En septiembre de 2019, Oppida Imperii Romani celebraba con gozo la inclusión de la asignatura "Epigrafía e instituciones romanas" en el plan de estudios de algunos Grados ofrecidos por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, como optativa de los Grados en Historia y Filología Hispánica y como obligatoria para los alumnos del Diploma en Arqueología. Cuando se escriben estas líneas está a punto de terminar el curso 2020-2021, marcado por la pandemia del Covid-19, que ha supuesto el segundo año de impartición de dicha materia que han cursado, en total, con notable entusiasmo -y algunas dificultades con el Latín pero siempre con mucha voluntad de aprendizaje- 22 alumnos en el curso 2019-2020 y 17 en el curso 2020-2021, números que, en cualquier caso, son una esperanza para los estudios de Epigrafía Latina en la Universidad española.
Hace apenas unos meses, en el feliz contexto del inicio del segundo año de impartición de esta asignatura sobre inscripciones romanas, nuestro blog ya anunció la puesta en marcha de una serie de tutoriales en vídeo sobre Epigrafía Romana -semejantes a los que, sobre Historia del Próximo Oriente y sobre Historia de Grecia y Roma realizamos en el primer semestre para la asignatura de "Mundo Clásico"- que, aunque básicamente se detienen en los distintos tipos de inscripciones romanas, incorporan también uno sobre la Historia de la investigación epigráfica y otro sobre el futuro de ésta, que es ya presente a través de la Epigrafía Virtual (antes digital) y la Epigrafía 3D. Dichos vídeos han sido elaborados en el marco del Proyecto de Innovación Docente "Digitalia inscripta: nuevas herramientas para la docencia en Epigrafía Romana" reconocido por el Servicio de Calidad e Innovación de la Universidad de Navarra y en su realización técnica han colaborado dos alumnos internos del Departamento de Historia, Historia del Arte y Geografía, Ane Urrizburu y Javier Larequi.
Aunque, y más en el contexto del actual proyecto europeo "Valete uos uiatores", del que hablábamos en este blog hace algunos meses, la idea es que la sección de Epigrafía Romana del canal de YouTube se vaya incrementando con nuevos materiales, nos parecía que el cierre del segundo curso en que la asignatura se ha impartido ofrecía un buen pretexto para recopilar de forma sucinta -de ahí el título del post, tituli hic: "aquí (las) inscripciones", tomado de una célebre inscripción siciliana (CIL, X, 7296)-, pensando en los estudiantes de Epigrafía que puedan tropezarse con este post, la gramática de los tipos de inscripciones romanas que ilustran los tutoriales disponibles a día de hoy y que resumen algunos de los que han sido objeto de atención en las sesiones presenciales de la asignatura, perfectamente replicables, nos parece, a otros planes de estudios de otras Universidades en los que se imparta la "ciencia de las inscripciones" (un buen complemento, introductorio o de repaso, a esta entrada puede ser el capítulo de ALVAR, A., "Forma y estructura básica de las inscripciones latinas", en Fundamentos de Epigrafía Latina, Madrid, 2009, pp. 297-320).
[1.] Inscripciones funerarias (tituli sepulchrales). Se trata, normalmente, de inscripciones dedicadas por un comitente (o varios) que encargan el monumento (en nominativo) a, normalmente, un único difunto (en dativo) precedidas, a partir de la década de los 60 del siglo I d. C., por la invocación a los dioses Manes. Ocasionalmente, bien el difunto, bien el comitente van acompañados de alguna aposición -en función del caso en que vayan cada uno de ellos- que indica el parentesco entre ambos o, si se trata del difunto, una enumeración de adjetivos que forman parte del elogium fúnebre que este tipo de tituli destilan desde su origen. Habitualmente se indica también la edad, bien en ablativo (si va precedida del verbo, normalmente uixit: "vivió durante X años") bien en genitivo (si no va precedida de dicho verbo: "de X años") junto con un verbo de dedicación del tipo posuit ("colocó"), faciendum curauit ("se ocupó de hacerlo") o fecit ("hizo") y alguna fórmula orientada a garantizar el descanso del difunto (especialmente sit tibi terra leuis, "que la tierra te sea ligera"). Buenos ejemplos son el altar de Picula (IRMN 41) y la estela de (A)emilia Vafra (HEp9, 431), ambas procedentes de la necrópolis de Santa Criz de Eslava o la hermosa estela de Iunius Masclus, hoy en el Museo de Castiliscar (CAUN, 27, 2019, pp. 153-161).
[2.] Inscripciones votivas (tituli sacri). Se trata de monumentos, normalmente con formato de altar y, por tanto, con una tipología menos variada que la de las inscripciones funerarias, dedicadas a alguna divinidad (en dativo) y promovidas por un comitente (en nominativo) que suele indicar, a través de un lenguaje formular diverso, las razones de la dedicación, siempre variadas pero mayoritariamente fruto de un voto (ex uoto) o de la liberalidad del ejercicio del mismo (uotum soluit libens merito) fórmulas ambas que van acompañadas de algún verbo del tipo dedicauit ("dedicó") o posuit ("puso"). Buenos ejemplos pueden ser el altar, casi árula, a Peremusta procedente de Santa Criz de Eslava (AE, 1956, 225) o el dedicado a Júpiter Óptimo Máximo (IRMN 17) recuperado en El Solano de Aibar, en el territorium de esa ciuitas de Vascones.
[3.] Inscripciones de obras públicas (miliarios). Aunque se trata de un género mucho más amplio, que merecerá otros tutoriales en el futuro y que, hasta la fecha, sólo hemos abordado a partir de los miliarios, su gramática es notablemente sencilla. Suele aparecer en ellas el nombre del comitente -y donante, en tanto que la paga- de la obra pública en cuestión (en nominativo), la categoría material de la obra costeada (en acusativo) con todos los detalles sobre sus acabados y características (en ablativo, habitualmente) y, finalmente, algún verbo relativo a la dedicación en este caso con una semántica mucho más amplia que la indicada en los tipos anteriores (dedit, "dio"; dedicauit, "dedicó"; fecit, "hizo"...) que suele, además, ir acompañado de alguna precisión sobre el coste, el modo de pago, etcétera (ante la amplitud de opciones remitimos a la síntesis, con numerosos ejemplos que elaboramos para el capítulo "Tituli operum publicorum", en Fundamentos de Epigrafía Latina, Madrid, 2009, pp. 397-464). Los miliarios imperiales, en parte, reproducen esa misma gramática con el nombre del emperador que sufragó la vía (en nominativo, normalmente, en época alto-imperial, en dativo a partir del siglo III d. C.) sólo que, en muchas ocasiones, carecen de verbo (pues se sobreentiende, salvo que haya que matizar alguna acción concreta relacionada con la construcción o reparación de la vía) y sí cierran con la indicación, con numeral, de la milla de la vía a la que sirve el monumento: milia passuum. El ejemplo procedente de Santa Criz de Eslava, de Maximino y Máximo (CIL, II2/17, 188) ofrece una buena aproximación a esta tipología.
[4.] Inscripciones honoríficas (tituli honorarii). Normalmente en formato pedestal, las inscripciones honoríficas, como las de obras públicas, solían ocupar lugar en los loca publica, en los "espacios públicos" de las ciudades y, en particular, en los foros si bien su gramática dedicatoria y conmemorativa tiñó también de ese carácter honorífico a los tituli sepulchrales, a los epitafios. Normalmente incorporan, en primer término, el nombre del honrado (en dativo) al que siguen los cargos o méritos por los que se le honra -los primeros configuran el denominado cursus honorum, la "carrera de servicios" a la comunidad de un determinado personaje, fuera éste del rango que fuera- y el nombre (en nominativo) del que promueve la dedicación bien sea un particular -que puede, también, como en las inscripciones funerarias, añadir como aposición su grado de vinculación o parentesco con el honrado- o una colectividad (una ciudad, por ejemplo o sus magistrados). El verbo de la dedicación, normalmente abreviado y a veces acompañado de algún sintagma circunstancial (ob merita, "por sus méritos"; ex testamento, "conforme a disposición testamentaria"; ex decreto decurionum, "de acuerdo a una disposición del consejo decurional local"...) suele pertenecer al mismo campo semántico que el de los tituli operum publicorum. El ciclo en honor a Q. Sempronio Vítulo de las antae de acceso al pórtico occidental del foro de Los Bañales de Uncastillo (AE 2016, 819) puede ser un buen ejemplo de dicha gramática.
[5.] Inscripciones imperiales (tituli imperatorum et domus eorum). Sin lugar a dudas, desde la extensión del hábito epigráfico en época de Augusto, el emperador fue el principal destinatario de las honras públicas. Podría decirse, por tanto, que los tituli imperatorum -que, normalmente, ocupan un lugar destacado en los nuevos fascículos del Corpus Inscriptionum Latinarum- son sólo una suerte de inscripciones honoríficas sólo que dedicadas al Princeps. Por tanto, su gramática es exactamente igual que la anterior si bien la omnipresencia de homenajes estatuarios imperiales en las plazas mayores de tantas ciudades romanas de Oriente y Occidente explica que, en ocasiones, su texto vaya en nominativo y, sobre él, figure la estatua imperial. Pero, lo habitual es que vayan en dativo y que con ese dativo del nombre del emperador vayan todos los títulos, aclamaciones imperatorias y cognomina ex uirute que fue adquiriendo en su biografía y que, de hecho, tienen un gran valor cronológico para la datación de estos tituli. Los ejemplares del foro de Los Bañales, uno dedicado a Lucio César (AE 2016, 818) y otro al emperador Tiberio, precisamente por el Q. Sempronio Vítulo antes indicado (AE 2015, 656) son un buen ejemplo de esta especial categoría epigráfica.
Ojalá que esta recapitulación no sólo de a conocer parte del patrimonio epigráfico del territorio que las fuentes antiguas atribuyen a los Vascones sino que sirva como material de consulta para quien desee aproximarse a una apasionante disciplina que tanto aporta para nuestro conocimiento de las sociedades antiguas y, en particular, de la romana (para valorar ese aporte de información recomendamos volver a nuestro trabajo "¿Para qué sirve estudiar la Epigrafía Latina?", en Siste uiator!: la epigrafía en la antigua Roma, Alcalá de Henares, 2019, pp. 27-34; de igual modo que para la tipología de las inscripciones romanas es útil el reciente libro de SIMÓN, I., Inscripciones romanas. Mensajes milenarios en la Ciudad Eterna, Roma, 2020). Ojalá que así sea.
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