EST EXEMPLVM NOVICIVM

Corría el otoño de 1988. En un contexto en que la música popular en Europa estaba dominada por los experimentos discotequeros alemanes como Modern Talking o C. C. Catch o los nórdicos, como A-Ha, y España -colmados ya los primeros pasos de la "movida", y ya con Mecano vendiéndolo casi todo con su Descanso dominical, de ese mismo año- descubría a los zaragozanos Héroes del Silencio que, en 1988, precisamente, habrían lanzado su primer LP, El Mar no Cesa, se consolidó en la escena musical española -en realidad había irrumpido apenas un año antes con su imperecedera "Wonderful life"- el cantante británico Colin Vearncombe, más conocido como Black. Seguramente resultó chocante y fresco para el momento su estilo elegante, melódico, arrebatadoramente "pop" -al estilo de la sobriedad del Roxy Music, por ejemplo o de los, menos conocidos, suizos, Double, también de la época-, muy british y absolutamente encantador en términos melódicos, sonoros y vocales. Fue en ese año cuando Black publicaba su segundo álbum, Comedy. El cantante, tras ese disco, y aunque aun editaría cinco más y varios álbumes recopilatorios no tuvo demasiado éxito si bien quienes crecimos en esos años vincularemos por siempre su también inmortal "I can laugh about it now", segundo corte de Comedy, a los anuncios televisivos de la campaña primaveral de El Corte Inglés de 1989 tema éste acaso, junto con "You're a big girl now", de los dos más conocidos del disco. Hace apenas unos años, en enero de 2016, Black, con tan sólo 53 años, perdía la vida tras las heridas causadas por un grave accidente de automóvil pasando desde entonces al Olimpo de la música popular especialmente con su emblemática "Wonderful life", como se ha dicho acaso la canción más conocida de este singular artista, también poeta y escritor y una de las que mejor encarna los rasgos del "pop" británico de los últimos años 80.

Quizás, al lector de Oppida Imperii Romani que haya llegado hasta aquí le sorprenderá el cariz de esta entrada, que casi recuerda a las, magníficas, que -un buen egresado del Grado en Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra- Jesús Mari Igal, hace en su sensacional blog Historia y Música. A pesar de que nos confesamos "fans" de esa música con la que crecimos y de los méritos artísticos de Comedy, que no corresponde aquí juzgar y sobre los que existen reseñas tanto en castellano, de Fernando Neira en su imprescindible Un Disco al Día, como en inglés, completísima, por parte de Andrew Keeling, a ese álbum, a Comedy le cabe también el singular honor de ser uno de los pocos discos de música popular reciente -quizás el único, hasta donde he podido comprobar- en contar en su portada, como motivo principal, con una inscripción romana. Es por eso que, desde hace tiempo, merecía un post en este blog de reivindicación del mundo clásico en general y romano en particular.

Así, volviendo a Comedy y a su portadajunto a la -como no puede ser de otro modo, negra- elegante y espigada figura del propio Black, aparece una inscripción romana, una inscripción que, además, tiene una particular historia que, muy probablemente, Black no conocía cuando -acaso amparándose en su formación en una escuela británica de cierto arraigo en Clásicas, la Prescot Grammar School, que reza en su lema "futuram ciuitatem inquirimus", es decir "buscamos la ciudad del mundo que ha de venir" o bien, sencillamente, por el hermoso contraste entre el amarillo de la piedra local y el negro de su atuendo- eligió ese motivo para la cubierta entre las varias fotografías que, realizadas por un entonces poco conocido Perry Orgden -que luego, sin embargo, ha acumulado no pocos galardones- se tomaron, como indican los créditos del álbum, en la Catedral de Guadix, en la española provincia de Granada. La elección del emplazamiento era acorde con el toque español -y flamenco- de alguna de las canciones del álbum, especialmente "Let me watch you make love", y abría, además, el paso a una serie de colaboraciones posteriores de Black con músicos patrios, no en vano su voz de aparecería en los coros de dos igualmente eternas canciones del que, probablemente, sea el mejor álbum del grupo donostiarra español Duncan Dhu, Autobiografía (1989), "Rozando la eternidad" y "Amarga", con una estrofa de Black como solista, en castellano. Lo cierto es que, como decíamos, la inclusión de una inscripción romana en una portada de un disco de música popular es toda una rareza, constan -en los catálogos de portadas más extrañas y, también, artísticamente mejor valoradas de la Historia del "pop" al uso- abundantes revisiones de obras de arte, sobre todo pintura, del XVIII y del XIX, arquitecturas de cierto aire clásico e incluso claramente grecorromanas o egipcias, cabezas y rostros inspirados en Jano o en otros personajes de la mitología clásica, arquitecturas de apariencia flamígera -que vendrán, con ejemplos concretos a la mente de los lectores más melómanos- etcétera pero nunca, hasta donde sabemos, inscripciones romanas. Usando el término que, en Epigrafía romana, empleamos para designar a un fenómeno onomástico o epigráfico único, podría decirse que la portada del Comedy de Black es un auténtico hápax.

Como podrá ver quien esté mínimamente versado en la Epigrafía Romana (para quien esté aun aprendiendo, recordamos una antigua entrada de este blog que llevaba a nuestros tutoriales, en vídeo, y en abierto, sobre Epigrafía Romana), la inscripción que figura a la izquierda de la espalda de Black, en la portada del álbum, en seis renglones, dice: AVRELIO / VERO CAES / AVG FIL / COS II / COLONIAE / ACCIS, que, debe leerse del siguiente modo: Aurelio / Vero Caes(ari) / Aug(usti) fil(io) / co(n)s(uli) II / coloniae / Accis. El titulus, como puede verse en esta fotografía, tomada de su ficha en Hispania Epigraphica Online, pero también en la que cierra esta entrada, es hermoso por cuanto ofrece algunos fenómenos curiosos de la paleografía epigráfica romana: una I inclusa -¡con punto encima!- en la L en la primera línea; una S en menor tamaño ante la proximidad de la moldura al final de la línea 2; y un nexo NI y AE en la línea quinta. De igual modo sorprende la referencia a la antigua Guadix, la colonia Iulia Gemela Acci de Plinio (Nat. 3, 3, 25) -vinculada al conuentus Cartaghiniensis-, de Ptolomeo (2, 5, 51) o de los itinterarios (It. Ant. 404) como Accis, como inequívocamente se lee en la línea sexta (sobre las fuentes y la importancia de la colonia, aun sigue siendo válido el trabajo de SANTERO, J. Mª., "Colonia Iulia Gemella Acci", Habis, 3, 1972, pp. 203-222 y sobre la Arqueología se recopilan algunos de sus monumentos en la web Patrimonio de Guadix). Se trata de una pieza (CIL II, 3392) que centró la atención de, entre otros, PASTOR, M., Corpus de Inscripciones Latinas de Andalucía. Volumen IV: Granada, Sevilla, 2002, pp. 168-169, nº 124, con foto (y, antes, en PASTOR, M., y MENDOZA, Á., Inscripciones latinas de la provincia de Granada, Granada, 1987, pp. 136-137, nº 69). Por la alusión al segundo consulado de Marco Aurelio debería fecharse entre el 146 y el 160 d. C. A juzgar por el texto, habría sido la ciudad de Acci la que habría dedicado el homenaje a Marco Aurelio en ese momento, antes, por tanto, de su ascenso al trono imperial lo que encajaría con otra honra, también reutilizada en otro rincón del casco antiguo de Guadix, en el Real Pósito, dedicada a Faustina, la madre de Marco Aurelio y esposa de Antonino Pío, (de actualidad en estos días en que la Junta de Andalucía ha incorporado al Museo de Málaga un busto de este emperador, hasta la fecha en colección particular) también fechada entre el 147 y el 161 d. C. (CIL II, 3391). La pieza puede verse hoy, en el exterior de la capilla de San Torcuato, junto a la Puerta de Santiago, es decir, en el lateral de la catedral que da a la calle Santa María del Buen Aire. 

Varias cosas, como se ha dicho, llamaban la atención en el ductus, en el modo cómo está escrita la pieza que nos ocupa. Algunas de ellas son compatibles con la epigrafía romana clásica, pero dos de ellas no, el punto sobre la I inclusa de la línea primera y la versión Accis por Acci -que también aparece en el homenaje a Faustina arriba consignado- que, como dijimos, resultaba aberrante para el modo cómo se alude a Acci en las fuentes clásicas. Lo cierto es que en la primera versión que se conoce de ese documento, transmitida por uno de los grandes anticuaristas del siglo XVIII, Enrique Flórez en el año 1747, se dice "hállase también el nombre de la ciudad con el dictado de colonia en otra inscripción que está en la Cathedral de Guadix, y es dedicación hecha a Aurelio Vero en su segundo consulado, la cual no está publicada" y, ya llama la atención, a la lectura Accis "efecto de no estar bien conservada la piedra en esa parte" (España Sagrada: teatro geográfico-histórico de la Iglesia de España... Tomo VII, Madrid, 1747, p. 13-14). De él, y de algún otro dato autor que no cita, Emile Hübner, concluyó (Corpus inscriptionum Latinarum. II. Inscriptiones Hispaniae Latinae, Berlín, 1869, p. 460) que se trataba de un exemplum nouicium, es decir, de una "copia nueva" de la inscripción antigua, no en vano, en la praefatio sobre Acci en el citado volumen ya anotaba que se le había hecho constar qui titulos antiquos duos denuo incidendos curauit in lapidibus nouiciis (p. 458) es decir -y ponía como ejemplo la inscripción 3392, que nos ocupa- que dos de las inscripciones del repertorio accitano habían sido regrabadas "en nuevas piedras". Ya en anteriores posts de este blog hemos hablado del valor que este tipo de cronistas antiguos tienen para la investigación epigráfica y hemos recogido algunos de ellos, disponibles en red y aquí esa utilidad vuelve a demostrarse. Este dato de Enrique Flórez es ya un terminus post quem claro. Con arreglo a él ya para 1747, cuando se escribió la España Sagrada, la inscripción había sido copiada y se conservaba en la Catedral quizás embutida en el lugar donde puede verse hoy una vez que en los años 30 del siglo XVIII la Capilla de San Torcuato estaba, todavía, en proceso de reforma y construcción. El hecho de que en la inscripción de Faustina, de hecho, en una letra ligeramente diferente, pero con tendencia a la capital cuadrada romana e incluso con nexos varios, se escribiera en su séptima y última línea INVENTVS A(nno) MDCCLIX, algo así como "encontrado en el año 1759", y cuya fotografía, tomada de la web de Patrimonio de Guadix, colocamos más abajo, como cierre de este post, permite pensar en que, muy probablemente, fue en ese momento -o, acaso, por el dato transmitido por Enrique Flórez, como se ha dicho, algo antes- en que se realizó, también, la copia tanto de esta inscripción como del titulus en honor del todavía César Marco Aurelio que aparecía en la portada del Comedy de Black y del que traemos una buena foto -tomada del tuitero Prolegómenos- también al final de la entrada. 

Fue, por tanto, en el siglo XVIII en que, quizás engrandeciendo el pasado romano de Guadix, que, sabemos, fue también sede episcopal, se copió esa inscripción -aparecida de antiguo en algún lugar indeterminado de Guadix- para dar realce y abolengo a la obra sede del episcopado accitano, exactamente lo mismo, probablemente, que dos siglos más tarde buscó hacer Colin Vearncombe al incluirla como motivo central, casi axial, de su álbum de 1988, dar prestigio, y un cierto aire evocador y elegante a la portada de su segundo álbum. Sobre paredes de catedrales o sobre portadas de discos, las inscripciones siguen resultando arrebatadoras. La Historia se repite. Roma es, efectivamente, como decíamos hace algunos meses, a partir de una de nuestras buenas alumnas de la asignatura de Mundo Clásico que impartimos en la Universidad de Navarra, pasado y proyección. 

 



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