En los últimos años, al abrigo de un proyecto del Plan Estatal de I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España -y tal como hemos dado cuenta en la etiqueta oppida labentia de este blog- desde la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra hemos abordado el estudio de la crisis urbana que muchos centros urbanos hispanorromanos, y de Occidente, vivieron entre el siglo II y el siglo III d. C. y que preludiaron, de hecho, las transformaciones de la tardoantigüedad que poca incidencia tuvieron ya en ciudades "fallidas" que no sobrevivieron, al menos desde el punto de vista institucional, a la que ahora ha dado en llamarse crisis medio-imperial. Los viejos posts de dicha categoría y, de modo especial, los volúmenes Oppida labentia. Transformaciones, cambios y alteración en las ciudades hispanas entre el siglo II y la tardoantigüedad (Uncastillo, 2017) y el más reciente Signs of weakness and crisis in the Western cities of the Roman Empire (c. II-III AD) (Stuttgart, 2019) han contribuido a desconectar de la tan discutida crisis del siglo III d. C. la transformación urbana de muchas comunidades hispanas al tiempo que han avivado un viejo debate sobre la sostenibilidad del modelo municipal romano y, en particular, del expediente municipal latino, generalizado en Hispania a través de la muy generosa disposición del emperador Vespasiano por la que se otorgaba el ius Latii uniuersae Hispaniae como tuvimos ocasión de estudiar hace ya algunas décadas.
Una de las conclusiones de los trabajos de investigación de dicho proyecto ha sido poner de manifiesto el perfil débil de algunas comunidades hispanorromanas que, acaso, podrían reunir limitaciones que, parece, las hacían susceptibles de convertirse en "ciudades en crisis", en oppida labentia, en el marco de la citada crisis medio-imperial. Ciudades de pequeño tamaño y de estatuto estipendiario pero extraordinariamente monumentalizadas entre las últimas décadas del siglo I a. C. y los años 70 y 80 del siglo I d. C.; comunidades potenciadas por alguna vía de comunicación clave en dicho periodo; o ciudades con bases económicas o eminentemente primarias o amparadas en un recurso muy monográfico y especializado, parece que ilustran ese perfil de ciudad que tuvo dificultades para superar los cambios que la administración local -pero también la coyuntura climática, económica y comercial- vivió a partir de la muerte de Marco Aurelio y durante la época severiana, al menos en el Occidente Romano.
Tentativamente, y siguiendo el uso que de la expresión ha hecho, el equipo de Victor Revilla, de la Universitat de Barcelona (ver aquí una propuesta de próxima publicación), hemos querido denominar a dichos centros urbanos parua oppida, "pequeñas ciudades", según el modo cómo se alude, en las fuentes antiguas (en Pomponio Mela respecto de Hispania pero también en Livio o Plinio respecto de otras provincias), a ciudades de menor entidad, pero igualmente monumentales y bien equipadas con servicios casi más propios de las ciudades de estatuto privilegiado, situación jurídica a la que éstas no llegarían hasta las reformas flavias. Se trata, además, de comunidades que comparten, a nuestro juicio, algunos rasgos muy característicos que, además, ofrecen un modelo susceptible de ser estudiado en diversos ámbitos de las provincias hispanas. Son comunidades, como se ha dicho, tempranamente monumentalizadas. Ciudades que, además, dependen -en los ritmos cronológicos de su monumentalización pero, también, en la dimensión material de la misma- de los modelos de alguna ciudad de estatuto privilegiado próxima, que actúa como espejo en el que se miran. Se trata de comunidades que, además, practican, en ese proceso de dignificación, una activa aemulatio y competitividad urbana que explica, además, la reiteración entre ellas de los modelos arquitectónicos que fueron incorporando a su urbanismo. Se trata, por último, de ciudades en las que la elite local, totalmente asimilada a las modas romanas, actúa como patrona o mecenas de la transformación de unos centros que, en su mayoría, ya funcionaban como native towns, como cabeceras territoriales desde época protohistórica. Ese patronazgo, a veces emanado de la iniciativa particular, a veces de la oficial, actuó, además, en ellas, como difusor de los grandes programas oficiales, entre ellos los de exaltación dinástica relacionados con el culto imperial. Qué duda cabe que ciudades en las que venimos investigando en estos últimos años, como Los Bañales de Uncastillo o Santa Criz de Eslava encarnan a la perfección, en su singular conexión con Caesar Augusta, el modelo que aquí, sucintamente, hemos descrito.
En ese contexto, el pasado 26 de junio se inauguró en la localidad navarra de Cascante la XV Semana Romana de Cascante que, en dicha localidad de ilustre pasado romano, la antigua Cascantum, promueve la Asociación Vicus de Amigos de Cascante, con apoyo académico de la UNED de Tudela y económico del Ayuntamiento de Cascante, del Gobierno de Navarra y de distintas fundaciones y corporaciones empresariales locales. En dicho acto inaugural, y como viene siendo tradicional en los últimos años, dictamos la charla "En la cabecera de los territoria rurales: el caso de los parua oppida" en la que disertamos sobre la relación ciudad-territorio en el mundo romano -eje de la parte académica de esa Semana Romana que este año, prácticamente, muta en "verano romano" cerrándose con un sugerente ciclo de conferencias antes enlazado- y, también, sobre las frágiles, por primarias, bases económicas de muchas de estas comunidades susceptibles de ser catalogadas como parua oppida. La conferencia (disponible en el vídeo que encabeza este post desde el minuto 36 en adelante) puede considerarse, casi, una continuación de la que, en 2017, se pronunció en el mismo foro bajo el título "Ciuitates intermortuae: luces y sombras en la administración de las ciudades durante el Imperio Romano", y también disponible en red gracias al trabajo de los amigos de Riberavisión. Ojalá resulte inspiradora y contribuya, como hemos tratado de hacer con el tema de los oppida labentia en estos últimos años, a suscitar debate y reflexión. Al respecto, de hecho, un nuevo volumen sobre el tema, que hará el número 3 de la "Serie de Monografías Los Bañales" verá pronto la luz, como se indica en la charla y dedicado de forma monográfica, y con un buen número de estudios locales de casos, a la cuestión del despegue urbano en las ciudades de la Tarraconense entre Augusto y los Flavios.
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