MORS OMNIBVS INSTAT

[Urna cineraria CIL, VI, 5232, de Roma:
EDR029223 en el utilísimo archivo EDR]

Vitae florentes / annos mors ipsa eri/puit, uiuite felices / moneo: mors omnib(us) instat (...) a nobis discite qui legitis ("la muerte misma (le) arrebató los florecientes años de su vida, vivid felices, os lo advierto: 'la muerte nos llega a todos', aprendedlo de nosotros vosotros que (me) leéis"). Con estos sentenciosos y premonitorios versos (nada trágicos para quienes, como quien aquí escribe, estamos convencidos de que en esta vida estamos "de paso"), se cierra un carmen epigraphicum (una composición funeraria de naturaleza poética) veronense (CIL, V, 3403) recogiendo, además, un tópico que está atestiguado también -más o menos in extenso pero siempre con la fórmula moneo mors omnibus instat- en inscripciones de Roma (CIL, VI, 11252, 23004 o 30124, con la sugerente variante uiuite felices animae: "mantened un espíritu feliz", podríamos traducir) e incluso de la hispana Conimbriga (CIL, II, 391). Y -por razones más que evidentes que comprenderá quien esté mínimamente versado en el caleidoscopico fenómeno mortuorio en la sociedad romana- ese lema es el que ha inspirado el evento al que queremos ofrecer ahora la tribuna de este blog un evento que está coordinado por quien aquí escribe con el inestimable apoyo de dos colegas llamados a abanderar el futuro -!ya presente!- de la investigación en Historia Antigua: David Espinosa, de la Universidad Complutense, y Simone Pastor, de la Università La Sapienza de Roma, alma mater de la red Officina ad studium Antiquitatis ("grupo de estudio de la Antigüedad") BELLATRIX forjada al abrigo del excelente ambiente intelectual del Seminar für Alte Geschichte de la Universidad de Heidelberg (Alemania).

A partir del próximo día 15 de Octubre y tras la presentación (ver detalles aquí) del libro Los Vascones de las fuentes antiguas (Barcelona, 2009) recientemente editado por la Serie Instrumenta de la Universidad de Barcelona y al que ya aludimos en un post anterior de este blog (pincha aquí) -presentación en la que participarán los Dres. D. José Remesal, de la Universidad de Barcelona, y Dña. Mª Jesús Peréx, de la UNED, dos grandes referentes de la Historia Antigua Peninsular, la segunda especialmente dedicada al asunto vascón- la UNED de Tudela, en su ambiciosa política de Extensión Universitaria se convertirá en tribuna de discusión sobre los aspectos arqueológicos (es decir, materiales), epigráficos (es decir, conmemorativos) y rituales (es decir, cultuales) de la muerte en Roma (porque documentalmente, también mors omnibus instat: "la muerte afecta a todo", a todos estos campos, podríamos decir). Mors omnibus instat será un coloquio que aunará la presentación de trabajos de jóvenes investigadores en Arqueología, Epigrafía e Historia Antigua -miembros de la incipiente red de investigadores BELLATRIX- con ponencias de destacados expertos en la cuestión, todos de reputación internacional. El coloquio surge, además, y nuevamente, de la feliz colaboración entre la UNED de Tudela y el Institut Català d'Arqueologia Clàssica, que recientemente ha dado lugar a la monografía Hispaniae, las provincias hispanas en el mundo romano que el próximo día 27 de Octubre tendrá, además, su "puesta de largo" internacional en la sede de la Escuela Española de Arqueología en Roma.


Así, el programa del Seminario (que puedes ver aquí) se articula en tres grandes bloques que pretenden desgranar los aspectos sociológicos y rituales de la muerte en Roma (de la mano de las ponencias del Dr. D. Francisco Marco, de la Universidad de Zaragoza y de la Dra. Dña. Maureen Carroll, de la Universidad de Sheffield), los estrictamente materiales del fenómeno funerario romano (a partir de los trabajos presentados por la Dra. Dña. Isabel Rodà, de la Universidad Autónoma de Barcelona, de la Dra. Dña. Barbara E. Borg, de la Universidad de Exeter, y del Dr. D. Desiderio Vaquerizo, prestigioso Catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba y activo miembro de uno de los más dinámicos grupos de investigación sobre el asunto funerario romano en Hispania) y, por supuesto, los relacionados con la dimensión epigráfica, auto-representativa y conmemorativa del fenómeno mortuorio, que centrarán las ponencias del Dr. D. Joaquín Gómez-Pantoja, de la Universidad de Alcalá de Henares y alma mater del Proyecto Hispania Epigraphica OnLine, al que tantas veces se remite en este blog y de la Dra. Dña. Ángela Donati, de la Universidad de Bolonia y, hasta hace poco tiempo, Presidenta de la Asociación Internacional de Epigrafía Griega y Latina. Serán ellos los responsables de introducir unas cuestiones que, sin duda, serán secundadas, discutidas y trabajadas en detalle por una admirable cantera de jóvenes investigadores procedentes de prácticamente todos los países de la Unión Europea. En el coloquio, además, se hablará ya de las cupae, un singular tipo de monumento funerario romano bien documentado en el yacimiento arqueológico de Los Bañales -que en estos días, además, estrena página web, pincha aquí- y que será el tema central del I Coloquio de Arqueología, Epigrafía e Historia Antigua de Los Bañales, a celebrar en Uncastillo (Zaragoza) entre el 25 y el 28 de Marzo de 2010 bajo la coordinación de la Fundación Uncastillo.


Qué duda cabe que durante esos días del otoño, la recoleta ciudad navarra de Tudela (Navarra) volverá a ser de nuevo la capital ya no peninsular sino internacional de la Historia Antigua !Os esperamos allí a quienes podáis asistir! El tema, la entidad convocante, la ciudad, y su gente -una vez más- no defraudarán.


SAGVNTVM (Sagunto)
































[Puerta del circo, dos detalles del foro, y cauea del teatro]

Situación: Ubicada en un auténtico nudo de comunicaciones (ver mapa), en Sagunto -actual provincia de Valencia aunque ya muy cerca de Castellón- convergen tres vías fundamentales que permiten el acceso al interior de las tierras valencianas: la A-7, casi paralela a la antigua uia Augusta; la AP-7 o Autopista del Mediterráneo, que recorre todo el litoral; y la denominada Autovía Mudéjar o A-23, que permite el acceso al Valle del Ebro y a la Meseta (casi como la antigua calzada que comunicaba Arse/Saguntum con la Celtiberia, según el reciente estudio de LEDO, A. C.: La calzada Arse/Saguntum-Celtiberia: estudio histórico-arqueológico, Valencia, 2005). Partiendo de dicha situación, visitar Sagunto -también bien conectado por ferrocarril: ver aquí- es, desde luego, inexcusable para quien, al menos, viva en el radio de acción de estas modernas vías. Esta privilegiada situación -si se quiere, incluso amplificada por su condición de puerto natural en la desembocadura del río Palancia- también nos consta en la Antigüedad actuando Saguntum como verdadero eje de comunicaciones en época romana y estando citada como mansio viaria tanto en el Itinerario de Antonino (It. Ant. 400, 2, disponible en red completo en la web de El Miliario Extravagante) como en el Cosmógrafo de Ravenna (Rav. Cosm. 304, 5 y 342, 13).
Acceso: Todos los restos arqueológicos y Museos relacionados con el municipio romano de Saguntum se ubican en el casco urbano de la ciudad -que, de hecho, da la bienvenida a sus visitantes con una monumental y acertada réplica de la inscripción CIL, II2/14, 327, con foto en el sensacional banco de imágenes digitales del Centro CIL II de Alcalá de Henares- por lo que no son necesarias más indicaciones prácticas. Además, éstos aparecen -todos y cada uno- perfectamente indicados en los planos turísticos que ofrece la Oficina de Turismo de Sagunto (algunos están disponibles on-line aquí como documentos base utilísimos para preparar la visita).
Tipología: Aunque fue un interesante, estratégico y clave enclave edetano en época ibérica (Ptol. 2, 6, 62) -Arse-, que acuñó moneda con idéntico nombre de rótulo (sobre la ceca de arse existe notable documentación en la red, por ejemplo, en la web de Eduardo Lovuet y en el utilísimo portal Tesorillo, que se ocupa también de la romana Saguntum y sobre su papel en los momentos iniciales de la amonedación peninsular puede verse hoy la actualísima síntesis de CHAVEZ, F.: "Las amonedaciones hispanas en la Antigüedad", en ANDREU, J., CABRERO, J., y RODÀ, I. (eds.): Hispaniae, las provincias hispanas en el mundo romano, Tarragona, 2009, pp. 47-98, para las cecas, véase RIPOLLÉS, P. P.: Arse-Saguntum: historia monetaria de la ciudad y su territorio, Sagunto, 2002) (para el proceso de monumentalización, resulta útil el trabajo de CHINER, P.: La decoración arquitectónica en Saguntum, Valencia, 1990) la realidad es que Sagunto pasó a la Historia Antigua en relación a su papel en las Guerras Púnicas en tanto que pretexto de la Segunda Guerra Púnica por la supuesta violación por parte de Cartago del denominado Tratado del Ebro. Si durante la época ibérica fue un enclave estratégico de primer orden y, por ello, fue convertida en aliada de Roma (véase, al respecto, ALVAR, J.: "Las ciudades del litoral ibero según las fuentes clásicas", en Leyenda y Arqueología de las ciudades prerromanas de la Península Ibérica. I, Madrid, 1994, pp. 7-22) y en época republicana desempeñó un notable papel en las guerras sertorianas (fue el puerto en el que Sertorio venció a Pompeyo en el 75 a. C., según Plut. Sert. 21), en época imperial debió recibir el título de municipio romano de parte de Augusto ya que Plinio alude a ella como oppidum ciuium Romanorum (Plin. Nat. 3, 20: para todas las fuentes sobre Saguntum, comentadas, puede verse el elenco y las reflexiones a propósito que ofrecen ALVAR, J., y ROLDÁN, J. M.: "Saguntum", en ROLDÁN, J. M. (dir.): Diccionario Akal de la Antigüedad hispana, Madrid, 2006, pp. 820-821, un libro imprescindible). A partir de dicha promoción jurídica -fechada con notable probabilidad en torno al 27 a. C. (véanse los todavía válidos comentarios de BELTRÁN LLORIS, F.: Epigrafía Latina de Saguntum y su territorium: cronología, territorium, notas prosopográficas, cuestiones municipales, Valencia, 1980, pp. 380-389)- la ciudad, como suele ser habitual, inició un notable proceso de monumentalización que la dotó de muchos de los monumentos que hoy podemos contemplar.
Descripción: Sagunto es una de esas ciudades hispanas donde se toca -también física y urbanísticamente (ver noticia aquí)- la Historia. La instalación en 2007 del Museu Históric de Sagunt -en el inicio de la subida al castillo- ha permitido que el visitante cuente con un pórtico extraordinario desde el que aproximarse a la Historia Antigua de Arse/Saguntum y, de modo especial, a su pasado romano, el que, sin duda, ha dejado más evidencias. En él se conservan algunas notables inscripciones honoríficas (CIL, II2/14, 407, con foto; CIL, II2/14, 349, con foto aquí; o CIL, II2/14, 351, con foto aquí, testimonios estas últimas de la adscripción a la Galeria tribus de los ciues Saguntini), una notable colección de ánforas romanas testimonio de la importancia comercial de la ciudad -que parece aun mantenerse hoy en día gracias al vecino puerto-, y -especialmente impactantes- un notable conjunto de opera sectilia (pavimentos marmóreos en grandes losas) que ilustran también el poder adquisitivo de los habitantes de la antigua Saguntum así como la amplitud de sus contactos económicos (parte de esa opulentissima uita fue analizada por la exposición recogida en MUÑOZ, M. (coord.): Opulentissima Saguntum, Sagunto, 2004. A partir del Museo, el visitante puede dirigirse hacia el castillo para admirar el soberbio teatro romano (ver organización arquitectónica y planta aquí y consultar horarios de apertura aquí), construido avanzada la época Julio-Claudia y con una larga historia tanto de reformas como de investigaciones y restauraciones (magistralmente sintetizada aquí). Ciertamente -y parece que quien escribe sobre este singular monumento tiene necesariamente que pronunciarse sobre su controvertida restauración- a nosotros ésta se nos antoja adecuada pues partimos de la base de que cualquier puesta en valor que recupere y ponga de actualidad conjuntos arqueológicos es -si se hace con el debido control- muy positiva, más aun si, además, ésta permite hacerse cargo del aspecto original de un edificio clave en una ciudad romana como ésta (pincha aquí para conocer datos sobre el ya célebre Festival de Teatro Grecolatino de Sagunto). Desde allí, el siguiente hito en la visita a Saguntum es el espacio del foro, hoy un cúmulo -algo caótico y demasiado confuso para el visitante- de ruinas que, sin embargo, permiten intuir la monumentalidad del conjunto, que fue pagado por el evergeta local Cn(aeus) Baebius [Ge]minus, tal como sancionan varios monumentales fragmentos epigráficos con litterae aureae ("letras doradas", hoy apliques para fijar letras metálicas) conservados en uno de los laterales del conjunto (CIL, II2/14, 374, con restitución completa aquí), del que ofrecemos foto arriba, junto con otra foto de la aludida inscripción. Desde el foro, la siguiente cita -ya en medio de la fortaleza moderna- es el denominado Antiquarium Epigráfico de Saguntum, un aparentemente modesto -pero fascinante- lapidario (ver horarios aquí) en el que el visitante puede contemplar algunas de las más conocidas inscripciones funerarias del municipium (CIL, II2/14, 480 -con foto aquí-, alusiva a un miembro de una de las familias locales, la de los Gratii), honoríficas (CIL, II2/14, 385 -con foto aquí-, precisamente referida a otro ciudadano adscrito a la Galeria tribus, y, además, entre ellas, con notable presencia de los Baebii, una de las familias de potentados locales, que estudiara ALFÖLDY, G.: Los Baebii de Saguntum, Valencia, 1977) y cultuales de Saguntum y de su notable territorium (hoy hablaríamos de "término municipal"), por cierto, muy bien explicado en los muy meritorios paneles explicativos del centro. Y es que, en la investigación en Historia Antigua Peninsular, la conformación y edición del repertorio epigráfico de la antigua Sagunto ha ocupado un lugar preeminente. Así, ésta fue objeto de una primera sistematización científica por BELTRÁN LLORIS, F.: Epigrafía Latina de Saguntum y su territorium: cronología, territorium, notas prosopográficas, cuestiones municipales, Valencia, 1980, una obra avanzadísima para su tiempo y que aunque -en lo que al catálogo de inscripciones respecta- ha sido actualizada por el vastísimo trabajo de CORELL, J.: Inscripcions romanes del País Valencià. Saguntum i el seu territori, Valencia, 2002, sigue siendo de referencia para la Historia de Saguntum y para cuestiones de tipología del soporte epigráfico (al respecto, puede verse nuestro juicio en el capítulol consagrado, precisamente, a este asunto, en la Epigrafía Latina de Liceus E-Excellence: pincha aquí). Completan la arqueología del antiguo municipio el célebre Artemision (con estudio histórico del mismo obra de A. García y Bellido disponible en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes), las monumentales puertas del circo romano -con una puesta en valor también muy acertada (ver foto en la parte superior de este post, noticia aquí y fotografía aérea a partir de este enlace) y que fueran estudiadas por LÓPEZ, M., PASCUAL, I., y HERNÁNDEZ, E.: "La implantación del circo en el área suburbana de Saguntum", Saguntum, 29, 1995, pp. 221-230-; y, por último, los estribos del antiguo puente romano sobre el río Palancia , visibles desde el Pont del Cronista Emili Llueca (ver detalle aéreo aquí).
Bibliografía: Como suele suceder en la mayoría de yacimientos arqueológicos -y es de justicia, de hecho, que así suceda- Saguntum está vinculado -al menos en los últimos decenios- al trabajo de Carmen Aranegui. Ahondar en su producción bibliográfica (con lista completa y actualizada aquí y con algunos artículos disponibles completos a partir de dialnet) es el mejor modo de hacerse cargo de los principales títulos publicados respecto de la urbanística de la romana Saguntum. Clave es, por ejemplo, ARANEGUI, C.: Sagunto. Oppidum, emporio y municipio romano, Barcelona, 2004 así como la síntesis de HERNÁNDEZ, E.: "Sagunto", en MAYER, M., y RODÀ, I. (eds.): Ciudades antiguas del Mediterráneo, Barcelona, 1998, pp. 368-369. Complétese, en cualquier caso, ésta, con los títulos citados más arriba a propósito de las distintas cuestiones históricas o arqueológicas de este singular enclave.
Recursos en internet: La particular "mitología histórica" -por llamarlo de algún modo- que ha rodeado siempre -ya desde los textos clásicos- a la antigua Saguntum hace que la presencia de ésta en la red sea dignísima, ocupando un lugar monográfico en algunos de los portales de Humanidades más visitados de internet: por supuesto, Wikipedia, ArteHistoria, ArteGuías o ArteEspaña (este último algo más flojo). A partir de ahí, existen síntesis más o menos voluntariosas (como la de la web Tarraconensis o, la mejor documentada, del Albergue Olocau) y, por supuesto, están bien documentados -y resulta útil la información que proporcionan- los enlaces que ofrecen la Página Web Oficial de Turismo de Sagunto, el Portal de Turismo de la Comunitat Valenciana, o la síntesis histórica que ofrece la web del Ayuntamiento de Sagunto (pincha también aquí para una notable síntesis sobre el papel de esta ciudad, aliada de Roma, en el origen de la Segunda Guerra Púnica). También resulta útil el profesional blog Saguntour con noticias actualizadas sobre el patrimonio -no sólo arqueológico- saguntino.
Recomendaciones: Como toda la Comunitat Valenciana, Sagunto es tierra de excelentes arroces. Ciertamente, la ciudad de Sagunto parece vivir algo de espaldas al mar pero, en cualquier caso, no es difícil encontrar restaurantes que sirvan no sólo paella sino raciones de productos típicamente marineros (calamares, rabas, chopitos, mejillones...). Un restaurante agradable, céntrico, de trato excelente y con muy apropiada relación calidad/precio es el Mesón Casa Felipe, prácticamente al lado del Museo de Historia de la Ciudad y con un menú del día variado, exquisito y asequible. Para los amantes del mar, el complemento necesario de la visita a Sagunto es acercarse a Puerto de Sagunto. Y allí, si se quiere huir de los típicos establecimientos de primera línea de playa (en los que uno parece una rara auis si se sienta a la mesa vestido y no en bañador o en bikini), nuestra apuesta es el Restaurante Ojo de Buey, apenas a un par de manzanas de la playa hacia el interior y que, en un ambiente marinero, sirve unos arroces (en especial la paella valenciana) muy recomendables (ver lista, en cualquier caso, de posibilidades aquí). Y, desde luego, aunque sea una recomendación en sentido inverso -y Sagunto sea no el origen de nuestro viaje sino un destino secundario-, la antigua Saguntum puede ser el pretexto ideal para huir de las -a veces- soporíferas tardes playeras en las excelentes playas de la vecina Costa del Azahar, en las que tal vez Peñíscola (y, allí, el Hotel Ágora) y Benicarló (nos atrevemos a recomendar el Residencial Mediterránea Peñíscola) puedan resultar los destinos más familiares (especialmente éste último donde el viajero no debe dejar de probar la excelente horchata de La Jijonenca, franquicia de la que en Benicarló -como en tantas ciudades del Levante- existen varios establecimientos).





BVRSAO (Borja)



















[Cerro de La Corona -Bursau celtibérica- y vitrina del Museo]

Situación: Excelentemente bien comunicada -a través de una bifurcación de la carretera que une Zaragoza con Logroño y con salida propia en la AP-68 (ver mapa)-, Borja es una notable ciudad de la provincia de Zaragoza cabecera de la comarca del Campo de Borja, de notable fama por el renombre de sus vinos (D. O. Campo de Borja). Ubicada al pie del río Huecha, de la importancia que jugó como ciudad en la Antigüedad hablan una gran cantidad de noticias de yacimientos arqueológicos muy meritoriamente inventariados en una concienzuda labor de años por el Centro de Estudios Borjanos -verdadero pulmón de la actividad cultural del municipio- yacimientos que, desde luego, hacen de esta zona -y de la vecina del Moncayo- una de las más sugerentes del panorama arqueológico del valle medio del Ebro.
Acceso: Quien quiera aproximarse a la Historia Antigua -y romana- de Borja, debe detenerse, al menos, en tres enclaves: el cerro de La Corona -presidido por la mole del castillo (ver foto en la parte superior de este post)- que fue solar de la ciudad celtibérica y a cuyas faldas se extendió la ciudad romana; el área denominada de la Torre del Pedernal, testigo de excavaciones arqueológicas en los últimos años ochenta y primeros noventa (ver foto aquí, procedente de la página amateur de Chema Sangüesa) cuyos restos se encuentran hoy totalmente abandonados; y, muy especialmente, el meritorio Museo Arqueológico de Borja (ejemplo de lo que podría hacerse en muchos otros municipios de raigambre antigua) que centra, además, este post y cuya visita justifica con creces -al menos para los amantes del mundo antigo- el acercarse a Borja.
Tipología: Bursao es el nombre romano (nótese que Liv. Per. 91 alude a sus habitantes como los Bursaonenses, de idéntica forma a como los refiere la Naturalis Historia de Plinio: Plin. Nat. 3, 24: ver textos aquí) de la Bursau celtibérica (citada también por Ptolomeo en Ptol. Geog. 2, 6, 57, que la cita como Bursada, entre los Celtíberoi), ceca de acuñación (ver ficha aquí y pieza aquí) presumiblemente vinculada a la tribu celtibérica de los lusones (véase, sobre éstos: BURILLO, F.: "Sobre el territorio de los lusones, belos y titos en el siglo II a. C", en Estudios en Homenaje al Dr. D. Antonio Beltrán, Zaragoza, 1986, pp. 529-549, que puedes descargar desde aquí) (un sintético mapa de dichas tribus puede verse en el indispensable Atlas de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza, mérito de nuestra antigua colega Pilar Rivero, alma mater del Proyecto Clío, del Portal Rediris, también de referencia entre los favoritos de cualquier internauta amante del mundo clásico). A los lusones pertenecerían también otras ciudades celtibéricas de la zona como Turiasu (La Oruña-Tarazona, con interesante enlace en la Web del Patrimonio Romano en Aragón), Karaues (Magallón) o, ya en Navarra, Kaiskata (Cascante), todas también cecas de acuñación (sobre el poblamiento celtibérico en la zona son de referencia los trabajos de AGUILERA, I.: "El poblamiento celtibérico en el área del Moncayo", en BURILLO, F. (ed.): Poblamiento celtibérico, Zaragoza, 1995, pp. 213-234 y ANDREU, J.: "Las Comarcas de Borja y del Moncayo en época celtibérica", CESBOR, 41-42, 1999, pp. 111-238). En época de las guerras sertorianas, y según la ya citada noticia de Livio, sus cosechas fueron asoladas por Sertorio en el 76 a. C. -como las de los Cascantini de Cascantum (Cascante) o las de los Graccurritani de Graccurris (Alfaro): ver sobre ella el sugerente blog Arqueograccurris- cuando se dirigía hacia Calagurris (sobre ésta, que habrá de merecer algún día atención monográfica en este blog, puede verse la síntesis que ofrece on-line la web de Amigos de la Historia de Calahorra). Después, ya en época imperial, es presumible que la ciudad se extendiera desde el cerro de La Corona -solar del oppidum indígena celtibérico (sobre éste, en el marco de la Ruta Celtibérica, puede verse AGUILERA, I.: "Bursau, Museo Arqueológico (Borja)", en BURILLO, F. (dir.): Ruta Celtibérica, Zaragoza, 2008, 53-54, descargable aquí)- al llano tal como documentaron notables hallazgos arqueológicos fruto del crecimiento urbanístico experimentado por la ciudad de Borja a finales de los años ochenta (ROYO, J. I., y AGUILERA, I.: "Avance de la II campaña de excavaciones arqueológicas en Bursau, 1979 (Borja, Zaragoza)", CESBOR, 7-8, 1981, 25-74 y AGUILERA, J., y PAZ, J.: "Excavaciones arqueológicas en el nº 59 del Polígono de la Romería (Borja, Zaragoza)", CESBOR, 7-8, 1981, 75-108). Presumiblemente, su presencia en los listados plinianos como ciuitas stipendiaria en época de las fuentes manejadas por Plinio -seguramente la época de Augusto- y su pervivencia como pólis en la lista ptolemaica permite suponerle una promoción al estatuto municipal en época flavia (véase, sobre ella, ANDREU, J.: "Incidencia de la municipalización flavia en el conuentus Caesaraugustanus", Salduie, 3, 2003, 163-185, disponible aquí), momento en que debió ser extraordinario centro viario como mansio de la uia de Caesaraugusta a Asturica Augusta (It. Ant. 443, 5, con comentarios en MAGALLÓN, Mª Á.: "La red viaria romana del municipium Turiaso", Turiaso, 9-1, 1983, 153-166 y, especialmente, "Notas sobre la red viaria en torno a Borja y su comarca", CESBOR, 4, 1979, 97-108, el primero, disponible en red aquí). En la extensión de la ciuitas hacia el llano operada durante toda la época imperial puede percibirse una cierta panorámica si el visitante ubica sobre este plano actual de Borja (pincha aquí) el área del oppidum celtibérico -coincidente con la zona del castillo/La Corona y la futura judería- y los lugares en los que las actuaciones arqueológicas han venido exhumando niveles domésticos romanos: el Polígono de la Romería y la Torre del Pedernal, en definitiva, el área ubicada entre la subida al Santuario de Misericordia y el castillo.
Descripción: Quien esté mínimamente versado en la arqueología de esta noble ciudad aragonesa, tal vez se sorprenda de la inclusión de su predecesora romana en este blog. Efectivamente, es poco lo que el visitante puede hoy ver "in situ" de la antigua Bursao (y, más aun, resulta lamentable el estado en el que se encuentran los restos de varias viviendas exhumadas en los años ochenta en la denominada Torre del Pedernal, a la izquierda de la carretera que, desde Borja, conduce al Santuario de Misericordia y desde la que, por otra parte, se tiene una singular vista del castro de La Corona, solar de la Bursau celtibérica: ver foto en el encabezamiento de este post) pero es mucho el esfuerzo que trasluce un pequeño Museo, el Museo Arqueológico de Borja, instalado en la antigua iglesia-parroquia de San Miguel y que, desde luego, habla con claridad de la apuesta que por la investigación arqueológica ha venido haciendo, casi desde su fundación, el Centro de Estuios Borjanos de la Institución Fernando el Católico. Por eso, visitar ese Museo es toda una lección no sólo de la Historia Antigua -y la Prehistoria, excepcionalmente bien representada a través de objetos de las emblemáticas excavaciones de Moncín o de Majaladares- del Campo de Borja sino también de lo mucho que la iniciativa cultural local -si convergen las sinergias adecuadas- puede hacer en pro de nuestro patrimonio arqueológico. En el citado Museo -en las vitrinas 9 y 10- se dan cita materiales no sólo de la Bursao romana (delicioso resulta el conocido entalle con representación de Ganímedes, que estudiara AGUILERA, I.: "Sobre un entalle romano de Bursau", CESBOR, 4, 1979, pp. 89-96: ver sensacional foto aquí) sino también de la vecina Belsinon -actual cerro de El Convento, en Mallén- (de la que se conserva una hermosa basa de pilar cuadrangular) y de uillae del territorium de la primera (por ejemplo, el emblemático Crismón esgrafiado sobre una sigillata de la uilla de Los Quiñones) que, de hecho, debieron ser abundantes (véase, por ejemplo, BURILLO, F. (dir.): Carta Arqueológica de Aragón. Inventario Preliminar, Zaragoza, 1989, pp. 114-118). El Museo incluye, además, una transparencia a tamaño casi real del documento más singular de la Arqueología romana de la Comarca y uno de los más singulares de cuantos ha facilitado la Epigrafía Latina hispana en el último decenio: el denominado "Bronce de Agón" (AE, 1993, 1043, con foto completa aquí), hallado casualmente en Las Contiendas (agón) y cuyo original se custodia en el Museo de Zaragoza.
Bibliografía: Aunque se ha ido citando mucha a propósito de las reflexiones anteriores, quien desee estar al día sobre el avance de la investigación arqueológica en la zona no debe perder de vista ni la prestigiosa revista Cuadernos de Estudios Borjanos (ver índices aquí o en la utilísima dialnet) ni -aunque esté más centrada en la Arqueología del área del Moncayo (sobre el que sigue siendo de referencia el trabajo A. A. V. V.: El Moncayo. Diez años de investigación arqueológica. Prólogo de una labor de futuro, Tarazona, 1989, disponible en PDF en la red)- la revista Turiaso, del Centro de Estudios Turiasonenses, igualmente activo en materia arqueológica (ver índices aquí).
Recursos en internet: Dada la importancia histórica del enclave, sobre éste puede obtenerse notable información en la red, por ejemplo, a partir de las voces Bursau -en Wikipedia- y Bursao -en la Gran Enciclopedia Aragonesa OnLine-. Como yacimiento arqueológico, la Diputación de Zaragoza lo recoge en su catálogo electrónico de yacimientos (pincha aquí) y una somera aproximación al Museo puede hacerse a través de este vídeo (pincha aquí) instalado en Google Videos con motivo de la inauguración del citado centro en Mayo de 2007. Poco se habla del pasado antiguo de Borja -sí del Museo Arqueológico-, sin embargo, puede resultar también un buen reclamo el reportaje que el programa La Magia de Viajar, de Aragón Televisión, dedicó a la capital del Campo de Borja hace apenas dos años (disponibles desde YouTube).
Recomendaciones: Más allá de su condición de capital de la hermosa Comarca de Borja -tierra de más que notables vinos, especialmente la serie Borsao de Viña Ainzón y los vinos de las Bodegas Bordejé y de la Cooperativa Santo Cristo, en la vecina Ainzón-, de su papel como piedemonte, además, del Parque Natural de la Dehesa del Moncayo, en la Comarca del mismo nombre, y de centro desde el que acercarse a notables atractivos arqueológicos como los citados de La Oruña -en Vera de Moncayo (ver sensacional y actualizado post del Blog del Aragón Romano aquí)- o el Museo Arqueológico de Tarazona (datos técnicos aquí), para quien escribe estas líneas, Borja evoca sobre todo recuerdos de la infancia -mi abuelo fue durante años director del Colegio Público Campo de Borja- que traeremos a estas líneas a título de recomendaciones para el visitante. De aquella época recuerdo los deliciosos cafés cortados -pues luego los he probado, entonces me parecían algo sólo reservado a los mayores- de El Volante o de El Casino, en el centro mismo de Borja, y los pinchos -especialmente las madejas y los huevos rebozados y rellenos- de el Bar Moka, vecino al Colegio Público antes citado. También recuerdo con cariño las excursiones y paseos por dos parajes de notable atractivo natural: el Santuario de Misericordia de Borja -a apenas 5 kilómetros de la ciudad: ver fotos aquí-, y la fuente de Moncín, vecina a El Buste, algo más allá del Santuario (ambos parajes aparecen recomendados en la voz Borja de la Gran Enciclopedia Aragonesa OnLine). La restauración en la ciudad de Borja ha mejorado notablemente en los últimos años y alrededor de la misma se han instalado notables restaurantes entre los que podría destacarse El Portal del Moncayo, en Albeta o el Restaurante Las Ruedas, a pocos metros antes de entrar en el casco urbano de Borja, complementos del tradicional Restaurante Gabas, al pie del Parque de San Francisco. La anunciada -e incoada- construcción de un Parador de Turismo en el Monasterio de Veruela, sin duda, añadirá a esta zona el establecimiento con encanto y clase que, desde hace tiempo, venía reclamando (ver noticia de agencia aquí).