PRAESIDE SYRIAE QVIRINO

 

[Escena de la Epifanía, con la supuesta policromía original, en el sarcófago constantiniano de Castiliscar, Zaragoza, del siglo IV d. C. © Pablo Serrano Basterra]

"En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue". Este pasaje del Nuevo Testamento (Lc., 2, que enlazamos aquí en su versión latina) introduce el Misterio de la Navidad en un contexto histórico concreto, el del gobierno de la provincia romana de Syria por parte de Publio Sulpicio Quirinio, cuyo cursus honorum, precisamente, conocemos bien por varias inscripciones de en torno al año 12 a. C. en que alcanzó el consulado (CIL VIII, 68, de Africa proconsularis; CIL X, 3804 o AE 2004, 413 de Italia) y cuya condición de legado imperial en Siria figura también en una hermosa inscripción procedente del Líbano, en Beirut (CIL III, 6687) pero hoy conservada en el Museo Arqueologico Nazionale de Venezia, cuya foto -con la restitución de la parte superior- ilustra la parte central de este post

Este Quirinio, o Quirino, además, consta que estuvo conectado con los hijos adoptivos del emperador Augusto, en concreto con Cayo César y con alguno de los prohombres de la República romana, como M. Emilio Lépido , el fundador de la hoy "zaragozana" colonia Celsa. Sobre él tenemos datos no sólo por el Nuevo Testamento y por la documentación epigráfica sino, también, por ser citado por Flavio Josefo (AJ. 18, 1) que, como es sabido, introduce un elemento de discusión en la noticia del evangelista Lucas. Así, si el relato de Lucas adscribe el censo "mundial" al reinado de Herodes -por tanto al año 4 a. C.- el de las Antigüedades Judaicas de Flavio Josefo lo hace al de su hijo Arquelao, ya hacia el 6 d. C. (ver el estado de la cuestión muy bien sintetizado en la entrada "Augusto y el censo de Belén" del blog Augusto Imperator). Así, por esa discordancia de ambas fuentes la realidad histórica del censo y su fecha -quedando incluso abierta la posibilidad de que fueran dos censos diferentes los citados por ambos autores, uno de alcance general y otro de alcance local- la historicidad de la noticia e incluso el periodo en que Quirino fuera gobernador de Siria han generado no poca controversia (véase especialmente DABROWA, E., "The date of the census of Quirinus and the chronology of the governors of the province of Syria", Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik, 178, 2011, pp. 137-142 y, con detalles, GERTOUX, G., Scientific approach to an absolute chronology through synchronism dated by astronomy, Lyon, 2019, pp. 2-43 o, de forma abreviada, los apuntes de R. Syme y B. Levick al respecto del personaje en la voz correspondiente a Quirinio en la versión digital del Oxford Classical Dictionary). 

En realidad, la discusión -que se ha resumido por parte de prestigiosos estudiosos de la figura histórica de Jesús- sólo vuelve a demostrar lo frágil que es nuestro conocimiento en Historia Antigua, como anotamos en "Meditatio et labor", uno de nuestros posts de la serie "Instrumenta", de hace ya un par de años. Y lo es tanto por la naturaleza de nuestras fuentes -Lucas no es historiador, en efecto aunque sí quiere "presentar un movimiento religioso al modo de una historia", biográfica (BLÁZQUEZ, J. Mª., "Fuentes para el conocimiento de Jesús", en Cristianismo primitivo y religiones mistéricas, Madrid, 1995, pp. 19-46, p. 33)- como por la distancia que les separa de los acontecimientos que narran -menos a Lucas que a Flavio Josefo- como por los propósitos -apologético el primero y con aires propagandísticos pro-flavios el segundo-, entre otras muchas razones. Pero, como ya hicimos constar en una anterior felicitación navideña de Oppida Imperii Romani, en realidad la noticia de Lucas sólo busca introducir el acontecimiento clave de la Historia de la Humanidad -sin duda, se sea creyente o no el que más ha influido culturalmente en la conformación del mundo en que vivimos- en unas coordenadas temporales,. históricas, reales que coinciden, además, como ya recordamos hace algunas Navidades, con ese periodo de paz que se abrió en el Imperio Romano tras la pacificación de la Tarraconense por el emperador Augusto y que, para la región de Palestina fue magistralmente descrito por J. Mª Blázquez a cuya lectura remitimos (BLÁZQUEZ, J. Mª., "El mundo en que nació el cristianismo", en Cristianismo primitivo y religiones mistéricas, Madrid, 1995, pp. 47-64, pp. 47-48 y, también en El nacimiento del cristianismo, Madrid, 1990, pp. 19-20) y que Benedicto XVI, en su imprescindible La infancia de Jesús (Barcelona, 2012, pp. 65-66), describía así poniendo en valor, además, el método empleado por el relato de Lucas y subrayando los logros de la gran globalización augústea: "Para Lucas es importante el contexto histórico universal. Por primera vez se empadrona 'al mundo entero', a la 'ecúmene' en su totalidad. Por primera vez hay un gobierno y un reino que abarca el orbe. Y por vez primera hay una gran área pacificada, donde se registran los bienes de todos y se ponen al servicio de la comunidad. Sólo en este momento, en el que se da una comunión de derechos y bienes en gran escala, y hay una lengua universal que permite a una comunidad cultural entenderse en el modo de pensar y actuar, puede entrar en el mundo un mensaje universal de salvación, un portador universal de salvación: es, en efecto, 'la plenitud de los tiempos'".

Un año más, tras 35 nuevas entradas -en junio apenas pudimos ofrecer 2 y no las 3 mensuales que acostumbramos a presentar- Oppida Imperii Romani cierra su recorrido con la tradicional felicitación navideña del blog, siempre, como saben nuestros lectores, con un toque histórico -como no puede ser de otro modo pues, como escribíamos hace algunos años y, especialmente, en la visitadísima entrada "Magi ab Oriente", del año de la pandemia del coronavirus, la Navidad y su celebración vuelven a poner la Historia, y la Historia de la Antigüedad Clásica, en el centro- pero, también, con un toque musical que, en este año en que se cumplen casi veinte de la, quizás, más pop película navideña de todos los tiempos (Love actually, 2003), no puede sino remitir a la banda sonora de dicha cinta que cierra, además, con la sensacional "God only knows", de nuestros admirados The Beach Boys que suena, incluso, navideña. 

¡Feliz y santa Navidad para todos los lectores de Oppida Imperii Romani y un 2023 que venga cargado de muchas reflexiones y noticias que sigan incrementando nuestra pasión por los tiempos antiguos!




BONIS BENE

 

[Cubierta del volumen 101 storie svelate (Roma, 2022) que pone en valor, de un modo singular, las inscripciones romanas del Museo Nazionale Romano]

Aunque el proyecto de Europa Creativa "Valete uos uiatores!: travelling through Latin inscriptions across the Roman Empire" -que tantas entradas ha generado en este espacio en los últimos dos años- se cerró el pasado mes de agosto, en los últimos meses hemos tenido el privilegio de presentar sus resultados en sedes muy distinguidas, entre otras la Universidad de Sevilla, en España, la Universidade de Coimbra, en Portugal, o la Università di Pisa, en Italia. En varios de los actos que se han celebrado en dichos centros universitarios para hacer balance de los logros del proyecto o, como últimamente, para presentar el volumen derivado del mismo -y que, al fin y a la postre, dará perennidad a sus resultados- hemos podido palpar de qué modo cada colega que trabaja con inscripciones romanas siente las inscripciones y concibe la ciencia epigráfica algo que, además, se muestra muy bien en el elenco de intervinientes en la serie audiovisual "Valete uiatores: from Portugal to Rome" que -como uno de los resultados estrella de nuestro trabajo- en estos últimos cuatro meses de 2022 ha emitido el programa "La aventura del saber", de RTVE y que puede verse en la sección correspondiente de la web del proyecto. En uno de esos actos, Vasco Mantas, insigne epigrafista portugués, definió la ciencia epigráfica como una combinación de "paciencia y erudición" y calificó a las inscripciones como "la principal fuente crítica de la Antigüedad". Y, ciertamente, es así y lo es porque, efectivamente, las inscripciones son, para los historiadores, verdaderos relatos históricos de personajes de toda clase y condición que, sencillamente, hemos de saber leer, escudriñar y explotar. El libro que justifica esta nueva entrada de Oppida Imperii Romani muestra con claridad hasta qué punto esa combinación caracteriza -o debe caracterizar- mejor que ninguna otra, el quehacer del epigrafista.

Como solemos contar en esos eventos académicos (se puede acceder a la presentación base que acompaña a las mismas aquí), uno de los objetivos que nos planteábamos al articular el proyecto era el de tratar de dar solución a los problemas de mediación a que -como ya explicábamos en una entrada anterior de este blog- muchos Museos y colecciones museográficas europeas se enfrentan cuando han de exponer los tituli que atesoran en sus colecciones, muchas veces abandonados en insondables y fríos almacenes. Unas veces por su tamaño, otras por el carácter críptico que, para el gran público, tienen los textos latinos, resulta difícil conceder a estas piezas el protagonismo que, sin duda, merecen como documentos escritos de la Antigüedad y como monumentos culturales que son.

Con ese objetivo de hacerlas atractivas, de reivindicar su valor narrativo e histórico y de hacerlas visibles, en los meses de la pandemia del covid-19, el área de redes sociales del Museo Nazionale Romano, el, seguramente, mayor lapidario romano que puede visitarse en Occidente, se embarcó en la elaboración de una serie dinámica de posts en Facebook y en Instagram donde se presentaban inscripciones del repertorio epigráfico del Museo -concebido, esencialmente, en su sede de las Termas de Diocleciano, como un gran "museo de la comunicación escrita de los Romanos"- pero esa presentación se hacía, claramente, en clave narrativa y literaria haciendo lo que ahora ha dado en llamarse story-telling una herramienta ésta que, de hecho, centra la atención de uno de los capítulos del libro del proyecto europeo Valete uiatores (pp. 135-182) -firmado por Valentina Uglietti, del Museo Civico di Reggio Emilia- al tiempo que otro (pp. 95-134) se detiene en las peculiaridades, precisamente, de ese proyecto que, entre la primavera y el otoño de 2020, acabó por transmitir la pasión por la Epigrafía Romana a miles de personas a juzgar por el incremento de followers que las redes del Nazionale Romano registraron en esas históricas y dolorosas jornadas y por el éxito del hashtag #StoriedaMNR relatos e historias compartidas que, efectivamente, constituyeron para muchos, como afirma Silvia Orlandi, Profesora de Epigrafía Romana en la Università di Roma La Sapienza, en el libro que aquí reseñamos, un "appuntamento con l'epigrafia", casi diario, de hecho.

Pues bien, la cara oculta de esa sensacional labor, Carlotta Caruso, epigrafista del citado Museo, se hace visible ahora en un volumen que -como explica Stéphane Verger, el director del Museo Nazionale Romano, en las primeras páginas de la obra- inaugura "una nuova stagione di progetti editoriali" que, sin duda, resulta prometedora a tenor del que constituye su primer hito. El libro, 101 storie svelate. Le iscrizioni del Museo Nazionale Romano raccontano Roma, sobria pero elegantemente editado por Dielle Editore, constituye, sin duda, el primer fructífero paso de una experiencia de tratamiento de las inscripciones cuya potencialidad didáctica y cultural es absolutamente indiscutible y deberá ser más explorada en el futuro. A lo largo de cerca de 220 páginas -que incluyen un pequeño aparato de índice- la autora va presentando una serie de historias que dan vida a los personajes cuyos nombres aparecen en tituli de todo tipo -esencialmente funerarios pero también votivos o sobre soportes y objetos bien diversos, muy singulares- a cuya presentación fotográfica sigue, en apenas página y media, el relato que da vida a los nomina y a los personajes en ellos recogidos así como al contexto al que dichos tituli aluden, elementos todos que, con una notable habilidad, la autora aprovecha como pretexto para explicar costumbres sociales y espirituales de la Roma antigua "stimolando curiosità e interesse ma anche partecipazione emotiva" en los lectores, como afirman dos colegas de la autora en los departamentos educativo y de social media del Museo Nazionale Romano, Sara Colantonio y Agnese Pergola que firman una de las cuatro presentaciones que hacen de pórtico al volumen. Tras el relato que devuelve la vida a las inscripciones escogidas -con un extraordinario acierto en cuanto a la selección tipológica se refiere- cierra cada entrada una breve ficha descriptiva de la inscripción en cuestión, a modo de ficha catalográfica con la esencia básica de la traditio de la misma y de sus características físicas y cronológicas. Sirva como ejemplo el relato que la autora hace de la hermosa inscripción cristiana bilingüe de Licinia Amias (ICUR I, 121) (pp. 80-81), ciertamente tan evocador como profundo y que hace justicia al adjetivo "svelate" ("desveladas") que figura en el título del trabajo.

Precisamente, como decíamos, uno de los aciertos de 101 storie svelate -que, en cierta medida, lo es también de la colección epigráfica que lo inspira, ciertamente única- es el de permitir al lector aproximarse a contextos sociales diferentes de la Roma antigua a partir de inscripciones de formato y características bien diferentes, desde sencillas placas de columbaria (como CIL VI, 6355 -pp. 16-17, nº 1-; 39570 -pp. 36-37-; 6369 -pp. 40-41, nº 13-; 39481 -pp. 44-45, nº 15-; 6246 -pp. 88-89, nº 37-; 8681 -pp. 210-211, nº 98- o la profusamente decorada CIL I2, 1207 -pp. 138-139, nº 62-) -alusivas, además, a profesionales de diversa índole, un sutor ("zapatero"), una psaltria ("tocadora de cítara"), un toparius ("jardinero"), una ornatrix ("peluquera") o un cocus ("cocinero") asunto éste, el de las profesiones, que parece haber sido criterio de referencia por parte de la autora para seleccionar algunos de los materiales- pasando por cineraria, es decir, "urnas de incineración" (como CIL VI, 9214 -pp. 72-73, nº 29-), por hermosos altares profusamente decorados (como CIL VI, 9801 -pp. 82-83, nº 34-; el delicioso 5326 -pp. 108-109, nº 46-, 9801 -pp. 82-83, nº 34- o 37546 -pp. 198-199, nº 92-), cipos sepulcrales (AE 1991, 123 -pp. 52-53, nº 19-), osteothecae pétreas (como AE 1941, 64 -pp. 176-177, nº 81- o CIL VI, 5063 -pp. 192-193, nº 89-) o, saliendo ya del ámbito sepulcral, incluso glandes inscriptae (como CIL XI, 6721 -pp. 24-25, nº 5-), anforiscos con tituli scariphati de contenido erótico (como CIL I2, 477 -pp. 26-27, nº 6-), tegulae marcadas con datación consular (como CIL XV, 1113 -pp. 32-33, nº 9-), tabellae defixionum (como CIL I2, 1012 -pp. 54-55, nº 20-), placas en formato circular (EDR 126783 -pp. 34-35, nº 10-), inscripciones sobre vidrio -como aquélla de la que hemos tomado el título para este post: "(el) bien para los buenos" (AE 1948, 175 -pp. 188-189, nº 87, cuya fotografía sigue a estas líneas)- o el hermoso collar servil en bronce perteneciente a uno de los esclavos de Zoninus (CIL XV, 7194 -pp. 22-23, nº 4-), piezas todas que -por citar sólo algunos casos- suponen un sensacional repaso por la materialidad de la cultura epigráfica de la Roma de los primeros siglos, no sólo en Latín, también en griego como en el ejemplo que reproducíamos más arriba o en la placa del gerente de la Sinagoga de los Calcarenses (pp. 86-87, nº 36). 

Al margen, sin embargo, de la cuestión tipológica -ciertamente sensacional y a la que, en cierta medida, hace justicia también el repertorio de inscripciones del Museo Nazionale Romano que hemos incluido en nuestro Museo Virtual del proyecto Valete uiatores, al que el lector puede acudir para ver las inscripciones enlazadas en este post- el libro es un delicioso manualito para aproximarse e introducirse en cuestiones religiosas, culturales, económicas y sociales de la antigua Roma abordadas, además, con una redacción que, dada la buena pluma de la autora, hará las delicias de cualquier amante del mundo romano pero, también, de la buena literatura histórica. Así, y sin ánimo de exhaustividad, se tratan cuestiones como el ideal romano de la celebritas (pp. 16-17) y la función que la imagen personal jugaba en la iconografía funeraria para satisfacer aquél (pp. 18-19, 122-123, 146-147 o 158-159), se aborda también la normativa jurídica que regulaba la protección de los sepulcros (pp. 38-39) y las evidencias de su constante y festiva frecuentación (pp. 20-21 y 30-31). Se hace hueco también a cuestiones de carácter social como la esclavitud (pp. 22-32 y 152-153), el ejército (pp. 24-25), la carrera municipal y militar y sus singulares ornamenta cívicos (pp. 66-67 y 84-85) amén de la cuestión del trabajo y del mundo laboral que, como se dijo, ocupa un lugar muy distinguido en el volumen (passim). No falta tampoco atención al hecho religioso, tanto atendiendo a la religión pagana oficial -a partir de tituli vinculados a algunas de las más veneradas y populares divinidades del panteón de Roma (pp. 62-63, 80-81, 166-167 o 196-197)- como también al sincretismo que, a partir del siglo II d. C., surge entre paganismo y cristianismo (pp. 80-81), se abordan también cuestiones transversales como los espectáculos, con atención especial a los gladiatorios (pp. 48-51 y 186-187) pero también a los ludi Saeculares (pp. 90-91), e, incluso, hay piezas dentro del catálogo que arrojan luz sobre el complejo y apasionante mundo de la construcción romana (pp. 32-33, 98-99, 110-111 o 124-125) o -deliciosas- sobre el proceso de fabricación de una inscripción romana (pp. 104-105, 1116-117 y 128-129) o sobre el amor y las relaciones humanas en Roma tanto en su dimensión más feliz y erótica (pp. 26-27 o 108-109) como en su componente de dolor, cuando es un amor no correspondido, maldito (pp. 54-55 y 114-115). Tal variedad de asuntos -que, acaso, podrían haberse sistematizado en un añadido a los útiles índices, básicos, que cierran el volumen (pp. 221-223)- demuestra la amplitud de temas que, en nuestro conocimiento de las sociedades antiguas en general y en la romana en particular, son iluminados a partir de las inscripciones y hace justicia también al subtítulo del libro: "iscrizioni (...) raccontano Roma", "inscripciones que nos hablan (de) Roma".

Qué duda cabe que contemplando estas historias, este "acurato lavoro di ricostruzione storica e un po' di immaginazione" -como reza la contraportada del volumen- del que hace gala este libro, en cierta medida se cumple el deseo de muchos de quienes realizaron estas inscripciones en los primeros siglos de nuestra Era, un deseo de "tramandare la storia delle loro vite alle generazioni del futuro", de legar a las generaciones futuras la historia de sus propias vidas. Se trata, pues, nos parece, de un volumen imprescindible -casi equiparable al Si muero no me olvides editado no hace mucho por la Universidad de Alcalá de Henares respecto del singular repertorio epigráfico de la colonia Augusta Emerita, capital de la Lusitania (Alcalá de Henares, 2022, ver reseña aquí)- para quienes, en nuestra docencia de Epigrafía Romana, tenemos por delante el reto de apasionar a nuestros jóvenes estudiantes por el poder que, en la Antigüedad, y todavía hoy, tuvo, tiene y tendrá la palabra escrita, la palabra -en este caso- inscrita. Sin duda que este libro, con el elenco de temas que trata, estimulará la curiosidad de los buenos estudiantes y de quienes -público en general-, tras conectar con el lenguaje de las inscripciones gracias a la labor realizada en la web 2.0 por el Museo Nazionale Romano, se acerquen a un volumen que, sin duda, no les defraudará. 

¡Ojalá sea así! Esperándolo sólo nos queda felicitarnos por este sensacional trabajo de Carlotta Caruso, sobresaliente, y, sin duda, inspirador y que, por ambas razones, bien merecía atención en la sección "Epigraphica" de Oppida Imperii Romani.


VALETE VIATORES (y X)

 


[Cubierta y contracubierta del libro final del proyecto "Valete vos viatores: travelling through Latin inscriptions across the Roman Empire", financiado por Europa Creativa]

Hace algunas semanas, en una sesión sobre investigación en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra varios profesores y personal de administración discutíamos sobre si los proyectos financiados por la Comisión Europea en los últimos años -especialmente los de las convocatorias de Europa Creativa y de Erasmus +- eran, en realidad, proyectos de investigación, de generación de conocimiento o, sencillamente, se quedaban en proyectos de transferencia, de difusión. Aunque la línea que separa ambos elementos -la investigación y la difusión social- es -o, al menos, debe serlo- delgada y poco clara -como explicábamos, de hecho, no hace mucho, en otro post de este blog- el motivo de esta nueva entrada creemos que justifica que, efectivamente, aunque se trate de proyectos que, como busca actualmente la Unión Europea, conviertan en destinatarios de su inversión a un grupo social cada vez más amplio de beneficiarios, tienen también su dimensión investigadora como no puede ser de otro modo cuando en ellos participan las instituciones que deben dinamizar y vertebrar el tejido investigador europeo y mundial y, con esa vertebración, dinamizar la generación de conocimiento: las Universidades. Sobre cómo esa investigación universitaria sirve para hacer ciencia y para, también, mejorar la docencia que en las Universidades se imparte y, con ella, formar estudiantes -en definitiva, ciudadanos- más críticos hemos hablado, precisamente, en una de las últimas entradas de Oppida Imperii Romani, "Pro Uniuersitate" donde hacíamos nuestras unas reflexiones del conocido poeta español Pedro Salinas

Y es que, efectivamente, esta entrada, como percibirá el lector que se haya fijado en las imágenes que la encabezan, celebra la publicación, en open access y para descarga totalmente gratuita, del libro final del proyecto Valete uiatores, proyecto europeo que ha generado una visitadísima etiqueta de este blog que, en principio, quedará cerrada con esta entrada que hace ya la décima de la serie iniciada en enero de 2021. El libro ha sido editado por la prestigiosa Imprensa da Universidade de Coimbra -desde cuya página, a la que apunta el DOI del volumen que hemos hecho constar en Academia.edu, ya puede descargarse en formato pdf estando también alojado en Google Books y en la sección correspondiente de la homepage oficial del proyecto- y ha sido coordinado por quien firma estas líneas junto con el epigrafista portugués Armando Redentor, de la Faculdade de Letras de la Universidade de Coimbra, y la que ha sido secretaria y gestora del proyecto en que el volumen se inscribe, experta en Numismática antigua, Elena Alguacil, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra. El elenco de evaluadores e informantes que, en calidad de Comité Científico del libro, han revisado y mejorado, con sus sugerencias, el manuscrito, todos destacados epigrafistas y estudiosos de la Antigüedad es, además, una garantía del rigor científico de este nuevo volumen que se suma ya a una larga serie sobre esa epigrafía digital -E-pigraphia, como aquí la hemos llamado varias veces parafraseando el recomendabilísimo blog del mismo nombre- que también ha centrado algunas entradas de la serie "Epigraphica" de este espacio y que, ciertamente, constituye una muestra del alentador presente, y mejor futuro, de la ciencia de las inscripciones. El lector que lo desee encontrará bibliografía sobre esta dimensión de la ciencia epigráfica en algunas publicaciones recientes en que hemos participado, en particular, el volumen de Archaeopress VELÁZQUEZ, I., y ESPINOSA, D. (eds.), Epigraphy in the Digital Age. Opportunities and challenges in the recording, analysis and dissemination of inscriptions, Oxford, 2021.

Con cerca de cuatrocientas páginas el volumen Valete vos viatores: travelling through Latin inscriptions across the Roman Empire (Coimbra, 2022) glosa, llevándolo al papel, el que ha sido el principal objetivo del proyecto en que el libro se inscribe: subrayar la función social de las inscripciones en la sociedad romana pero, también, la que, en tanto que manifestación de la cultura escrita de Roma y en tanto que documentos históricos, pueden todavía desempeñar en la actualidad, también como herencia cultural patrimonial. Con un enfoque propio, como el proyecto en sí, de las Humanidades Digitales, las diez contribuciones que el libro recoge -precedidas de una nota editorial (pp. 7-12) y de un sabroso prólogo firmado por José d'Encarnação, de la Universidade de Coimbra (pp. 13-18) que constituye una sensacional e imprescindible retrospectiva sobre el avance de la ciencia epigráfica en el último siglo- se agrupan en tres grandes áreas temáticas que, aunque no están constatadas como bloques conceptuales, dan sentido a las líneas en que esos capítulos se inscriben. Por un lado [1] la Epigrafía de carácter tradicional, por otro lado [2] la didáctica de la Epigrafía Latina y, por último, en la parte que podría, acaso, resultar más innovadora, [3] las posibilidades que la web social ofrece para la promoción y puesta en valor del patrimonio epigráfico.

Así, desde la óptica de las aproximaciones tradicionales a los paisajes epigráficos de las provincias occidentales [1], Silvia Orlandi y Angela Mincuzzi, de la Università di Roma La Sapienza nos ofrecen un sensacional recorrido sobre los tituli scariphati e inscriptiones parietariae de la capital del Imperio (pp. 229-258) y, por su parte, Armando Redentor, Pedro Carvalho y José Cristóvão -los dos primeros de la Universidade de Coimbra y el tercero del Arquivo Epigráfico de Idanha-a-Velha, cuyo municipio ha sido, también, partner del proyecto- se detienen (pp. 259-306) en los rasgos básicos de uno de los repertorios epigráficos más singulares y cuantiosos de la península ibérica, el de la ciuitas Igaeditanorum, en la Lusitania interior septentrional. En el ámbito de la didáctica [2] las contribuciones son cuantitativamente más pues generar materiales innovadores para la docencia de la Epigrafía Romana ha estado en el core mismo del proyecto Valete uiatores como de hecho subraya nuestro capítulo (pp. 19-62) que, en inglés, abre el volumen y que detalla objetivos y resultados del trabajo de estos dieciocho meses. Las posibilidades de la gamificación del proceso de producción de las inscripciones latinas en la Antigüedad en el videojuego Valete uiatores son objeto de atención de un capítulo específico (pp. 63-94) firmado por Pablo Serrano e Iker Ibero, principales desarrolladores del videojuego junto con TLR Games, trabajo que se detiene en los principios pedagógicos, y también narrativos, de este producto, el primer videojuego de temática epigráfica de la Historia que, en las últimas semanas, como veíamos en el anterior post de esta serie, ha tenido un notable impacto mediático y no es para menos dados los vínculos entre fotogrametría digital y diseño 3D aplicado a la gamificación de un proceso cotidiano en el mundo antiguo que se dan cita en este producto, como muestran los vídeos que a continuación insertamos.



Pero, quizás sea en el último apartado antes citado, el de las posibilidades que para la docencia y la transferencia en Epigrafía ofrecen las redes sociales y las nuevas herramientas y plataformas en red [3] -pero también la puesta en valor de las inscripciones en tanto que patrimonio cultural- el que aporta más novedades. Así, varios capítulos se detienen en el storytelling, las potencialidades didácticas y semióticas de las historias que "habitan" en los textos de inscripciones romanas -un tema que, sin duda, habrá de dar mucho juego en el futuro-, uno de ellos firmado por Valentina Uglietti, de la Università di Bologna que, a través de la plataforma Google Arts & Culture ha desarrollado un sensacional trabajo con el igualmente sensacional lapidario de los Musei Civici di Reggio Emilia (pp. 135-182) y otro (pp. 95-134), firmado por Carlotta Caruso y Agnese Pergola -del Museo Nazionale Romano la primera, además, recentísima autora del recomendable libro 101 storie svelate. Le iscrizioni del Museo Nazionale Romano raccontano Roma (Roma, 2022) que recoge las historias generadas en las redes sociales del citado Museo- sobre las posibilidades de los canales sociales de los lapidarios tradicionales para hacer a los usuarios vibrar con las historias epigráficas. También, en línea con los consolidados trabajos sobre Epigrafía digital que caracterizaron los últimos años del siglo XX y los primeros de este XXI que avanza inexorable, tanto Silvia Orlandi como Milagros Navarro, Nathalie Prévôt y Coline Ruiz, del Institut Ausonius de la Université de Bordeaux y Jonathan Edmonson, de la York University firman respectivamente (pp. 183-206 y 207-228) sendos capítulos sobre de qué modo proyectos como EDR-Epigraphic Database Rome o PETRAE-Programme d'Enregistrement, Traitement et Reconaissance Automatique en Épigraphie y ADOPIA-Atlas Digitale Onomastique de la Péninsule Ibérique Antique contribuyen a una adecuada preservación de la documentación epigráfica y a fomentar virtudes críticas y cívicas en los epigrafistas y, en general, en todo el que se acerca al uso de semejantes motores de búsqueda de inscripciones el segundo de ellos el primero que, como comentábamos aquí hace algún tiempo, ha incorporado a algunas de sus fichas modelos 3D procedentes del Museo Virtual del proyecto Valete uiatores.

Mientras preparábamos este proyecto, en un viejo post de Oppida Imperii Romani, reflexionábamos sobre los problemas que algunos museos y yacimientos arqueológicos tenían para poner en valor su patrimonio epigráfico y citábamos algunos ejemplos en que ello se había conseguido con fórmulas innovadoras. El volumen del que aquí se da noticia cierra de hecho con dos contribuciones, de Armando Redentor la primera (pp. 307-354) y de Antonella Ferraro, del Museo Nazionale Romano la segunda (pp. 355-381), en las que se da cuenta del modo cómo se pueden poner en valor amplísimos repertorios epigráficos acercándolos al gran público y cómo, también, la historia de los tituli va más allá de la que éstos cuentan e incluye también la que aquéllos, como objetos atención de la investigación y la erudición de siglos, han concitado a través de las miradas de quienes se han acercado a ellas. 

Al final de la nota editorial que abre el volumen (p. 11) planteábamos el deseo de que este nuevo libro contribuyera a construir una Epigrafía que, en tanto que disciplina encargada del estudio, la datación y la interpretación de las inscripciones antiguas -en nuestro caso romanas-, fuera percibida como "una ciencia sugerente, atractiva, en constante transformación, adaptada al nuevo entorno tecnológico de nuestro mundo contemporáneo y apasionante para quien quiera dedicarse a ella". Corresponde ahora a los lectores de Oppida Imperii Romani que, descargando y trabajando el volumen, -que figura ya en la lista de "Libros Editados" de la barra derecha de navegación de este blog- juzguen si éste ha sentado las bases para que nuestra disciplina siga avanzando en esa dirección hacia un futuro que es ya presente. En la presentación del volumen, celebrada en la Universidade de Coimbra apenas hace unas horas respecto del momento en que se publica esta entrada, fueron muchos los que optaron no sólo por descargar el volumen sino, también, por adquirirlo en el stand que, al efecto, instaló en el Anfiteatro III de la Faculdade de Letras la propia editorial. También se puede encargar a través de la red, a un solo clic.

Valete uos uiatores!