Augusta Emerita se dirigía a Caesaraugusta, justo después de Aquae Bilbilitanorum -seguramente la actual Alhama de Aragón- conocida también por la mención a un Aquensis -de nombre L. Cornelius Samius- en una inscripción recuperada en el solar de Bilbilis y hoy en el Museo de Calatayud (CIL, II, 3022, con foto aquí).
Descripción: Aunque ello puede variar en función de si se están desarrollando trabajos de excavación en el lugar en el momento en que acude el visitante o de los itinerarios que -con la nueva fase de puesta en valor del yacimiento- se van a fijar, lo primero que sorprende al visitante que se dirige a Bilbilis es el teatro, impresionante obra de la arquitectura romana de época augústea, perfectamente adaptado al relieve del cerro -como, por otra parte, toda la ciudad, que hubo de ser instalada en terrazas- y con una capacidad aproximada de 4500 espectadores (pronto, además, se desarrollarán en él representaciones de teatro clásico). En época romana, debió resultar un edificio imponente, como sugieren las reconstrucciones virtuales que de él se están planteando (pincha aquí). Bordeándolo, el viajero accede al complejo del foro por una rampa desde la que obtiene una sensacional panorámica de uno de los grandes milagros de Roma en el solar de la antigua Bilbilis: el abastecimiento de agua a partir de grandes cisternas de opus caementicium. Dicho foro está encabezado por un monumental templo del que sólo resta una escalinata de acceso y rodeado en su plataforma de la curia y la basílica, dos de los edificios esenciales de toda ciudad romana. El ejercicio arquitectónico que restituye la plataforma aterrazada -como la del foro de Munigua en la Baetica hispana, por ejemplo o el impresionante conjunto provincial de Tarraco, en la Citerior- del que sería el centro neurálgico de la vida en Roma aunque en ocasiones haya sido criticado, a nuestro juicio permite presentar de forma atractiva y -sobre todo- fiel parte de la escenografía de un foro que, iniciado en época de Augusto constituiría, hasta la decadencia de la ciudad, su principal corazón. Tras la visita al foro, el viajero puede contemplar -cubiertas por una estructura metálica que quiere reproducir el original aspecto abovedado del edificio- las termas (de las que, junto al foro y al teatro, ofrecemos foto en la parte superior de esta entrada) y, a la derecha de éstas, la Casa del Ninfeo, actualmente en proceso de excavación.
Bibliografía: El yacimiento arqueológico de Bilbilis es, desde hace años, objeto de investigación arqueológica del Dr. D. Manuel Martín-Bueno, del Grupo VRBS de la Universidad de Zaragoza. Por tanto, la mayor parte de la bibliografía sobre el enclave lleva su firma (puede verse una selección de la misma en la página que Dialnet o Cervantes Virtual dedican a la producción científica de este Catedrático de Arqueología, con opción, además, de descarga de algunos de dichos trabajos). Como guía básica para el viajero -pero de un rigor y un acopio documental excelentes- pueden verse MARTÍN-BUENO, M., y SÁENZ PRECIADO, J. C.: Bilbilis. Calatayud, Zaragoza, 2005, de la colección Patrimonio Cultural de la editorial PRAMES, o MARTÍN-BUENO, M.: Bilbilis Augusta, Zaragoza, 2001, número 49 de la Serie CAI 100 que, junto a la amplísima producción bibliográfica del propio Martín-Bueno o de algunos de sus discípulos, como J. C. Sáenz Preciado o C. Guiral (especialmente GUIRAL, C.: Bilbilis I. Decoración pictórica y estucos ornamentales, Zaragoza, 1996, consagrado a uno de los materiales más fascinantes aportados por el yacimiento, los pictóricos de las dinstintas insulae ("manzanas de casas") excavadas como el libro de AMARÉ, Mª T.: Lucernas romanas de Bilbilis, Zaragoza, 1984, se ocupó de la colección de este singular tipo de ajuar doméstico romano procedente del yacimiento) actualizan en distintos aspectos el ya histórico MARTÍN-BUENO, M.: Bilbilis. Estudio histórico-arqueológico, Zaragoza, 1975.
Recursos en internet: Además del tratamiento que dispensa a Bilbilis la mejor web sobre patrimonio arqueológico en Aragón (la web del Patrimonio Romano en Aragón, con excelentes fotos de las termas y alzados del foro) y de su presencia en algunos otros sites particulares (el de Miguel Moliné, por ejemplo, o el blog Ciudad de Calatayud), por la importancia de sus restos, el antiguo municipio latino de Bilbilis aparece recogido en enlaces de Turismo de la Diputación de Zaragoza (con folleto descargable, pincha aquí), en la Gran Enciclopedia Aragonesa, y en la siempre citada Enciclopedia Wikipedia si bien es la página oficial del yacimiento -gestionada desde la Comarca de Calatayud- la que, al ofrecer más información, se convierte en referencia inexcusable para quien quiera visitar los restos arqueológicos de la ciudad de Marcial. Sin desperdicio -y como uno de los mejores recursos en red- es la página dedicada a la ciudad por el recomendable blog Terrae Antiquae, de visita obligada para quien quiera manterse al día en cuestiones de Antigüedad Clásica hispana.
Recomendaciones: En tanto que Bilbilis está muy cerca del enclave arqueológico de Arcobriga, tal vez completar la visita al área arqueológica bilbilitana con una al recientemente renovado Museo de Calatayud -donde se exponen parte de los materiales recuperados en las campañas de excavación- y al citado yacimiento de Monreal de Ariza pueda ser la mejor sugerencia para el viajero. Las recomendaciones que en este mismo blog se hicieron a propósito de dicho yacimiento podrían repertirse aquí. Sí añadiremos una, casi con soniquete popular: "si vas a Calatayud, pregunta por la Dolores...". Efectivamente, el Mesón de La Dolores -emplazado en el antiguo palacio de D. Pedro Ignacio Jordán de Urriés y Palafox- es uno de los rincones gastronómicos más afamados de la Comunidad Autónoma de Aragón y comer en él puede ser un buen colofón a una jornada muy intensa en lo arqueológico que podría incluir, como se dijo, Arcobriga, Segeda (a tan sólo 12 kilómetros de Calatayud) y la propia Bilbilis. Y, dadas las encomiables inversiones que diversas instituciones locales y autonómicas están haciendo en el yacimiento, seguramente la mejor recomendación para el visitante es que vuelva a Bilbilis a finales de 2009, pues los planes de acondicionamiento del lugar para su mejor visitabilidad son, desde luego, un ejemplo extraordinario de puesta en valor de un enclave arqueológico.
Excelente síntesis, Javier, sobre esta impresionante ciudad que rompe con la tradicional visión que los historiadores tenemos de la romanización y municipalización de Hispania. Al respecto, sólo un inciso. Según la documentación pliniana, Bilbilis poseería, en época augustea, derecho romano (NH. III, 3, 24), por lo que, al constatar numismáticamente titulatura municipal, sería, en mi opinión, un municipio romano en vez de latino. ¿Cómo lo ves?
ResponderEliminarUn abrazo,
David.
Es cierto, David, ha sido un lapsus, así que ahora mismo rectifico. Gracias! Javier
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