[Vivienda celtibérica reconstruida a escala natural en el Centro de Interpretación, en Vera de Moncayo, y manzana de casas en lo alto del cerro de La Oruña, frente a Veruela]
Situación: La presencia de La Oruña en este blog consagrado a ciudades del Imperio Romano exige, desde luego, una justificación. Casi nadie duda de que la Turiaso romana, que alcanzó el estatuto municipal romano (como más adelante se detallará en este mismo post) estuvo situada en el casco urbano de la actual Tarazona, una de las más hermosas villas de la provincia de Zaragoza. No sucede lo mismo, sin embargo, con su antecesora celtibérica, de rótulo monetal turiazu (ver, también, más abajo, apartado de Tipología) y que, siguiendo una conocida propuesta de BURILLO, F.: Los Celtíberos. Etnias y estados, Barcelona, 1998, p. 327 respecto de la Bilbilis celtibérica, algunos han querido localizar en el poblado de La Oruña, en Vera de Moncayo que tendría, en cualquier caso, una perduración que no pasó del siglo I d. C. (una buena síntesis del debate, con toda la bibliografía y todas las posturas, se puede seguir desde GARCÍA SERRANO, J. Á.: "Turiaso-Turiazu, ¿dónde está la ciudad celtibérica?", Turiaso, 17, 2003-2004, pp. 119-134, descargable desde aquí). A nuestro juicio, muchos de los traslados poblacionales que se creía fueron practicados por Roma en el Nordeste peninsular en los años posteriores a la segunda mitad del siglo II a. C. se han visto -en los últimos años- progresivamente negados y, a día de hoy, todo parece indicar que -por citar también un caso conocido, vecino al de Turiaso y también abordado en este blog: ver aquí- el solar de Kaiskata debe buscarse en Cascante, el de la Bilbilis celtibérica no parece estar en Valdeherrera, el de la bolskan de los rótulos monetales ha de buscarse en Huesca y más una vez que todos los solares modernos de dichas ciudades ofrecían la geomorfología adecuada para la instalación de una ciuitas antigua (para una defensa de esta postura puede verse el trabajo de ARMENDÁRIZ, J.: De aldeas a ciudades. El poblamiento en Navarra durante el I milenio antes de Cristo, Pamplona, 2008), etcétera. Además, quienes, ubicando la Turiasu celtibérica en La Oruña entienden que se produjo un traslado de población hasta la ribera del Queiles, en el lugar hoy ocupado por la actual Tarazona encuentran el problema no sólo de la notable distancia entre ambos lugares (12 kms.) sino también el de la escasa extensión (hoy ya estimada en no superior a 3 Has.) alcanzada por el asentamiento de La Oruña, impropia de una ciudad que llegó a acuñar, en época celtibérica, moneda de plata. Seguramente -como sucede, por ejemplo, en otro ilustre caso, el de Segia/Ejea de los Caballeros- sólo las dificultades inherentes a la arqueología urbana han impedido a los arqueólogos obtener todavía datos suficientes para probar que la Turiasu celtibérica estuvo donde la Turiaso romana, es decir, en Tarazona. Roma, desde luego, acostumbró a estimular el tipo de traslados al llano al que se han aferrado los defensores de la identificación Turiasu/La Oruña (ver PINA, F.: "¿Existió una política romana de urbanización en el Nordeste de la Península Ibérica", Habis, 24, 1993, pp. 77-94 -disponible aquí-, por ejemplo, en el conocido caso de Ilurcis/Gracchurris (Alfaro), citado por Liv. Per. 41) pero sólo en circunstancias excepcionales y siempre fomentando procesos de sinecismo más o menos abarcables en lo territorial, casi nunca con traslados que implicasen tantos kilómetros y, con ellos, la ruptura de los equilibrios geoestratégicos de la zona. Encontrar la Turiasu celtibérica bajo el casco urbano de la Tarazona actual es sólo cuestión de tiempo, seguramente de poco tiempo una vez que la Comarca del Moncayo -en los años ochenta una de las más activas arqueológicamente- y gracias al empuje de un joven equipo parece comenzar a recobrar dicha actividad (ver vídeo aquí sobre nueva campaña de prospecciones arqueológicas en la zona). Ese empuje, el mérito de la instalación en Vera de Moncayo de un Centro de Interpretación sobre La Oruña (el primero sobre el mundo celtibérico en la Comarca junto con el Museo Arqueológico de Borja y el de Tarazaona, al que se aludirá más abajo) y la existencia de ese sugerente debate sobre la ubicación de la antecesora del municipium Turiaso nos parecen razones más que suficientes para dedicar a dicho municipio romano un espacio en este blog.
Acceso: Al poblado celtibérico de La Oruña se accede desde la carretera que comienza justo frente a la entrada al Monasterio de Veruela (con recomendable y visitadísimo Museo del Vino en su interior) y tras cruzar la que se dirige al Parque Natural de la Dehesa del Moncayo. Siguiendo todo recto por dicha carretera -que pronto se transforma en un camino ciertamente muy estrecho y no sé si muy indicado para subirlo en coche (por más que al final de él, y al pie del cerro de La Oruña se haya instalado una zona de aparcamiento)- se llega a la zona de estacionamiento y, desde allí, a pie, el viajero accede al cerro de La Oruña por su cara Sur percibiendo, claramente, la posición estratégica del enclave y, sobre todo, unas vistas del Moncayo -con la recortada silueta del castillo de Trasmoz al fondo- que, ciertamente, son parte del atractivo de dicha visita. Por su parte, el Centro de Interpretación del Poblado Celtíbero de "La Oruña" está ubicado a pie de carretera, en el interior de Vera de Moncayo, unos metros antes del Pabellón Polideportivo y casi a la salida del pueblo (entrada para quien haya visitado La Oruña en primer lugar). Tarazona de Aragón, por su parte, se encuentra a tan sólo 86 kilómetros de Zaragoza y a menos de 70 kilómetros de Soria, por tanto en una encrucijada de caminos entre el Valle del Ebro y la Meseta. El referente básico en materia arqueológica en la ciudad, el Museo del Centro de Estudios Turiasonenses se encuentra en los bajos del Palacio Arzobispal de Tarazona, en el centro de la ciudad.
Tipología: Se ubique -como algunos piensan- o no -como suscribimos nosotros, con parte de la investigación, lógicamente- en La Oruña, la ciudad romana de Turiaso (MVN(inicipium) TVRIASO en las acuñaciones hispano-latinas, ver aquí, y turiazu en los rótulos monetales celtibéricos, ver aquí, con acuñación, incluso, de plata) aparece notablemente bien representada en las fuentes clásicas. Plinio le da el estatuto de municipio de derecho romano (Plin. Nat. 3, 24), Ptolomeo (Ptol. Geog. 2, 6, 57) la adscribe a los celtíberos, seguramente lusones en función de una conocida -y ya tratada en otra ocasión en este blog, teoría del Prof. F. Burillo, pincha aquí- y los Itinerarios (It. Ant. 442, 4 y 443, 3 y Rav. Cosm. 311, 1) aluden a ella en la conocida vía que conectaba Caesaraugusta con Asturica Augusta.
Descripción: Poco puede decirse sobre los restos de la Turiaso celtibérica y aun de la romana que -como ha quedado claro más arriba- nos parece debe buscarse mejor en el casco urbano de la actual Tarazona que en el poblado de La Oruña y el visitante, para contemplar los pocos vestigios -casi todos romanos- de dicha ciuitas -que, como se ha visto, alcanzó el rango de municipio según las referencias plinianas- simplemente ha de acudir a la Exposición Arqueológica del Centro de Estudios Turiasonenses modesta pero meritoria y reducida pero de excelentes materiales. Por su parte, la visita a La Oruña -de la que existe información accesible online, precisamente, en la web de la aludida exposición arqueológica permanente del Centro de Estudios (pincha aquí para descargarlo)- supone un extraordinario acercamiento al aspecto que debieron tener siempre los poblados de la Edad del Hierro II pues, como es sabido, la vida del asentamiento se extiende desde el siglo VI a. C. hasta, al menos, mediados del siglo I d. C. A ello se añade, además, el aliciente de ese relativamente nuevo Centro de Interpretación instalado en la localidad de Vera de Moncayo y que se antoja fundamental para conocer la presencia celtibérica en la zona. Seguramente, el cerro de La Oruña -defendido notablemente bien hacia el Sur- estuvo fortificado por una muralla de adobes y madera y, al interior, las casas se organizaron aprovechando los afloramientos rocosos del terreno, cimentadas sobre muretes de sillarejo recrecidos, después, con adobes y de un aspecto semejante al de la que puede visitarse en el Centro de Interpretación instalado en Vera de Moncayo, desde luego, visita inexcusable para quien se acerque a La Oruña (ver fotos en la parte alta de este post). Como revelaron ya las excavaciones del jesuita P. Mundó durante el siglo XIX, el enclave si no fue la Turiasu celtibérica sí que está claro que debió ser un importante poblado metalúrgico relacionado con el hierro del Moncayo (como hubo otros, de hecho, en la zona, tal como se hace constar en algunos de los títulos referidos -con carácter general- en el apartado de bibliografía), una floreciente industria de la que, de hecho, hablan los autores clásicos (Iust. 44, 3, 8 y 9 -sobre el río Queiles (en Latín Chalybs) y su relación con la forja del hierro- y Plin. Nat. 34, 144 -sobre Turiasu y Bilbilis como principales ciudades productoras de hierro en las Hispanias-). De esa dedicación metalúrgica y de las formas de vida que ha revelado la investigación arqueológica en el lugar -ya de cierta tradición, aunque discontinua- da excelente cuenta el visitante que se acerca al aludido Centro de Interpretación (con un audiovisual al que, desde luego, le cabe el mérito de estar especialmente bien orientado al público infantil y juvenil al que, lógicamente, también hay que atender en este tipo de meritorios proyectos).
Bibliografía: La Oruña aparece recogida en varias obras de consulta fundamentales en la Arqueología aragonesa, así, en BONA, J., y HERNÁNDEZ VERA, J. A. (eds.): El Moncayo, diez años de investigación arqueológica, prólogo de una labor de futuro, Zaragoza, 1989, pp. 54-61 (ahora -y es una excelente noticia- disponible online gracias a las Publicaciones Digitales de la Institución Fernando el Católico); en BELTRÁN LLORIS, M.: "La Oruña, Vera de Moncayo", en Arqueología 92, Zaragoza, 1992, pp. 264-266; y en GARCÍA SERRANO, J. Á., y BIENES, J. J.: "Avance a las primeras campañas de excavación en La Oruña (Vera de Moncayo-Zaragoza)", en BURILLO, F. (ed.): Poblamiento celtibérico. III Simposio sobre Celtíberos, Zaragoza, 1995, pp. 239-244. Sobre Turiasu/Turiaso están recogidas todas las fuentes en los dos últimos títulos que se citan en esta sección bibliográfica y en el trabajo de ASENSIO, J. Á.: La ciudad en el mundo prerromano en Aragón, Zaragoza, 1995, pp. 117-120 (a la bibliografía citada en dicho estudio ha de añadirse el reciente artículo sobre sus acuñaciones monetales GOZALBES, M.: "Las monedas de Turiazu", Turiaso, 17, 2003-2004, pp. 135-154, que puedes descargar desde aquí y la monografía, del mismo autor, La ceca de Turiazu: monedas celtibéricas en la Hispania republicana, Valencia, 2009). Para la presencia celtibérica en la zona (con alusión a La Oruña y a Turiaso) son útiles los estudios de AGUILERA, I.: "El poblamiento celtibérico en el área del Moncayo", en BURILLO, F. (dir.): Poblamiento celtibérico. III Simposio sobre Celtíberos, Zaragoza, 1995, pp. 213-233 y de ANDREU, J.: "Las comarcas de Borja y del Moncayo en época celtibérica", Cuadernos de Estudios Borjanos, 41-42, 1999, pp. 111-238 (trabajo con el que quien firma estas líneas se inició en la investigación y que mereció el premio en la XVIII convocatoria de Premios a la investigación sobre Borja y su Comarca (1995), convocado por el Centro de Estudios Borjanos).
Recursos en internet: Al margen de las citadas con anterioridad, algunas webs turísticas y arqueológicas del ámbito aragonés ofrecen documentación útil sobre el mundo celtibérico (desde luego, para éste, sigue siendo una referencia la web del yacimiento arqueológico de Segeda, en Mara, cerca de Calatayud y el portal y foro de discusión Celtiberia, activísimo) y sobre la presencia romana en la zona del Moncayo. Destacaremos no sólo la síntesis que, sobre la Celtiberia, se hace en la web de Iberkeltia -de la que hablaremos más abajo- sino también la que facilita, sobre los hallazgos muebles romanos en Tarazona, la Diputación de Zaragoza (pincha aquí). Específicamente sobre La Oruña debe consultarse la voz que se recoge en la Gran Enciclopedia Aragonesa OnLine (que también dedica atención a las tribus celtibéricas de la zona: ver aquí). A nivel de vídeos, además de una excelente noticia de Moncayo Televisión sobre la inauguración, en 2009, del Centro de Interpretación de La Oruña, disponible en YouTube (pincha aquí) y que permite al visitante una "visita" previa al lugar, el Blog del Aragón Romano, en su etiqueta La Oruña (pincha aquí) ofrece varias entradas con documentación audiovisual sobre el yacimiento. Entre ellas, destaca la noticia sobre la publicación de la novela de MONTEAGUDO, J. Á.: Oruña, Tarazona, 2009, un relato histórico ambientado en la lucha entre celtíberos y romanos en esta zona (ver vídeo sobre la misma aquí) que, de hecho, es recogida por las fuentes clásicas gracias a Tito Livio que alude a la batalla del mons Chaunus (Liv, 40, 50, 2).
Recomendaciones: Uno de los principales aciertos de los últimos años en lo que a gestión y difusión del patrimonio arqueológico peninsular se refiere ha sido la consolidación de la iniciativa Iberkeltia/Paisajes de la Celtiberia, una plataforma desde la que, a la vez que poner en valor los yacimientos arqueológicos celtibéricos, promocionar los recursos culturales, turísticos y patrimoniales de las Comarcas en que éstos se ubican (necesariamente, ha de ser así siempre pues la Arqueología es sólo una parte del patrimonio cultural y éste no se entiende sin aquélla pero tampoco a la inversa). Por eso, quien visite el Centro de Interpretación del poblado celtibérico de "La Oruña" podrá hacer allí mismo acopio de notable y generosa información sobre las Comarcas de Tarazona y El Moncayo y Campo de Borja, presentada en una serie de útiles fichas que incluyen útiles recomendaciones de carácter gastronómico, hostelero, turístico y cultural. Eso -y que ya dedicásemos atención a la zona en el post referido a Bursao hace algunos meses- nos exime aquí de añadir otras. Nos quedaremos, pues, con tres, la primera es la tranquilidad del complejo hostelero El Portal del Moncayo, en Albeta, muy cerca de Borja, y al pie de la carretera que conduce, desde Zaragoza, a la capital de la Comarca del mismo nombre. La segunda, en Borja, es la del Restaurante Las Bóvedas del Mercado, en plena Plaza del Mercado de Borja. Es una recomendación que -contraviniendo lo que es costumbre y uso en este blog- no hago por mí mismo pues confieso que no he tenido oportunidad de visitar el lugar pero sí por boca de amigos borjanos de cuyo gusto gastronómico me fío plenamente. Y la tercera -pero, ni mucho menos, la menos importante- está en el recoleto pueblo de Bureta. Allí, en el antiguo palacio de la Condesa de Bureta, se ha instalado un restaurante (Casa Palacio de los Condes de Bureta) tan poco conocido como delicioso y excelente: parada obligada. Nuevamente, la Comarca de Borja y el entorno del Moncayo sigue sorprendiendo incluso a quien, como el que escribe estas líneas, iniciara allí sus primeros pasos en la investigación histórica y arqueológica. La última, por cierto -y como el propio Centro de Interpretación de "La Oruña"- muy recomendable para visitar con escolares es el pequeño parque arqueológico que, esta vez sobre la Edad del Hierro I, se ha instalado en el pequeño pueblo de Fréscano (ver página web aquí, con vídeo explicativo) y que merece ser conocido.
5 comentarios:
Gracias, Javier, por tan magnífico post. Otro aspecto tan controvertido como el de la ubicación de Turiaso, es el de la adscripción lingüística del nombre de la ciudad al ámbito cíltico, ibérico o vascónico. En este sentido es muy interesante un reciente artículo publicado por Luis Silgo Gauche en el número 42 de la revista Arse: Boletín anual del Centro Arqueológico Saguntino, titulado Turiasu y Bursau ¿celtibéricas o ibéricas?, que se puede bajar desde la web del centro
Un saludo cordial.
Gracias, Jabier, por, de nuevo -y una vez más- animar este espacio. No te falta razón pues, como sabes, en materia lingüística -y respecto del Valle del Ebro- hay poco acuerdo. Por eso, tu observación bibliográfica es bienvenida.
Gracias.
Torres de Montecierzo es un barrio o pedanía del municipio de Tarazona, comarca de Tarazona y el Moncayo, provincia de Zaragoza, Comunidad Autónoma de Aragón, Reino de España, como se lee en http://es.wikipedia.org/wiki/Tarazona_y_el_Moncayo#Territorio_y_Poblaci.C3.B3n
Pero en alguna página, como http://www.caiaragon.com/es/municipios/index.asp?tipo=0&idloc=546 , se lee que "se encuentra en territorio riojano". Creo que esto no es cierto: la pedanía se halla en territorio aragonés, concretamente en zona de la provincia de Zaragoza y, más específicamente, dentro del término municipal de Tarazona. El barrio hace frontera con La Rioja pero no está en territorio riojano sino maño. Concretamente, Torres de Montecierzo está pegado a o a continuación de Valverde, que es un barrio o núcleo de población del municipio Cervera del Río Alhama. Tampoco estamos hablando de un enclave o exclave (no es un fragmento de Aragón rodeado por tierras riojanas). Lo dicho se ve claramente en el mapa de OpenStreetMap: http://www.openstreetmap.org/?lat=41.9772&lon=-1.8608&zoom=14&layers=M
En el mapa del SigPac se denomina "Barrio Aragonés": http://sigpac.magrama.es/fega/h5visor/
Gracias, amigo, lo que no entiendo es la relación entre la cuestión de "Torres de Montecierzo", que haces bien en reivindicar, y el tema de este post...
Gracias. Puse lo de T. de M. aquí porque esta página trata sobre Tarazona, municipio al que pertenece aquél. Saludos
Publicar un comentario