VIATOR ANTIQVITATIS


Cubierta de DEL REY SCHNITZLER, Guía Arqueológica de la Península Ibérica. España. De las colonizaciones a la caída del Imperio Romano de Occidente, Madrid, 2013, 624 pp., ISSN: 978-84-941973-0-7 (si estás interesado en adquirirla, puedes hacerlo desde aquí)

Hace algunos meses, incorporamos a este blog una sección de recursos sobre Antigüedad -a la que colocamos la etiqueta de Instrumenta- y, más tarde, otra que, íntimamente relacionada con aquélla, daba cabida a publicaciones disponibles en red que considerábamos recomendables para el interesado en el mundo clásico y, en particular, en la Arqueología, la Epigrafía y la Historia Antigua de Roma. A ese segundo repertorio lo denominamos Digitalia Scripta. Sin embargo, en los últimos meses nos hemos dado cuenta que un blog académico como éste no puede resistirse a ofrecer, también, reseñas, revisiones y noticias de publicaciones que, aunque no estén en red, consideremos de interés (ya algo hemos hecho recientemente, por ejemplo, a propósito de algunos trabajos nuestros como Entre Vascones y Romanos: sobre las tierras de Navarra en la Antigüedad [Cuadernos de Arqueología de la Universidad de Navarra, 21, 2013] [Pamplona, 2013] como en su día hicimos con varios trabajos propios como Fundamentos de Epigrafía Latina [Madrid, 2009] o Los Vascones de las fuentes antiguas [Barcelona, 2009], entre otros). Por eso, con este nuevo post -primero del mes de Abril- inauguramos una nueva etiqueta, una nueva sección, para Oppida Imperii Romani. La llamaremos Volumina, que era el nombre que los romanos daban a los "libros" que es lo que, esencialmente, presentaremos aquí.

Y, como no podía ser de otro modo, comenzamos la sección -aunque hemos añadido la etiqueta correspondiente a algunos de los posts citados más arriba- a propósito de una publicación que ha visto la luz prácticamente en este recién estrenado 2014 (aunque lleva fecha de 2013) -que pronto presentaremos en la UNED de Tudela (pincha aquí)- y que, sin duda, resume perfectamente la filosofía esencial de este blog: ofrecer información y recursos sobre yacimientos arqueológicos urbanos de época romana (volvemos a traer aquí el post "inaugural" de Oppida Imperii Romani en el que hace ya ¡siete años! glosábamos la filosofía genuina de este espacio). Se trata de la Guía Arqueológica de la Península Ibérica: España. De las colonizaciones a la caída del Imperio Romano de Occidente, un original -y más que necesario- trabajo que, con más de 600 páginas- ha acometido alguien -Luis del Rey Schnitzler- que, aunque, efectivamente, es amateur en materia arqueológica, tiene una notable formación en cuestiones de gestión turística, empresarial y de patrimonio cultural que, sin duda, aportan una notable savia nueva a los estudios sobre Antigüedad. No se trata, por tanto, de una publicación especializada -y no debe juzgarse como tal, sin duda- sin embargo, el lector versado en la Antigüedad Peninsular se sorprenderá gratamente por la solvencia con la que son tratadas cuestiones complejas como la etnicidad de las provincias de la Comunidad Autónoma Vasca y de la Comunidad Foral de Navarra (pp. 464-488) o el trabajo minero romano sobre las explotaciones auríferas (pp. 386-400) -por citar dos en las que mucho se ha avanzado en los últimos años- y, sobre todo, por la notable actualización con la que son presentados enclaves arqueológicos del interés y la complejidad de -por citar sólo romanos, aunque una de las virtudes de la guía es que incluye otros que van desde el mundo fenicio hasta la tardoantigüedad- Augusta Emerita (pp. 321-335), Barcino (pp. 49-70), Gades (pp. 264-277) o Munigua (pp. 292 y 307). A nuestro juicio, ambos elementos constituyen dos extraordinarios avales de este volumen junto con el hecho de que -como el autor hace constar al final del mismo (pp. 595-597)- el trabajo ha implicado -como consejeros y revisores- a los responsables de muchos de los yacimientos arqueológicos que se tratan, la práctica totalidad de los cuales ha sido, además, visitado por el propio L. Del Rey algo que se convierte en otro indiscutible activo de esta publicación que, desde luego, debe formar parte de la biblioteca todos los uiatores -como los llamábamos en 2008 cuando abrimos este blog- interesados en posicionarse frente a la Historia a través del placer que supone recorrer un yacimiento arqueológico, espacios -y compartimos la definición que el autor da de ellos en la contraportada- "repletos de historia y de sensaciones". Con unas fotografías fabulosas y siempre sugerentes, el autor ha hecho un gran esfuerzo por adaptar la información al gran público ofreciendo, por ejemplo, un útil glosario en las páginas finales (pp. 601-6011) y un índice toponímico utilísimo (pp. 613-620) en el que el lector puede hacerse cargo de los enclaves que son atendidos en las páginas del trabajo y que te ofrecemos en enlace -como muestra- más abajo. Además, ya sólo eso y el esfuerzo que el autor -a través de la página que gestiona, sobre su libro, en la red social Facebook (pincha aquí)- hace por convertir el patrimonio arqueológico en recurso turístico y por dinamizarlo -ahora, también, con un proyecto semejante sobre los restos arqueológicos de Portugal (pincha aquí)- hacen que esta Guía Arqueológica de la Península Ibérica no deba faltar en la biblioteca de los amantes del mundo antiguo y, en particular, del patrimonio arqueológico.

La estructura de la guía es muy sencilla pero, a la vez, profundamente meditada y claramente funcional, esencialmente útil. El autor presenta -para cada yacimiento- todo el material que el viajero que quiera conocerlo puede necesitar para preparar su visita y para ejecutarla y lo hace, además, tratando de conseguir que cada enclave sirva de arranque o de eje para rutas arqueológicas de más calado que le pongan en contacto con la zona y, en particular, con su patrimonio arqueológico (puedes ver una demo de la p. 104 desde aquí, relativa, precisamente a Los Bañales). Las fichas -exhaustivamente trabajadas- ofrecen informaciones como la ubicación en coordenadas GPS de los puntos de interés, las características básicas del enclave y los lugares de contacto -con teléfonos o sites de internet- a los que acudir para solicitar más información y, además, una breve descripción -que incorpora la filiación cultural del lugar- acompañada de una muy bien seleccionada bibliografía. Una serie de signos que jalonan las fichas permiten al visitante conocer las dificultades de la ruta propuesta, qué recomendaciones resultan de interés para preparar y acometer la visita, qué material se puede o debe llevar al yacimiento, en definitiva, un caudal informativo básico para quien quiera planificar una visita con aprovechamiento. Además, como comentábamos más arriba, Luis Del Rey ha tratado de agrupar en rutas los enclaves presentados, rutas que, casi todas, tienen su justificación cultural en los tiempos antiguos: las tierras vacceas (pp. 527-537), los Vascones (pp. 477-488), Astures Transmontanos y Romanos (pp. 438-450), la Edetania (pp. 140-155)..., sin descuidar, en cualquier caso, otras que son presentadas en atención a rutas naturales y paisajísticas que, al margen de su interés histórico, lo tienen también a nivel natural, como el Prepirineo Central (pp. 94-104) o la Sierra y Campiña Hispalenses (pp. 291-308). Echa, si no, un vistazo al índice -accesible desde aquí- para hacerte cargo del número de esas rutas y, también, verificar hasta qué punto -también puedes verlo a través de este otro documento, correspondiente al Índice toponímico (pincha aquí)- es completa esta Guía Arqueológica de la Península Ibérica.

Es cierto que los más puristas considerarán -andamos sobrados de envidias en el gremio universitario en general y en el de la Antigüedad en particular- que este trabajo supone un "intrusismo" de alguien ajeno al mundo de la Arqueología en el trabajo sobre el patrimonio arqueológico y que, en algunas descripciones, carece de rigor o peca de simplificador. Allá ellos. No nos parece que sea así como debe juzgarse este trabajo. La Guía Arqueológica de la Península Ibérica es, esencialmente, un volumen de guía para el "arqueoturismo" pero nos parece que a quienes trabajamos en la docencia universitaria, también nos viene muy bien y, por tanto, resulta muy útil también para nuestros estudiantes pues les invita a conocer los rasgos básicos de las fuentes arqueológicas con que construimos la historia de nuestro pasado. Desde luego, faltaba en nuestro país -casi desde el CEÁN BERMÚDEZ, J. A.: Sumario de las Antigüedades Romanas que hay en España, Madrid, 1832, por cierto, ya online, o desde los "guiños" peninsulares del trabajo de GARCÍA Y BELLIDO, A.: Arte Romano, Madrid, 1955- un trabajo como éste, que -como "pequeña inmersión en la arqueología de la Península Ibérica"-son, de nuevo, palabras del autor- presentase -y, además, pensando en el gran público- el inmenso caudal documental que nos ofrece la Arqueología Peninsular. Desde luego, la Guía Arqueológica de la Península Ibérica no es un trabajo de investigación (existen en el mercado otras dos panorámicas aproximaciones a la Arqueología, en especial a la Clásica, peninsular como RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ, O.: Hispania Arqueológica. Panorama de la cultura material de las provincias hispanorromanas, Sevilla, 2011 -imprescindible (pincha aquí para conocer el volumen y accede a una reseña sobre la misma desde aquí, publicada en la revista SPAL, 22, 2013) o como el clásico trabajo de TRILLMICH, W.: Hispania Antiqua. Denkmäler der Römezeit, Mainz, 1993 (pincha aquí)- pero sí un compendio desde el que iniciar esa investigación, desde el que reivindicar la necesaria vuelta a los escenarios históricos y con el que, sin duda, muchos jóvenes -estudiosos o profanos- se acercarán a reencontrarse con la Historia haciendo de ese mundo del pasado "un mundo antiguo lejano, pero aun próximo, mucho más de lo que se piensa" (p. 9).

Cuando quien escribe este blog era sólo un adolescente empezó a escribir un trabajo -en aquellos ordenadores PC Amstrad 1512 con los que, tantos, nos familiarizamos con la informática- que, pretenciosamente, tituló Ruinas Romanas en España y del que, tristemente, no guardé manuscrito alguno. Recuerdo que escudriñaba entonces los libros que había a mi alcance -enciclopedias, volúmenes de colecciones generales de Historia de España, guías turísticas...- y elaboraba sencillas fichas en las que iba glosando la información que leía en aquellos trabajos y que yo mismo trataba de comprobar cuando -con las limitaciones propias de la edad (tal vez no tendría más de 15 años)- me acercaba a visitar in situ aquellos enclaves arqueológicos. Han pasado muchos años de eso, pero, tal vez por ello -y por todo lo dicho hasta aquí-, siento una sana envidia por el trabajo de Luis del Rey pues permite colocar en la estantería de nuestras librerías -y, después, en nuestras mochilas de viajes- tantos y tantos espacios con los que se ha escrito -y se escribirá- la Historia Antigua de la Península Ibérica. Altamente recomendable e imprescindible, sin duda.

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