SVSCEPIT ET CENSVRAM



[Copita en sigillata Hispánica, forma 29, con hermosos retratos de Vespasiano y Tito, hallada en la ciudad romana de Los Bañales de Uncastillo: Fotos: P. Faus (arriba) y J. Palencia (abajo)]

La Arqueología, a veces, nos obsequia con singulares casualidades y coincidencias en las que, podríamos decir, que la Historia se materializa de un modo muy especial, intenso, singular, emocionante. En la excavación, que, desde hace casi quince años y, como subrayaba hace unos días El Periódico de Aragón, dirigimos en la ciudad romana de Los Bañales de Uncastillo lo hemos experimentado en varias ocasiones, por ejemplo cuando, por unas horas, en julio de 2014, creímos haber encontrado un retrato de Augusto en el año en que todos celebrábamos su bimilenario, retrato que, una vez estudiado en pormenor, resultó ser una hermosa representación de Germánico que se cuenta, acaso, entre las más hermosas del dignísimo repertorio escultórico de esta mediana ciudad romana del interior (ver detalle bibliográfico aquí, modelo 3D de la pieza aquí, y el avance que dimos en el canal de YouTube del yacimiento aquí). En la ya decimocuarta campaña de excavaciones, que hemos clausurado hace apenas unos días con una multitudinaria jornada de puertas abiertas, la investigación arqueológica en campo nos ha regalado otra feliz coincidencia que, nos parece, justifica este nuevo post de Oppida Imperii Romani casi ya a las puertas de las vacaciones, un post con el que queremos, también, reivindicar la contribución de la Arqueología al conocimiento histórico pues, parece que, a veces, especialmente entre los colegas que profesan en el área de la Historia Antigua, esa contribución -sobre la que hemos disertado no hace mucho en este mismo espacio- se pone en entredicho o se considera irrelevante por no proceder de los textos y de las fuentes propias del estudio del historiador de la Antigüedad.

A mediados del pasado mes de junio, la Editorial de la Universidad de Sevilla nos informaba de la publicación, en su prestigiosa Serie de Monografías de Arqueología - SPAL, de nuestro libro Liberalitas Flauia. Obras públicas, monumentalización urbana e imagen dinástica en el Principado de los Flavios (69-96 d. C.) volumen sobre el que versó ya una anterior, y reciente, entrada de este blog, a la que remitimos para más información sobre las características y sus pretensiones del libro que cierra -como explicamos hace algún tiempo- nuestra atención al asunto en publicaciones previas todas ellas avance del libro que ahora ha visto la luz. Pues bien, en el mismo verano en que dicho acontecimiento editorial se producía, en los primeros compases de la campaña de excavaciones en Los Bañales -cuando apenas estaban participando en ella buenos alumnos del Diploma en Arqueología que ofrecemos en la Universidad de Navarra- se producía el hallazgo de parte de un hermoso cuenco en terra sigillata Hispánica sobre el que dos de los emperadores flavios, seguramente Vespasiano y Tito, tenían su particular "epifanía" en Los Bañales demostrando que una excavación arqueológica abierta, con un perfil investigador claramente declarado, es una extraordinaria forma de aportar nueva información de carácter histórico a quienes trabajamos aspectos relacionados con la vida urbana y con la propaganda política en el mundo urbano del Occidente Romano. Sólo por eso -pero también por muchas otras razones que, no hace mucho, glosábamos en una entrevista ante las cámaras de Aragón Televisión- Los Bañales merecería ser un proyecto arqueológico de mayor duración en el tiempo que los dos o tres meses para los que alcanzan los recursos disponibles procedentes, fundamentalmente, del impagable y generoso esfuerzo de la Comarca de Cinco Villas. No insistiremos en ello pues lo que en otros posts de Oppida Imperii Romani hemos escrito sobre el tema -por ejemplo éste- ha molestado a quienes tienen en su mano la responsabilidad de sacar adelante, proteger, preservar y dinamizar el patrimonio arqueológico aragonés. 

Efectivamente, casi mientras celebrábamos la feliz publicación del Liberalitas Flauia al que antes aludíamos, en la penúltima semana de junio de 2022, en los trabajos de laboratorio de campaña desarrollados en la Fundación Uncastillo, constatamos, tras su limpieza, que varios fragmentos cerámicos hallados juntos en los niveles superficiales y revueltos del decumanus más septentrional del barrio norte de Los Bañales, llevaban unos hermosos retratos uno de los cuales remitía, inequívocamente, por el grosor del cuello y el porte del ceño, al del emperador Vespasiano y, en concreto, al aspecto que éste toma en la iconografía monetal (ver selección de tipos aquí). En los días previos a la llegada a Uncastillo de los estudiantes becados por la Comarca de Cinco Villas, dimos noticia del hallazgo a través de la página de Los Bañales en Facebook -post que tuvo un alcance extraordinario con casi 700 likes y más de un centenar de compartidos- y una pequeña valoración del interés de la pieza la compartimos en una entrevista en los micrófonos de SER Cinco Villas que glosa, en cierta medida, el valor histórico de la misma que, lógicamente, merecerá pronto una publicación científica por nuestra parte que estamos ya preparando. Como apreciará el lector, la pieza -con decoración de estilo metopado- incorpora, sobre la sucesión de roleos/círculos concéntricos sogueados y bastoncillos de la parte inferior y encima de la palmeta que contornea la copa -seguramente una forma Hisp. 29- una serie de retratos enfrentados separados por estrellas, de los cuales el que se ve a la derecha de la serie más a la izquierda y el que aparece a la izquierda de la serie más a la derecha remiten inequívocamente a los rasgos que definen los bustos monetales del emperador Vespasiano, a saber: el notable grosor de su cuello, su frente prolongada, su protuberante mandíbula y su maduro y anciano gesto. Para la interpretación del segundo retrato, la cuestión está abierta pudiendo tratarse de Domiciano o más bien -como creemos- de Tito, asunto éste sobre el que volveremos en seguida en estas líneas y con más pormenor en la noticia científica sobre la pieza que tenemos ya en preparación.

Se trata, por tanto, de una cerámica que adscribir al sugerente campo de las representaciones imperiales sobre producciones cerámicas que ya ofreció un primer hallazgo, en la campaña de 2009, en Los Bañales, en aquella ocasión alusivo a los emperadores Marco Aurelio y Lucio Vero (ANDREU, J., "Motivos decorativos monetales sobre dos fragmentos de 'sigillata Hispánica' procedentes de la ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza)", Saguntum, 43, 2011, pp. 167-175) y que ha estimulado algunas puestas en conjunto desde la óptica hispánica -y no sólo- a cargo de los expertos ceramólogos, y amigos, Macarena Bustamante (BUSTAMANTE, M., "Representaciones imperiales en pequeño formato: el caso de la terra sigillata hispánica hallada en Emerita Augusta", Bolletino di Archeologia Online, Volume Speciale, 2010, pp. 42-47 o "Cerámica y poder: el papel de la terra sigillata en la política romana", Anales de Arqueología Cordobesa, 19, 2008, pp. 185-202) y Carlos Sáenz (SÁENZ, C., "Las decoraciones cerámicas como recurso propagandístico imperial", en Centro y periferia. Actas del XVIII Congreso Internacional de Arqueología Clásica (Mérida 2013). Vol. 2, Mérida, 2014, pp. 1471-1473) con quienes, además, hemos mantenido grata e instructiva correspondencia en estas últimas semanas a propósito de la originalidad de la pieza descubierta en Los Bañales. En este sentido, por el hallazgo de moldes realizados a partir de motivos monetales flavios, sabemos que debió ser el complejo alfarero de La Cereceda, en Arenzana de Arriba, en La Rioja -parte del que obró en el enclave de Tritium Magallum- el más prolífico en, durante la dinastía flavia, mirar a los motivos monetales como fuente de inspiración para los punzones con los que fabricaban los moldes que decoraron sus producciones (SÁENZ, P., "Retratos de la familia flavia como motivos decorativos en la terra sigillata Hispánica", Annals del Institut d'Estudis Gironins, 36, 1997, pp. 549-562). De dicho alfar procedería, pues, la nueva pieza cincovillesa. 

¿Cuál es el interés histórico de este pequeño fragmento de cerámica? Podría decirse que es doble. Por un lado, si se echa un vistazo a utilísimas publicaciones que han visto la luz no hace mucho y en la que destacados investigadores dan cuenta de nuevos hallazgos de cerámicas con representaciones de retratos imperiales en puntos bien diversos de la geografía peninsular (especialmente BUSTAMANTE, M., MATEOS, P., PIZZO, A., y SÁNCHEZ, F., "Un nuevo ejemplar de terra sigillata Hispánica de la serie 'busto de emperadores' localizado en Contributa Iulia Vgultunia (Medina de las Torres, Badajoz)", Boletín Ex Officina Hispana, 8, 2017, pp. 65-68 y, con detallado inventario, FUENTES, J. L., "Nuevo punzón de la serie busto de emperadores hallado en Laminium (Alhambra, Ciudad Real)", Boletín Ex Officina Hispana, 10, 2009, pp. 38-43, esp. p. 41, Fig. 4) se constata que hasta la fecha no se conocía ninguno en que aparecieran dos retratos enfrentados por lo que esta pieza, hasta la fecha, constituiría -hasta donde sabemos pues es posible que piezas como ésta hayan pasado desapercibidas entre el registro cerámico de otras excavaciones peninsulares y europeas- un unicum en el Occidente Romano y demostraría que, presumiblemente el alfar de La Cereceda (sobre él, y en concreto sobre el que, como "alfarero de los bastoncillos segmentados", pudo ser autor de nuestra pieza, véase SÁENZ, P., y SÁENZ, C., "El centro alfarero de La Cereceda (Arenzana de Arriba, La Rioja): las producciones del alfarero de las hojas de trébol y del alfarero de los bastoncillos segmentados", Salduie, 6, 2006, pp. 195-211), también gustó de representar a dos personajes de la dinastía flavia con bustos enfrentados, como, de hecho, aparecen en la nueva pieza localizada en Los Bañales de Uncastillo. A la hora de identificar el retrato ubicado frente al de Vespasiano en las dos metopas del galbo que ha llegado hasta nosotros, todo parece indicar que debería tratarse del emperador Tito. Las razones son varias: en primer lugar porque el modo cómo está representado el busto en cuestión recuerda a algunos anversos acuñados por el hijo de Vespasiano y en los que obraba su retrato (RIC 218c; y, especialmente RIC II. 1, 472) y, en segundo lugar porque, aunque constan monedas de época flavia con la representación, en el reverso, juntos, de Tito y de Domiciano (RIC 16 o II. 1, 16, por ejemplo), la presencia inequívoca de Vespasiano en la nueva pieza cerámica impide valorar otra posible combinación. Además, y pese a que los textos subrayan el enfoque dinástico del reinado de Vespasiano y su esfuerzo por asociar al trono a sus dos hijos (Suet. Vesp. 25, 1) es evidente que existe un acontecimiento que pudo inspirar a los fliginarii de La Cereceda a crear esta singular producción cerámica que, por su rareza en términos de atestiguación, debemos pensar que no debió alcanzar un volumen notable. Nos referimos, claro está, a la censura conjunta de Tito y de Vespasiano, compartida en el año 73 d. C. (Suet. Vesp. 8, 1, pasaje del que procede la frase que encabeza este post). La fecha, además, es muy sugerente por cuanto que pudo ser en ese momento (sobre el tema, remitimos a ANDREU, J., Edictum, municipium y lex: Hispania en época flavia (69-96 d. C.), Oxford, 2004, pp. 14-18 y al clásico de BOSWORTH, A. B., "Vespasian and the provinces: some problems of the early 70's AD", Athenaeum, 51, 1973, pp. 49-78) en que se hizo efectiva la extensión del Derecho Latino a Hispania (Plin. Nat. 3, 30) y la consiguiente municipalización de las comunidades que, para la fecha, todavía no disfrutaban en el solar hispano de un estatuto privilegiado (la bibliografía sobre la cuestión es amplísima y puede revisarse, en lo esencial y también con las posturas contrarias al alcance general de esta medida, a través de nuestro artículo en Faventia, 29, 2007, pp. 37-46) una de las cuales, de hecho, fue Tritium Magallum (ESPINOSA, U., y PÉREZ RODRÍGUEZ, A. M., "Tritium Magallum; de ciudad peregrina a municipio romano", Archivo Español de Arqueología, 145-146, 1982, pp. 65-88) donde obraba el taller de La Cereceda, como antes se ha dicho. Al margen de que la elección de los motivos decorativos flavios -como han explicado con acierto los trabajos de M. Bustamante, P. Sáenz y C. Sáenz antes citados- tuviera que ver con un deseo de adhesión provincial a la causa flavia tras dos partidarios vinculados al solar hispano -Galba y Otón- en la guerra civil del 68-69 d. C., más nos parece que la municipalización de Tritium pudiera motivar que los alfareros de La Cereceda quisieran "agradecer" semejante favor a quienes, en el ejercicio de su censura conjunta, hicieron esto posible: Vespasiano y Tito. 

Una pieza como la que motiva este post de Oppida Imperii Romani nos parece demuestra, por tanto, esa materialidad de la Historia que constituyen las fuentes arqueológicas y de qué modo acontecimientos que generan un extraordinario desvelo en los historiadores de la Antigüedad y que, a veces, nos parecen de un perfil exclusivamente político o institucional tuvieron, también, su muy tangible reflejo material -cotidiano, podríamos decir- en cuestiones tan de la vida diaria como las producciones cerámicas. Que el hallazgo de esta pieza se haya producido justo en el año en que ve la luz nuestro libro sobre la propaganda flavia hace, además, del acontecimiento, una muy feliz coincidencia que vuelve a subrayar las sorpresas -grandes y pequeñas- que años venideros de investigación en Los Bañales nos habrán de deparar. 


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