INTER MEDIVM VASCONVM

 

[Cubierta del volumen homenaje a Mª Jesús Peréx Agorreta, que acaba de ver la luz en la Colección "Varia" de la Editorial UNED]

"Los vascos son uno de los pueblos que han llamado más la atención a los eruditos e investigadores de todos los tiempos, sobre los que, desde hace siglos, se vienen vertiendo más falsedades, que no resisten la menor crítica histórica, que han pesado después a muchos políticos que las mantienen (...) En los últimos años se han publicado trabajos importantes que arrojan mucha luz sobre los vascones en la Antigüedad". Con estas palabras abría, y cerraba, José María Blázquez, un citadísimo y utilísimo trabajo suyo sobre los Vascones antiguos probablemente el último de los varios que dedicó a esa singular etnia de la Antigüedad, tan presente, por razones que conocen bien los lectores, en Oppida Imperii Romani (Trabajos de Arqueología Navarra, 20, 2007-2008, pp. 103-150). En ese mismo artículo, el tristemente desaparecido Catedrático de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid y miembro, desde 1990, de la Real Academia de la Historia y que nos dejó en 2016, recordaba haber abordado las noticias literarias sobre los Vascones de la Antigüedad en dos pioneros trabajos de los años 1964 y 1989 que hemos consultado todos los que nos hemos acercado, alguna vez, a esa controuersia Vasconiae, como en otras ocasiones la hemos llamado en este blog parafraseando el título de un conocido trabajo de Juan José Sayas (SAYAS, J. J., "De historiae Vasconiae rebus controuersis", en Primer Congreso General de Historia de Navarra, Pamplona, 1987, pp. 89-124). Huelga aquí valorar lo mucho que este insigne arqueólogo e historiador de la Antigüedad -"sin duda el historiador español de la Antigüedad más conocido dentro y fuera de las fronteras de este país" (MANGAS, J., y ALVAR, J., "Presentación", en Homenaje a José Mª Blázquez. Vol. I, Madrid, 1993, pp. XIII-XIV)- aportó a la dinamización de los estudios sobre Antigüedad en España, a su internacionalización y, en parte, también, a su modernización o "consolidación" por utilizar la palabra que él mismo empleaba al respecto en un sensacional trabajo retrospectivo que se recogió en un volumen que quien escribe estas líneas tuvo el privilegio de editar en 2009 y al que remitimos (Hispaniae: las provincias hispanas en el mundo romano, Tarragona, 2009, pp. 173-190; otra sensacional valoración de sus aportaciones puede leerse en la respuesta que dio Antonio Blanco Freijeiro al propio Blázquez el 14 de enero de 1990 cuando éste fue recibido públicamente en la Real Academia de la Historia: BLÁZQUEZ, J. Mª, La sociedad del Bajo Imperio en la obra de Salviano de Marsella. Discurso leído el 14 de enero de 1990 en el acto de su recepción pública por el Excmo. Sr. D. José María Blázquez Martínez y contestación por el Excmo. Sr. D. Antonio Blanco Freijeiro, Madrid, 1990, pp. 79-86).

Activa representante de la escuela de investigadores que el propio José Mª Blázquez formó a su alrededor desde su llegada a la Complutense en los primeros años sesenta -"quizás la (escuela) más numerosa del país", como él mismo escribió (BLÁZQUEZ, J. Mª, "Algunas ideas sobre mi pensamiento historiográfico", en CRESPO, S., y ALONSO, Á. (eds.), Scripta antiqua in honorem Ángel Montenegro Duque y José Mª Blázquez Martínez, Valladolid, 2002, pp. 41-48)- y partícipe de los valores que inspiraron la misma ha sido Mª Jesús Peréx Agorreta dedicada en cuerpo y alma a la Universidad Nacional de Educación a Distancia casi desde la creación de la misma en 1972 -ella se incorporó a dicha institución en 1978-, de cuya Facultad de Geografía e Historia fue decana durante dos fructíferos mandatos (2011-2018) y una de esas investigadoras que, automáticamente, quien está mínimamente versado en la Antigüedad peninsular, relaciona con un tema primordial, el de los Vascones antiguos. Cierto que Mª Jesús Peréx, como comprobará quien realice un escrutinio de su dilatado historial investigador, está también muy unida, junto con Francisco Díez de Velasco, a otra cuestión también incoada -como tantas otras- por el maestro Blázquez y a cuya investigación ella supo dar continuidad desde una necesaria óptica multidisciplinar, la del termalismo curativo peninsular en los tiempos antiguos y, en particular, romanos. Sobre ambas cuestiones, Mª Jesús Peréx ha dejado dos obras como legado y referencia, difícilmente superables pese al paso de los años y que, podría decirse, han envejecido -al menos en el primer caso- extraordinariamente bien, una la que constituyó su opera prima, Los Vascones (el poblamiento en época romana), Pamplona, 1986 y otra la que ha supuesto la coronación de una carrera científica de notable impacto, la obra colectiva Vbi aquae ibi salus: aguas biomedicinales, termas curativas y culto a las aguas en la península ibérica (Madrid, 2017) ésta última disponible, además, para descarga gratuita como ebook y título ya imprescindible para el estudio de las religiones antiguas que, de hecho, tanto interesaron a su maestro.

En este ya avanzado verano, la Editorial UNED ha puesto en circulación un sencillo volumen, ya a la venta, titulado Inter medium Vasconum pertransibunt aquae. Vascones y termalismo en la Antigüedad hispana. Opera selecta de Mª Jesús Peréx Agorreta (Madrid, 2021) que, en cierto modo, quiere ser un homenaje a su trayectoria docente, académica e investigadora con ocasión de la jubilación de esta investigadora cuya trayectoria científica -como las aguas a través de las montañas según el Salmo en que se inspira el título (Ps. 103, 11)- se ha abierto camino entre no pocas dificultades que han hecho de ella una "mujer fuerte" como, con ecos también bíblicos se la define en el volumen (p. 19). La estructura del volumen -que quien escribe estas líneas ha coordinado con su alumno Javier Larequi, que, tras su oportuna formación de postgrado, va a iniciar una Tesis de Doctorado en el Programa en Artes y Humanidades que ofrece la Universidad de Navarra, tesis centrada en cuestiones relativas al mundo vascónico y a la perennidad, también política, de algunos de los planteamientos que lo han descrito en estas últimas décadas- es muy sencilla pero, a la vez, profundamente meditada como observará quien hojee el índice del mismo. Tres grandes colaboradores de la Profª Peréx, Virginia García-Entero, hoy Profesora Titular de Arqueología en la UNED (pp. 35-46), la conocida arqueóloga navarra Mercedes Unzu (pp. 47-61) y nosotros mismos (pp. 21-34) trazan, en primer término, una semblanza personal y, también, historiográfica, de la protagonista del volumen cuya producción científica se lista, completa, en un capítulo específico (pp. 47-62). A partir de ahí, dos grandes bloques -uno sobre "Los Vascones de las fuentes clásicas" (pp. 63-186), otro sobre "Termas curativas y culto a las aguas en la Hispania Romana" (pp. 187-263)- reúnen los que los editores han considerado constituyen las trece aportaciones más singulares -algunas escogidas, también, por haber sido publicadas en órganos de no demasiada difusión- que esta investigadora ha firmado sobre las dos cuestiones en liza sobre cuyo alcance para la Historia Antigua Peninsular huelga volver a insistir aquí. Cada una de esas contribuciones, además, va debidamente introducida por una nota breve de los editores en la que se valora el contexto historiográfico en que cada uno de los trabajos seleccionados fue compuesto y, también la que, respecto de la cuestión que tratan, puede considerarse que ha sido su aportación primordial. En esas notas puede palparse la perennidad de muchos de los planteamientos de Mª Jesús Peréx respecto de las cuestiones que centraron sus trabajos científicos.

De igual modo que hace algunos años, en esta misma etiqueta Volumina de Oppida Imperii Romani, nos congratulábamos con la publicación de algunos trabajos de temática vascónica en el homenaje a otro gran dinamizador de esta cuestión -y que algo tuvo que ver en el trabajo sobre los Vascones publicado en 1986 por Mª Jesús Peréx y que antes citábamos-, Guillermo Fatás, quienes nos dedicamos a cuestiones relativas a la etnografía antigua peninsular o a aquéllas que, como la del termalismo, tienen un profundo cariz epigráfico, estamos de enhorabuena por contar ahora con un sencillo pero trabajado volumen, en el que encontrar reunidas algunas de las contribuciones que han marcado época, y han creado doctrina -y lo seguirán haciendo- sobre ambas cuestiones. Además, nos parece que, por la protagonista del mismo, por quien lo edita y por la escuela a la que aquélla perteneció el volumen es, en cierta medida, un símbolo de la continuidad de una escuela de investigación, la del Prof. José Mª Blázquez, ciertamente irrepetible y de la que Mª Jesús Peréx, como se ha dicho, ha sido una de las representantes más prolíficas, continuidad a la que quiere hacer homenaje, también, la fotografía que -tomada en Roma un 22 de septiembre en el marco del Congreso de la AIAC de 2008, no lejos del monte Testaccio, cuya investigación y estudios impulsó el Prof. Blázquez junto a su aventajado discípulo José Remesal- cierra esta entrada y que constituye una de las que figuran en los primeros capítulos de este, ya imprescindible -y queremos pensar que histórico- opúsculo que ha hecho posible la feliz y ejemplar colaboración entre los Departamentos de Historia Antigua y de Prehistoria y Arqueología de la UNED y la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, de la que la Profª Peréx fue Profesora Visitante hace apenas dos cursos académicos, justo antes de su jubilación. 


VALETE VIATORES (y II)

 

Este mes de julio que termina ha estado marcado por la dedicación de quien escribe Oppida Imperii Romani al proyecto de Europa Creativa "Valete uos viatores" del que hablamos, a comienzos de año, en este blog, un proyecto de investigación y de difusión que, liderado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra va a generar, con fecha final de mediados de 2022, (1) un gran repositorio digital de modelos 3D de inscripciones romanas procedentes de la ciuitas Igaeditanorum de Lusitania, del Musee d'Aquitanie de Burdeos, en Aquitania, de Los Bañales de Uncastillo y de Santa Criz de Eslava, en la Tarraconense, y de Roma, la capital del Imperio con atención particular al lapidario del Museo Nazionale Romano, (2) una serie audiovisual de cuatro capítulos producida por Clau Creative Services y concebida como un viaje a través de la huella epigráfica de Roma en Occidente, (3) un videojuego que, ambientado en partes de las ciudades antes citadas, permitirá al jugador convertirse en un scriptor de época romana que, poco a poco, se irá especializando en la práctica de la composición de tituli romanos un asunto del que hemos hablado en algunas ocasiones en conferencias varias, y (4) un volumen final que aunará contribuciones de los investigadores de las instituciones académicas socias del proyecto tanto en el ámbito de lo que podríamos llamar Epigrafía tradicional como de otras más orientadas a poner en valor las nuevas herramientas para el estudio y la difusión de este singular patrimonio cultural propio del legado de Roma en Occidente. 

Así, tal como han ido contando periódicamente los perfiles sociales, en Instagram y en Facebook, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, entre mediados del pasado mes de mayo y el momento en que estas líneas ven la luz el proyecto ha realizado la mayor parte de su trabajo de campo. El grupo de Trahelium Studio se ha ocupado de la digitalización de las inscripciones de los enclaves y colecciones arriba indicados al tiempo que el de Clau Creative Services, con la estudiante de la Universidad de Navarra (Historia y Periodismo con el Diploma de Arqueología) Ane Urrizburu como protagonista, ha realizado la grabación de la serie audiovisual como ella misma explicaba en otro vídeo difundido en fechas recientes como aperitivo del documental final. Además, con la vocación de transferencia que hizo nacer el proyecto, se han desarrollado workshops varios tanto en Portugal -a iniciativa de la Faculdade de Letras de la Universidade de Coimbra- como en Roma -a instancias del DigiLab de la Università La Sapienza di Roma, a cuyas grabaciones, incluida la presentación de nuestro proyecto, puedes acceder en YouTube- e, incluso, la participación, bajo la organización de Europa Creativa-Francia en un taller en La Rochelle -el Pixii festival europeo de cultura digital, por medios telemáticos. Fue en ese contexto en que estrenamos un pequeño teaser que pretende glosar, sin explicaciones, sólo con imágenes, el espacio que va desde la fotogrametría 3D de un objeto arqueológico concreto a su inserción, recreado, en el videojuego del proyecto, y que traemos aquí prácticamente en primicia.

Esa intensa actividad ha hecho que, en estos últimos días, nuestro Canal de Vídeos en YouTube -de cuyo contenido epigráfico ya hablábamos en un anterior post de Oppida Imperii Romani- haya ido incorporando nuevos materiales audiovisuales que, en parte, son pequeños avances del proyecto y muestra clara, también, de los que son sus principales pilares y valores -que se resumen en la presentación que cierra este post y que acompañó la apertura del workshop del proyecto celebrado los días 10 y 11 de junio en Roma, en La Sapienza de Roma- y de la que es su principal obsesión: volver a recordar el gran papel que, como medios de comunicación y artífices de globalización, desarrollaron las inscripciones en el mundo romano, documentos éstos que queremos poner, de nuevo, en el centro del interés por la Historia Antigua de Europa. 

Sirva esta nueva entrada como actualización al planteamiento general del proyecto que hacíamos en enero y como primera rendición pública de cuentas, en Oppida Imperii Romani, de la marcha del mismo. 

OPPIDA DESERTA

 

El pasado mes de marzo de 2020, al ritmo de la irrupción del Covid-19 en nuestras vidas y, en particular, en Occidente, Oppida Imperii Romani dio inicio a una serie de reflexiones -en parte imitando un aluvión de artículos sobre pandemias históricas que vieron la luz, por aquel momento, en la prensa de media Europa- sobre los paralelismos que la Historia Antigua ofrecía al presente en relación con las epidemias, con sus síntomas, con su difusión y con las políticas llevadas a cabo para controlarlas y extirparlas. Esas reflexiones, iniciadas el pasado 13 de marzo de 2020 con una relativa a la peste de Atenas del 431 a. C., devinieron lugar a una prolífica etiqueta de este blog que, en cualquier caso, deseamos que pronto, por el cese de la pandemia, pueda dejar de crecer. 

Cuando el pasado septiembre, en la localidad navarra de Cascante -la antigua Cascantum- bajo el impulso de la Asociación Vicus de Amigos de Cascante y el soporte académico de la UNED de Tudela, celebramos la decimoquinta edición de la Semana Romana de Cascante, que tradicionalmente tiene lugar a mediados de junio pero que los confinamientos derivados de la pandemia del coronavirus obligaron a trasladarla al mes de septiembre, estaba claro que el tema elegido para la siguiente edición -que hace apenas unas semanas ha recuperado su fecha original- debía ser el de la gestión sanitaria y la protección de la salud en el mundo romano. Y así fue. En una atmósfera convivial que sólo la gente de Cascante sabe crear, con un buen número de alumnos de la propia Universidad Nacional de Educación a Distancia siguiendo el acto presencialmente y en remoto, a través de Intecca, la plataforma tecnológica de los Centros Asociados de la UNED y con un pequeño grupo de estudiantes del Diploma en Arqueología que ofrece la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, tuvo lugar esa XVI Semana Romana de Cascante en la que participaron expertos arqueólogos, epigrafistas, romanistas e historiadores de la Antigüedad de varias universidades peninsulares todos exponiendo cuestiones relativas a la obsesión del mundo romano en particular -y antiguo en general- por la salud. 

Como viene siendo habitual en los últimos años -y así fue, de hecho, el pasado año, como recordábamos hace doce meses en otro post de este espacio- se nos concedió el honor de dictar la conferencia inaugural del citado ciclo que siguió atentamente un buen número de público que, respetando los aforos y la ya asumida distancia de seguridad, se reunió en el extraordinario marco del Centro Cultural Avenida de Cascante. Aunque la comparativa histórica siempre ha de tomarse con precaución, nos pareció que una vez más -y como recordábamos no hace mucho a las estudiantes de Bachillerato del Colegio Sansueña de Zaragoza, en una charla con la que cerrábamos el pasado otoño académico- la Antigüedad tenía mucho que enseñarnos respecto de un episodio, el de la epidemia del coronavirus, que ha cambiado, se verá si definitivamente, o sólo durante estos extraños meses, nuestras vidas. La charla, titulada "Este virus lo paramos unidos: enseñanzas del mundo clásico a través de los autores antiguos" dio un repaso a la peste de Atenas, a la peste antonina y a la peste de Cipriano -sobre las que tanto sabía y tanto disfrutaba hablando el genial, y tristemente desaparecido Enrique Gozalbes Cravioto (ver un sensacional artículo suyo en Espacio, Tiempo y Forma. Serie 2. Historia Antigua, 26, 2013)- y aportó una visión crítica al modo cómo social, y políticamente, se ha hecho frente al Coronavirus, al menos en nuestro país. La charla fue, además, grabada por Ribera Visión, cuyo Canal de Vídeos en YouTube se está convirtiendo en un sensacional repositorio de conferencias sobre mundo romano derivadas de las últimas ediciones de este simpático. Encabeza este post veraniego de Oppida Imperii Romani que, espero, amenice alguna de estas calurosas tardes estivales.

Como comentábamos en el primer post del pasado mes de junio a propósito de algunas singulares declaraciones políticas de finales de la pasada primavera, espero que, además, el post que aquí termina os haga pensar pero, sobre todo, que pronto pasemos página de esta dolorosa situación que, durante tantos meses, convirtió a nuestras ciudades en oppida deserta, en palabras del historiador Paulo Orosio (7, 15, 15) en una de las acaso, más antiguas definiciones que se conocen del distanciamiento social. Que esa lamentablemente creciente etiqueta Covid-19 de nuestro blog sea pronto, sólo, un espacio en el que recordar, para aprender de un episodio en el que, de verdad, no sólo hemos hecho Historia sino que, además, la hemos vivido.