[Porta principalis sinistra del castellum reconstruido en Saalburg y réplica de inscripción dedicada a la Victoria en conmemoración de un triunfo sobre los Germanos
en el siglo III d. C. -AE, 1913, 1231-]
[Si no puedes visitar personalmente el lugar, accede aquí a un vídeo sobre él]
Situación: Saalburg ("ciudad de sal") es el topónimo con el que se conoce a uno de los enclaves más míticos de la Alemania romana: el de un monumental castellum militar instalado en el momento de la incorporación de la cuenca del Rhin al dominio romano en época de Domiciano, que creció especialmente a partir de Adriano, que fue excavado a finales del siglo XVIII y que, finalmente, fue puesto en valor con una simbólica y espectacular restauración por Guillermo II de Alemania en 1897. Aunque -como se explicará más abajo y como muchos otros asentamientos que cumplieron la misma función que el de Saalburg: custodiar la frontera entre el Imperio y las tierras bárbaras- no contó nunca de estatuto urbano, es hoy uno de los iconos de la huella romana en el país teutón y, por tanto, una visita obligada para quien quiera acercarse al mundo fronterizo y militar que caracterizó la parte norte de la Germania Superior y, prácticamente, todo el curso del río Rhin.
Acceso: Aunque el acceso puede resultar complicado para quien no viaje en su propio vehículo (ver Mapa de acceso en la web oficial del enclave: aquí) sin embargo, el lugar está a menos de 20 kilómetros al Noroeste de Frankfurt, por tanto, en la región de Hessen. Para llegar a él desde Frankfurt, se ha de tomar dirección Oberursel y, después, dirección Bad Homburg. Bad Homburg es la localidad que habrá que atravesar para -a través de la denominada Deutsche limes-strase: "carretera romana del limes" (ver más información en el apartado "Recursos en internet" de este post) y siguiendo las indicaciones en marrón- girando a la izquierda, apenas a 2 kilómetros de Bad Homburg, acceder al fuerte romano de Saalburg.
Tipología: No es la primera vez que hacemos una excepción en Oppida Imperii Romani. Un oppidum, en la terminología romana, es una "ciudad" por más que, ocasionalmente, el término se entienda como "ciudad fortificada" pues las fuentes romanas acostumbraron a llamar oppida a las ciudades que, a modo de castros, eran habituales en el horizonte cultural indígena, prerromano. La historiografía francesa ha querido, además, a partir del empleo del término oppidum en la Naturalis Historia de Plinio el Viejo, darle un sentido jurídico más allá de su sentido intrínseco exclusivo (el urbanístico o material, físico) y entender que los oppida son comunidades de estatuto intermedio entre las ciudades peregrinas -ajenas al derecho de Roma- y los municipios -que poseen un estatuto privilegiado, latino o romano- (ver, por ejemplo, en castellano, el por otra parte excelente y muy recomendable libro de LE ROUX, P.: Romanos de España. Ciudades y política en las provincias (siglo II a. C.-siglo III d. C.), Barcelona, 2006, pp. 122-128: para el tema de los estatutos jurídicos de las comunidades locales romanas puede ser conveniente repasar un viejo post de este blog: pincha aquí). Nada más lejos de la realidad. Un oppidum es -sencillamente- una ciudad tenga el estatuto jurídico que tenga (también es útil al respecto CAPALVO, Á.: "El léxico pliniano sobre Hispania: etnonimia y designación de asentamientos urbanos", Caesaraugusta, 63, 1986, pp. 49-67) y un oppidum Latinum -como, por ejemplo, los que cita Plinio en su descripción de los distritos jurídicos hispanos (de algunos se ha hablado aquí: Cascantum, por ejemplo, o Ercauica) es un municipio latino, es decir: una ciudad -en lo urbanístico- pero un municipio con pleno funcionamiento administrativo municipal -en lo jurídico- (el tema es espinoso, en cualquier caso, y nos hemos ocupado de él, contra la historiografía francesa, recientemente en ANDREU, J.: "En torno al ius Latii flavio en Hispania. A propósito de una nueva publicación sobre Latinidad", Faventia, 29-2, 2007, pp. 37-46, disponible aquí). Por eso, el enclave de Saalburg, un monumental castellum -es decir, un "fuerte"- de control del limes (es decir, de control del punto exacto que separaba el Imperio Romano de las tribus germanas, en torno al Rhin), no sería, en rigor un oppidum por no alcanzar estructuralmente categoría urbana, sin embargo, es tan sobrecogedora su puesta en valor, tan interesante su ubicación y tan ilustrativa -¡y hasta emotiva!- su visita que -como ya hicimos con Osterburken, otro castellum semejante, o, en cierta medida, con la celtibérica Segeda, que no era, en rigor, un oppidum Imperii Romani (pues se enfrentó a Roma) pero sí un oppidum pues constituía, a los ojos de Roma, una ciudad (aunque fuera indígena)- nos parecía que el enclave merecía una entrada en este blog, tan volcado hacia la Germania Superior en este mes. Lógicamente, en torno al citado "fuerte" creció un uicus, es decir, un asentamiento vecinal de carácter rural en el territorium de la ciudad romana más próxima, que sería la actual Frankfurt, Nida en la antigüedad romana y que, sin embargo, no conserva demasiados restos. En cualquier caso, sólo la emoción de poder pasear -desde el castellum, saliendo, a la izquierda, tras un agradable camino por el bosque- a un lado y a otro de la empalizada que se ha instalado en el lugar por el que pasaba el limes y, por tanto, poder poner un pie ahora en el Imperio, ahora en el área "bárbara" es, desde luego, motivo más que suficiente para dedicar a Saalburg un espacio de privilegio entre los Oppida Imperii Romani y... para rendirle una visita.
Descripción: El establecimiento militar de Saalburg, que tuvo su origen en el momento de la pacificación de la Germania Superior al finales de la época flavia (hacia el 83 d. C.) y que se mantuvo como tal hasta la época tardoantigua permite un excelente acercamiento a la estructura clásica de un campamento romano. Rodeado de una potente muralla protegida de su correspondiente uallum ("foso") y con un camino de ronda -uno de cuyos ramales custodiaba el limes, cuyo paso es hoy conmemorado con una empalizada de madera y un talud de tierra a apenas 200 metros del recinto- en su interior el visitante puede contemplar el praetorium en que vivía el comandante de la cohorte allí acantonada (ver apartado "Recursos en internet" -en este mismo post- para hacerse cargo de su estructura y mobiliario); los denominados principia, el "cuartel general" del asentamiento en el que se organizaba también la intendencia y administración del mismo (hoy empleados como sala para explicar la evolución del asentamiento a través de la Historia y el papel que jugó en relación con la custodia del limes); el sacellum o "templete" del culto imperial, tras los principia e inmediatamente antes de la porta principalis opuesta a la entrada; y los strigia o "barracones para la tropa", de los que, incluso, se ha reconstruido uno de ellos, el correspondiente a un contubernium, es decir, una agrupación de ocho soldados en un espacio minúsculo -de ahí el sentido del término "contubernio" en castellano-. Para documentarse sobre la típica estructura campamental, resulta útil la página de uno de los enclaves campamentales hispanorromanos más conocidos, el de Aquae Quarquernnae, del que hablábamos a propósito de Aquae Aureliae en otro post de este blog: pincha aquí). En la parte derecha del recinto, antes de los barracones y delante de la simpática taberna (la "cafetería" del lugar) se ha instalado un espacio museístico que, desde luego, por la calidad de los materiales en él expuestos constituye uno de los grandes atractivos del lugar y nos permite un acercamiento excelente a la vida cotidiana en este tipo de asentamientos. Lógicamente, la visita al castellum de Saalburg es también una buena guía para aproximarse al que debió ser el habitual horizonte epigráfico de este tipo de establecimientos castrenses. De hecho, en el patio de los principia del campamento, justo antes del sacellum del culto imperial (en el que se custodia parte de la documentación epigráfica con que ha obsequiado el lugar) se han instalado algunas piezas emblemáticas en el catálogo epigráfico germánico -unas procedentes de Saalburg, otras no (la mayoría, de hecho, del campamenteo de Stockstadt, también junto al Rhin) y, por tanto, reproducciones- y en el horizonte votivo de cualquier establecimiento de estas características. El repertorio expuesto incluye dedicatorias al Genius loci (CIL, XIII, 6654 o 6636) -los "espíritus" tópicos protectores del lugar-, a Júpiter (CIL, XIII, 11780) y a la casa imperial (AE, 1994, 1305), a la Magna Mater (CIL, XIII, 7458), y, por supuesto, al emperador (AE, 1893, 37) pues las inscripciones dedicatorias a su persona ocupaban un lugar central en cualquier acantonamiento militar, de ahí la presencia del sacellum al que antes aludimos. Entre todas las piezas de la colección epigráfica expuesta resulta especialmente apropiado al contexto castrense e histórico del enclave el pedestal dedicado a la dea sancta Victoria, en el año 262 d. C., conmemorando la victoria sobre la gens barbara Semnonum siue Iuthungorum (AE, 1913, 1231) procedente de Augsburg y cuya imagen preside este post.
Bibliografía: Como puede suponerse, un enclave que se ha convertido en un icono de la arqueología clásica alemana y que -como reza el título de una de las últimas misceláneas sobre el lugar- ha pasado de ser un punto de control del limes a un visitadísimo Museo europeo Patrimonio de la Humanidad, ha generado muy notable bibliografía. Desde trabajos clásicos como el de SCHULZE, E.: Das limeskastell Saalburg, Hamburgo, 1912 hasta el -a nuestro juicio- excelente SCHALLMAYER, E. (ed.): Hundert Jahre Saalburg. Von Römischen Grenzposten zum Europäischen Museum, Mainz, 1997 que conmemora, precisamente, los 100 años de la restauración del complejo -en 1897- y que, a través de contribuciones de expertos en museografía, balística, poliorcética, territorio, ejército..., ofrece documentación sobre cualquiera de las cuestiones que la vida en el limes puede sugerir. En cualquier caso, acudir a un enclave como éste casi trae a la memoria dos clásicos de la literatura latina cuya revisión resulta especialmente recomendable una vez que, además, están excelentemente bien editados en castellano: la Germania de Tácito (la edición de la Biblioteca Clásica Gredos es, siempre, un valor seguro, aunque existen también traducciones en internet: pincha aquí) y -quizás menos conocido pero que resultará delicioso para los amantes de cuestiones castrenses y estratégicas- el Epitome rei militaris de Flavio Vegecio Renato (un autor tardoantiguo cuya obra ha sido recientemente editada por la excelente biblioteca de temas militares romanos, de producción hispana, además, Signifer Libros, aunque también con múltiples ediciones en internet, por ejemplo aquí).
Recursos en internet: La página web del Parque Arqueológico de Saalburg (pincha aquí) ofrece información básica sobre el enclave muy orientada, en cualquier caso, a los visitantes (apenas hay información histórica) así como datos sobre su amplia oferta de actividades. Para el trazado exacto del limes por la zona puede verse la página que le dedica la recurrente Wikipedia (con buenos mapas) o la página Limes in Deutschland. Es inexcusable la visita a la recentísima entrada que dedica a Saalburg -con adecuada explicación sobre la funcionalidad de la parte central del castellum, el praetorium que servía de residencia del comandante militar- el blog Itálica Romana muy útil, por cierto, por su excelente acopio de recreaciones en 3D e infografías de emblemáticos edificios de la arquitectura romana, especialmente hispana (todo un descubrimiento). Por su parte, la página que Alemania dedica a los monumentos del país que gozan de un estatuto de protección especial de la UNESCO como Patrimonio Mundial ofrece una visita 360º al enclave que nos ocupa (pincha aquí: ciertamente espectacular). Más información puede obtenerse en la sensacional página web -ya citada a propósito de otras entradas germanas de este blog- de la Deutsche Limes-Strase, que incorpora descripción e informaciones útiles sobre muchos de los asentamientos que formaban parte de esta sugerente línea fronteriza -y, seguramente, también de contacto intercultural- en la Antigüedad.
Recomendaciones: Mucho se ha hablado ya sobre la antigua Germania Superior en este blog. Las continuas -siempre gratificantes y nunca suficientes- estancias de investigación de quien escribe estas líneas en Alemania han facilitado dicha labor por más que -y es perceptible- quien firma estos posts se siente más cómodo dando noticia sobre enclaves hispanos. Recién instalada en el blog la aplicación de etiquetas -a la derecha, en la página de navegación- en la que se indican los nombres de ciudades, provincias y distritos jurídicos (para las hispanas) abordados en los ya dos años de andadura de Oppida Imperii Romani, acceder a cualquier información -práctica o teórica- sobre cualquiera de los enclaves que -por otra parte, próximos a Saalburg- han sido ya tratados y elaborar una ruta de viaje es sencillo: basta con pinchar en la etiqueta Germania Superior (pincha aquí) y documentarse para aprovechar la visita a Saalburg como pretexto para conocer otras ciudades -en ese caso sí- de esta lejana provincia (al menos para los que la vemos desde el otro extremo del antiguo Imperio Romano). Por eso, y dado que huelgan ya más recomendaciones, sólo haré una más saliendo al paso del triste tópico que, en la Europa Occidental, nos hemos forjado sobre los alemanes y que, creo, honestamente, que no es justo. Y será una reflexión rápida: este pueblo es elegante, pero no distante; trabajador pero no adicto al trabajo; ordenado pero no maniático; reservado pero no egoísta; discreto pero no aburrido... El resto, son tópicos infundados... Tal vez por todo ello, y desde hace años, están -en muchas cosas que van, lógicamente, más allá del fútbol: que parece ser lo único que importe últimamente y lo único que coloque a uno o a otro país en la cumbre del mundo- a la cabeza de Europa... ¡y sin crisis!... Ojalá aprendamos mucho de ellos...
2 comentarios:
Es posible que jamás pueda visitar los lugares que indicas en este blog tan trabajado y tan bien elaborado. Llevo semanas leyendo varias entradas y he de reconocer que nunca estaré a la altura de este conocimiento.
Me gustan tus comentarios y me parece muy justo que rompas una lanza por los alemanes, a los que por supuesto conoces y entiendes. Espero que también les ayudes a ellos a acabar con los tópicos que de nosotros tienen...! ;)
Un saludo.
Gracias, Lola,
Pues yo que pienso que en muchas de las entradas cualquier otro colega podría dar mucho más de lo que yo doy...
Muy interesante el "intercambio" que propones con los alemanes. Lo intentaré aunque tendrá que ser ya la próxima vez que vuelva pues el mes que viene estaré ya en España.
Un abrazo y gracias,
Javier
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