ILVBERIS (Lumbier)
















Situación: Lumbier, recoleta villa navarra de la antigua e histórica Merindad de Sangüesa, está situada a apenas 40 kilómetros al Oeste de Pamplona, la capital de la Comunidad Foral de Navarra y, además, se encuentra excelentemente comunicada con ella gracias a la proyectada -y ejecutada ya en más de 20 kilómetros de recorrido- autovía de Pamplona a Jaca. Por tanto, su visita -y la del entorno que preside, con elementos monumentales tan notables como el Monasterio de San Salvador de Leyre o el Castillo de Javier- es un extraordinario complemento para conocer las primeras estribaciones prepirenaicas de la montaña navarra.
Acceso
: Para llegar a los únicos restos arqueológicos muebles conocidos de la ciuitas de los Iluberitani de Plinio (Plin. Nat. 3, 3, 24, en su conocida descripción del conuentus Caesaraugustanus, ya varias veces aludida en este blog), el viajero ha de acceder a Lumbier y en la primera rotonda -apenas cruzado el río Irati- dirigirse hacia la derecha. Después de una ligera subida, se gira a la izquierda y, una vez estacionado el coche en esa zona se continúa a pie hasta los bajos de una notable y moderna edificación de ladrillo -donde, tras unas verjas (cierto que con el interior algo sucio y descuidado, por más que la opción de conservar los restos resulte digna de encomio) se ubican las estructuras más notables- y, después, bordeando dicho edificio hacia la izquierda, accediendo a la denominada Plaza del Claustro, sobre la puerta del Centro de Jubilados del Centro Cívico de la localidad, se conserva el mosaico que -con dichas estructuras de opus caementicium- preside este post junto a una imagen de la monumental estructura de opus caementicium, evidencia de la existencia de algún notable edificio -tal vez de uso público- en la antigua Iluberis.
Tipología
: Como ya anotamos en otra ocasión (ANDREU, J.: "Ciudad y territorio en el solar de los Vascones en época romana", en ANDREU, J. (ed.): Navarra en la Antigüedad. Propuesta de Actualización, Pamplona, 2006, pp. 179-228, esp. pp. 212-213) el hecho de que Iluberis aparezca sólo citada entre los populi stipendiarii del conuentus Caesaraugustanus referidos por Plinio (se trataría, pues, de los stipendiari Iluberitani: "los habitantes de la ciuitas stipendiaria de Iluberis") dificulta nobalemente conocer datos sobre esta comunidad a partir de época de Augusto, momento en que hay que fechar las fuentes de Plinio el Viejo. Es presumible pensar que la ciuitas -como todas las comunidades hispanas no privilegiadas antes del 70 d. C.- se debió convertir en municipio flavio si bien su ausencia en Ptolomeo (a no ser que, como ha propuesto RAMÍREZ SÁDABA, J. L.: "Las ciudades vasconas según las fuentes literarias y su evolución en la tardoantigüedad", en Espacio y tiempo en la percepción de la Antigüedad Tardía [Antigüedad y Cristianismo, 23], Murcia, 2006, pp. 185-202 -descargable desde aquí- la Biturís ptolemaica -Ptol. Geog. 2, 6, 66- pueda identificarse con Iluberis) plantea la incógnita de su supervivencia "jurídica" en dicha época. Es evidente que en el siglo II d. C., el solar de la actual Lumbier estaba poblado y notablemente monumentalizado, como demuestran los restos arqueológicos presentados por Mikel Ramos y a los que pertenecen los que hoy pueden visitarse (RAMOS, M.: "Excavaciones en la ciudad romana de 'Ilumberis' (Lumbier, Navarra)", Caesaraugusta, 78, 2007, pp. 521-534, disponible aquí) pero otra cosa será saber el estatuto jurídico que la ciudad tuvo. ¿Resultó vinculada (adtributa) a algún centro cívico municipal mayor próximo (¿tal vez la ignota ciuitas de Campo Real?)?, ¿estamos ante una ciudad más de las muchas que Ptolomeo no cita y que sin embargo, sí tuvieron importancia en el siglo II d. C., cuando el alejandrino escribe?. Son muchos los interrogantes pero lo que sí está claro es que, como ha demostrado, nuevamente, J. L. Ramírez Sádaba (RAMÍREZ SÁDABA, J. L.: "La toponimia de las ciudades vasconas", en ANDREU, J. (ed.): Los Vascones de las fuentes antiguas. En torno a una etnia de la Antigüedad Peninsular, Barcelona, 2009, pp. 127-143) su topónimo es una evidencia más de que -al margen de cuál fuera, si la hubo, la conciencia de grupo de los Vascones en la antigüedad y de que éstos puedan ser casi un constructo étnico creado o potenciado por los propios romanos (SAYAS, J. J.: "Cuestiones relacionadas con la etnia histórica de los Vascones", en RODRÍGUEZ NEILA, J. F., y NAVARRO, F. J. (eds.): Los pueblos prerromanos del Norte de Hispania. Una transición cultural como debate histórico, Pamplona, 1998, pp. 89-139)- al menos en el sector oriental del solar atribuido a los Vascones por las fuentes antiguas, si quiera parte de la población hablaba vasco (de la zona proceden los antropónimos vascónicos Dusanharis/Naru[-]eni, Abisunhari/Ummesahari/Narhungesi, Naruheni, o Irurciradin documentados en Sofuentes -AE, 1977, 477 e IRMN, 63-, en Lerga -IRMN, 50- o en Sádaba -CIL, II, 2976- respectivamente, por ejemplo, o el teónimo Lacubegi documentado en Ujué -IRMN, 34-, por ejemplo). La propia evolución del término Iluberis -en latín pero con el componente vascónico ilu="ciudad" también persente en la formación de los topónimos Andelo o Pompelo- al topónimo vasco Irunberri -Lumbier en su denominación euscárica- es bastante transparente en este sentido. Sea como fuere, la ciuitas debió ser centro de un territorium especialmente productivo, al pie de la vía que unía Iacca con Pompelo y no demasiado lejos de la que, según una reciente propuesta (MORENO, I,. LOSTAL, J., y BIENES, J. J.: Item a Caesar Augusta Beneharno. La carretera romana de Zaragoza al Bearn, Ejea de los Caballeros, 2009) conectaba Caesaraugusta -por tanto el valle del Ebro- y Aquitania -por tanto el Pirineo-. La uilla romana conservada en Liédena (con página oficial aquí y amateur aquí), frente a la espectacular Foz de Lumbier, es un extraordinario ejemplo de esas posibilidades económicas que explicaron la instalación de la ciuitas en un amplio cerro sobre el río Irati (sobre su origen como ciuitas y las peculiaridades del poblamiento prerromano en la zona, es inexcusable consultar el trabajo de ARMENDÁRIZ, J.: De aldeas a ciudades. El poblamiento en Navarra durante el primer milenio a. C., Pamplona, 2009, pp. 251-301, esp. 296-297).
Descripción
: Como se dijo más arriba, es muy poco lo que ha llegado a nuestros días de la antigua ciuitas de los Iluberitani, sin embargo, el ambicioso proyecto municipal de construcción de un Centro Cívico en el pueblo ha permitido no sólo reexhumar algunos restos arqueológicos ya conocidos desde antiguo sino, sobre todo, conservar aquéllos y otros nuevos. Lo que el visitante puede contemplar hoy es un notable mosaico en blanco y negro -muy parecido, en técnica a los que decoraban el peristilo de la vecina uilla romana de Liédena, hoy en el Museo de Navarra- y que puede fecharse en el siglo II d. C., y, sobre todo, unos monumentales muros de opus caementicium (el resistente y admirable hormigón romano) que han sido interpretados como de aterrazamiento del terreno o de apoyo a un notable edificio de carácter público de la antigua ciudad romana sin que pueda precisarse nada más sobre el uso que dicho edificio pudo tener en la Antigüedad. Se trata de dos vestigios que suponen un acertado complemento a una ruta de ciudades romanas que -ojalá un día sea real- podría articularse en la zona a partir de las notables de Santa Crís de Eslava, Cabezo Ladrero de Sofuentes (ya en Zaragoza), y, especialmente, Los Bañales de Uncastillo (también en la provincia de Zaragoza). Desde luego, invertir en el mejor conocimiento y la necesaria puesta en valor de estos enclaves -al que habría que unir el espectacular pero aun virgen de Campo Real/Fillera (Sos del Rey Católico-Sangüesa) dotaría a estas tierras de un atractivo más complemento, sin duda, del que por sí tiene la riqueza monumental medieval de la zona algunos de cuyos reclamos ya se comentaron más arriba.
Bibliografía
: Al margen de los títulos citados hasta aquí, se recomienda la consulta de un antiguo post de este blog (pincha aquí) que, consagrado a los Vascones, ofrece enlaces de interés sobre la cuestión y, prácticamente, pistas para localizar la ya vastísima producción bibliográfica sobre esta singularísima y muy atractiva etnia de la Antigüedad hispana.
Recursos en internet
: Un atractivo vídeo disponible en la web del Ayuntamiento (pincha aquí), incide, precisamente en la capacidad estratégica de esta villa navarra que, desde luego, debió resultar -como se ha dicho- clave en la Antigüedad. La propia web del Ayuntamiento alude a los restos romanos (pincha aquí) de los que, por otra parte, apenas puede tenerse constancia a través de internet sino por medio de noticias de prensa alusivas al descubrimiento de los vestigios referidos (a través de la web Foces del Camino o de las noticias de Diario de Navarra).
Recomendaciones
: La proximidad de Lumbier a lugares aludidos en anteriores posts de este blog y que han vuelto a ser traídos a colación en esta misma entrada nos exime aquí de abundar en recomendaciones y remitimos a dichos lugares para ellas. Eso sí, si se quiere comer en Lumbier, barato y bien, La Tieta, junto al Centro de Interpretación de Las Foces.

2 comentarios:

  1. Hola, Javier, paso por aquí para citar algunos nombres que sólo contaban en el papel, pero que impresionan en su realidad:
    Thuburba Maius, El Djem y Dougga.

    Un abrazo,

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  2. Marta, ya ves que este blog se ha quedado en algo demasiado local pero, ¿quién pudiera visitar las ciudades de las que hablas? Cuando lo haga, las subiré al blog, por supuesto, y en tu honor. Gracias!

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