Como reza, en expresión de Géza Alföldy, el encabezamiento de Oppida Imperii Romani, el hallazgo de nuevas inscripciones romanas, en tanto que auténticos documentos históricos, hace latir más deprisa el corazón de quienes nos dedicamos a la Antigüedad. Bien lo sabemos, de hecho, quienes hemos tenido la fortuna -seguramente inmerecida, fruto del azar, aunque también de nuestra pasión y trabajo- de formar parte del equipo que, en Los Bañales de Uncastillo, ha vivido, en 2011, 2012 y 2015, extraordinarios descubrimientos epigráficos que han marcado, de hecho, la historia reciente de la investigación en el lugar. Quienes nos dedicamos a la investigación en Antigüedad, además, solemos conceder a los documentos epigráficos una validez especial una vez que, efectivamente, son fuentes extraordinariamente objetivas que nos aportan, además, luces sobre cuestiones que, en muchas ocasiones, no llamaron la atención de los textos literarios antiguos. Decimos, de hecho, casi con ecos evangélicos, que cuando aquéllos callan, son las piedras las que hablan (véase, por ejemplo, ANDREU, J., "¿Para qué sirve estudiar la Epigrafía Latina", en ALVAR, J. (coord.), Siste uiator! La Epigrafía en la Antigua Roma, Alcalá de Henares, 2019, pp. 27-34, pero también cualquiera de las otras aportaciones de ese volumen) y en alguna ocasión nuestros colegas portugueses, siempre menos prosaicos y más poéticos que nosotros, han empleado ese matiz "parlante" de las "piedras" como imagen para títulos de importantes obras ya de referencia (CARDIM, J. (coord.), Religiões da Lusitânia. Loquuntur saxa, Lisboa, 2002 o ENCARNAÇÃO, J., d'., Epigrafia. As pedras que falam, Coimbra, 2010).
El tristemente recordado año de 2020, como anotábamos en el primer post de este ya entrado 2021, parece que guardó para sus últimos días impactantes noticias sobre hallazgos epigráficos. Aunque, entre el 26 de diciembre y final de año el protagonismo mediático -y en la web social- se lo llevó el hallazgo del nuevo thermopolium de la regio V de Pompeya -sí, como vimos, también con regalo epigráfico en forma de grafito, de titulus scariphatus en el mostrador del citado establecimiento de comida rápida romano- quienes estamos más o menos familiarizados con la epigrafía hispana asistimos con extraordinaria alegría a la noticia, cierto que poco difundida (lo que unido a la fecha de publicación de la misma nos ha obligado a cerciorarnos de que no estábamos asistiendo a una inocentada propia del día de los Santos Inocentes), del hallazgo en Cártama, en Málaga, solar del antiguo municipio flavio de Cartima, de un hermoso e imponente pedestal romano alusivo al ciudadano romano Caius Fabius Fabianus y a una -como él- "vieja conocida" de la epigrafía romana de la Bética, la mujer Iunia Rustica. La noticia, hasta donde hemos podido constatar, apenas apareció en la versión digital del Diario Sur, aunque se hizo relativamente viral en grupos sobre Antigüedad Clásica en las redes sociales gracias al post de esa misma fecha publicado en la página de Facebook del citado diario, noticia que, además, se une a la, más reciente, del redescubrimiento de otras antigüedades en el municipio -entre ellas un hermoso mosaico de los Trabajos de Hércules- que eran conocidas por la traditio histórica del siglo XIX, fundamentalmente gracias a Manuel Rodríguez Berlanga -el que, a la sazón, fuera el editor princeps de la lex Malacitana (CIL, II, 1963) y uno de los colaboradores del volumen II del Corpus Inscriptionum Latinarum el gran proyecto decimonónico, aun vivo, de recopilación de inscripciones romanas- pero que se habían dado por perdidas (sobre antiguas excavaciones y antiguos hallazgos en esta ciudad romana, desde comienzos del siglo XIX, debe verse RODRÍGUEZ OLIVA, P., y BAENA, L., "Excavaciones arqueológicas en Cártama durante los años 1833 y 1834", Baetica: Estudios de Arte, Geografía e Historia, 34, 2012, pp. 165-220).
El titulus, de muy cuidada ordinatio, no presente problema alguno para su lectio y sigue la gramática habitual de las inscripciones honoríficas, de las que hemos hablado, no hace mucho, en algunos de los ejemplos que recogemos en la lista "Epigrafía Romana" de nuestro canal de vídeos en YouTube. La dedicante es Iunia D(ecimi) f(ilia) Rustica (línea 4), el homenajeado es C(aius) Fabius C(aii) f(ilius) Fabianus, en dativo (líneas 1 y 2), y aquélla hace constar, además, su condición de uxor de éste (línea 5). Del esposo se expresa, además, su vinculación a la Quirina tribus (sobre ésta véase recientemente FERNÁNDEZ CORRAL, M., "La mención a la tribus Quirina en la Hispania Citerior: ciudadanía, autorrepresentación y cultura epigráfica", en ORTIZ DE URBINA, E. (coord.), Ciudadanías, ciudades y comunidades cívicas en Hispania (de los Flavios a los Severos), Sevilla, 2020, pp. 74-99), la tribu jurídica propia de los municipios flavios como lo fue Cartima, y se indica, también, su origo de Singilia Barba (línea 3) es decir, su patria municipal (sobre la origo puede verse nuestro trabajo en Gerión, 26-1, 2008, pp. 349-378) en esa ciudad tradicionalmente reducida al Cerro del Castillón de Antequera, también en Málaga, apenas a 70 kilómetros de Cártama. Cierra el texto, en la línea 6, la ambigua fórmula D · D que puede interpretarse bien como d(ono) d(edit) -"la ofreció como obsequio"- o, más verosímilmente, por el alcance del monumento y por su sesgo público, d(ecreto) d(ecurionum), "con autorización de los decuriones", del consejo local rector de la administración municipal que habría tutelado el lugar concreto en que dicha estatua obraría en la ciudad (sobre la ambigüedad de esa fórmula, consustancial a muchas de las abreviaturas formulares de los textos epigráficos, es célebre el trabajo de ENCARNAÇÃO, J. d'., "Decreto decurionum: algumas notas sobre o mecanismo decisòrio municipal na Hispânia Romana", en Ciudad y comunidad cívica en Hispania, siglos II y III d. C., Madrid, 1993, pp. 59-64).
En Epigrafía Romana, existe un procedimiento metodológico, el prosopográfico, que trata de reconstruir la biografía de personajes de la Antigüedad Romana a partir del escrutinio de la información que, sobre ellos, se refleja en las inscripciones. Aunque, desde Ronald Syme, la prosopografía se ha empleado sobre todo para las biografías de miembros de las clases dirigentes de Roma, especialmente caballeros y senadores (sobre esta técnica debe verse, con bibliografía, la ya clásica síntesis de CABALLOS, A., "La técnica prosopográfica en Historia Antigua ante la pérdida de Sir Ronald Syme", Veleia, 7, 1990, pp. 189-207) existe también la posibilidad, si el corpus de inscripciones disponibles lo facilita, de aplicar dicho método al estudio de miembros de la elite local municipal. Y ése es, precisamente, el caso que nos ofrecen C. Fabius Fabianus y su esposa Iunia Rustica. Escrutando las inscripciones del entorno, del primero sabemos que era amicus del citado optimus et praestantissimus ciuis -"excelente y destacadísimo ciudadano"- M. Fuluius Senecio, ciudadano de Aratispi -otra ciudad romana de la actual provincia de Málaga, en Cauche el Viejo- y que como tal, en compañía de otros notables de la zona, le dedicó una estatua (CIL, II2/5, 733). Además, nos consta que en su patria, Singilia Barba -ahora confirmada por el nuevo documento descubierto en Cártama- pagó una estatua dedicada a la Libertas Augusta (signum cum basi, dice la inscripción: "la estatua con su pedestal", podríamos traducir) y lo hizo, además, "con su dinero" (pecunia sua) (CIL, II2/5, 771) razón que, acaso, le valió recibir un homenaje en la propia ciudad aunque se ignora la instancia dedicatoria pues la pieza, lamentablemente, está fragmentada (CIL, II2/5, 804). Existe otro C. Fabius Fabianus homenajeado por su padre, del mismo nombre, en Setenil de las Bodegas, no lejos de la antigua Acinipo, también en la provincia de Málaga (CIL, II, 1356). Por un pedestal conservado en el Museo Arqueológico Provincial de Málaga (CIL, II, 1956) sabemos que, como ahora se confirma, estaba casado con Iunia Rustica que le cita en dicho pedestal como uir suus, como "su esposo". Pese a que de Iunia Rustica sólo contábamos, hasta ahora -momento en que se añade la que encabeza este post-, con una única inscripción -precisamente el aludido pedestal del Arqueológico de Málaga- ésta constituye una de las más destacadas manifestaciones de munificencia cívica en la Hispania Romana y, desde luego, hasta donde recordamos, la más generosa -o una de las más generosas- de cuántas protagonizaron las mujeres. Como tuvimos oportunidad de explicar hace un par de años en una conferencia en la Semana Romana de Cascante (ver diapositiva 42 de esta presentación, también disponible en vídeo, íntegra) Iunia Rustica ejemplifica muchos aspectos de la dimensión pública de la mujer en el mundo romano. En primer lugar, por la inscripción, sabemos que fue la primera sacerdotisa -presumiblemente responsable de la promoción y dinamización del culto imperial local- del municipio Cartimitano -sacerdos perpetua et prima in municipio Cartimititano, dice el documento- que, como anotábamos, fue esposa de C. Fabius Fabianus y que tuvieron, al menos, un hijo del mismo nombre. Quizás, al marcar su filiación con la fórmula D(ecimi) f(ilia) -que también se repite, ahora, en el nuevo documento Cartimitano- puede ser que su padre fuera D(ecimus) Iunius Melinus que, en otra inscripción del repertorio local (CIL, II, 1955) aparece como el primer eques, el primer "caballero" del municipio estando, además, vinculado a la Galeria tribus, propia de ciudadanos Romanos que alcanzaron dicho privilegio antes de las reformas flavias. Pero es que, además, la gran generosidad que manifestó para con dicha comunidad alcanzó límites extraordinarios que la convierten, de hecho, en paradigma de las perfectissimae feminae de la elite local hispanorromana, como las ha denominado recientemente, con acierto, el inexcusable trabajo de NAVARRO, M., Perfectissima femina. Femmes de l'élite dans la Hispanie romaine, Burdeos, 2017 que, de hecho, en pp. 409-410, se entretiene en esta figura (sobre ella y sus donaciones debe verse MOLINA, Mª P., "Una sacerdotisa del municipium Flauium Cartimitanum: Iunia Rustica", en Historia(s) de mujeres en homenaje a Mª Teresa López Beltrán, Málaga, 2013, pp. 48-61, aunque su figura es recurrente en los siempre excelentes trabajos de Enrique Melchor Gil, del Departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Córdoba, sobre la generosidad pública de los notables locales de la Bética, la mayoría, además, en acceso abierto en su perfil en Academia.edu, al menos véase este trabajo publicado en NAVARRO, F. J. (ed.), Pluralidad e integración en el mundo romano, Pamplona, 2010, pp. 221-245 donde se habla expresamente de Iunia Rustica y de las formas de integración de la mujer en la escena pública local hispanorromana). Así, a juzgar por esa inscripción, conocida ya de antiguo, sabemos que Iunia Rustica restauró los pórticos de su ciudad -acaso del foro donde también colocó un signum aureum Martis, una "estatua de Marte en oro"-, pórticos que estaban deteriorados por su antigüedad (porticus uetustate corruptas refecit), además, liberó a la ciudad del pago de varios uectigalia -deudas derivadas de diversos arrendamientos de servicios públicos-, otorgó a la comunidad un terreno para la construcción de unos baños públicos (solum balinei) que, además, una vez construidos, adornó con una porticus, una piscina y una estatua de Cupido (cum signo Cupidinis), donaciones todas que, además, y seguramente para otorgarles visibilidad en la inauguración, acompañó de un banquete (epulo dato) y de la celebración (editio) de unos spectacula locales, de unos "espectáculos" lo que pudo suponer un notable desembolso económico para su, seguro, consolidada riqueza (para una traducción de la inscripción puede verse p. 52 del artículo de Mª P. Molina arriba citado; para conocer el foro de Cartima puede verse el trabajo de BERLANGA, Mª J., y MELERO, F., "Nuevos datos para el estudio del espacio forense de la ciudad de Cartima", Romula, 14, 2015, pp. 127-160).
Los dos personajes citados en la inscripción ahora descubierta en Cártama, además, ilustran con notable claridad algunos de los rasgos típicos de la vida municipal hispanorromana. Como puede verse, y como destacaba, de hecho, el artículo de Diario Sur que enlazábamos más arriba, resultó frecuente la interconexión municipal a través de los lazos clientelares, y familiares -en este caso, conyugales- entre miembros de la elite local. Así no sólo Iunia Rustica, de Cartima, casó con un varón de Singilia Barba, C. Fabius Fabianus, sino que, además, éste tenía, a su vez, lazos de amistad con miembros de la elite de otra ciudad del conuentus Gaditanus, Aratispi. Además, la prosopografía de ambos personajes demuestra el peso de la gens, de la familia, en la elaboración de este tipo de biografías políticas a escala local una vez que sabemos que Iunia Rustica era, probablemente, hija del primer caballero de Cartima que habría ascendido a dicho rango en época julio-claudia y que casó con un ciuis Romanus, bien conectado, de nuevo cuño, como sería C. Fabius Fabianus que habría accedido a dicho rango en virtud de la municipalización obrada por las reformas flavias (sobre éstas véase, en este mismo blog nuestro clásico trabajo sobre la cuestión mejorable, ya, en muchos aspectos: pueden verse, al respecto, las actualizaciones realizadas por David Espinosa Espinosa o las que, pronto, se publicarán por parte de Enrique Paredes Martín).
Sin embargo, aquí no acaba todo, además de las virtudes prosopográficas de este nuevo documento Cartimitano, a tenor de lo que sabemos de la Epigrafía de esta antigua ciudad romana (recogida sucintamente, pero con toda la bibliografía de referencia, en este trabajo académico de PÉREZ MONTIEL, I., Estudio de una ciudad romana a través de la Epigrafía: el municipium flavio Cartimitano (Cártama, Málaga), Sevilla, 2018 y que también puede seguirse a través de Hispania Epigraphica Online) la inscripción ahora descubierta se empeña en subrayar la importancia y la validez de los documentos epigráficos y su absoluta veracidad una vez que este pedestal da razón de ser a parte de la inscripción munificente de Iunia Rustica de la que hablábamos anteriormente. En esa inscripción, Iunia Rustica culminaba su cascada de actos en beneficio de la ciudad pagando con su dinero las estatuas a ella y a su hijo C. Fabius Fabianus, estatuas que habría decretado el senado local y, aun más, completó ese ciclo estatuario con una statua C(aio) Fabio Fabiano uiro suo, es decir, "con una estatua a Cayo Fabio Fabiano, su marido", estatua de la que, justamente, ahora se ha localizado el pedestal redondeando así nuestra imagen de una de las mujeres más ilustres de la vida municipal de la Bética romana y demostrando el papel que la mujer tenía como garante de la fama y el prestigio de una familia de notables.
El hallazgo de este pedestal podría decirse que demuestra, a escala local, la veracidad de los documentos epigráficos y su extraordinaria utilidad como fuente histórica. Como documento histórico, e incluso artístico dada su indiscutible belleza, este titulus se convierte ya en una razón más para, en cuanto nos sea posible, visitar las ruinas de esta espléndida ciudad romana que, como nos recuerda la web de recursos Legión Novena Hispana, cuenta con no pocos atractivos visitables a los que se añade, ahora, este pedestal que, parece, va a formar parte del proyectado Museo arqueológico local cuya construcción está en marcha desde 2018. Ojalá pronto podamos dedicar a Cartima una entrada en Oppida Imperii Romani complemento de ésta en la que simplemente pretendíamos recordar que, efectivamente, en muchas ocasiones, las piedras 'hablan' y, además, dicen 'la verdad'.
¿Qué han borrado delante de SINGILIENSE?
ResponderEliminarGracias, Jesús, por tu comentario y por el modo como, constantemente, compartes nuestros "posts" en redes sociales, contribuyendo, de ese modo, a darles visibilidad.
ResponderEliminarNo se ha borrado nada, al menos no me lo parece a simple vista. Lo que hay es un "vacat" que es lo que, técnicamente, los epigrafistas indican como un hueco, un vacío, en la "ordinatio", en la maquetación de la inscripción. Lo lógico es que la "origo", "Singiliensi", hubiese estado algo más centrada pero a veces a los "scriptores" de inscripciones les pasaban estas cosas resultado de un mal cálculo del espacio. Algo de eso ya tratamos en un "post" anterior que remite a otro previo, también útil: http://oppidaimperiiromani.blogspot.com/2017/03/de-qvadratario-titvlorvm-y-ii.html
Un saludo,