EDICTVM A CAESARE AVGVSTO




"En aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero" (Lc. 2, 1) (...) Por primera vez se empadrona "al mundo entero", a la "ecúmene" en su totalidad. Por primera vez hay un gobierno y un reino que abarca el orbe. Y por primera vez hay una gran área pacificada, donde se registran los bienes de todos y se ponen al servicio de la comunidad. Sólo en este momento, en el que se da una comunión de derechos y bienes en gran escala, y hay una lengua universal que permite a una comunidad cultural entenderse en el modo de pensar y actuar, puede entrar en el mundo un mensaje universal de salvación, un portador universal de salvación: es, en efecto, "la plenitud de los tiempos".

Son palabras del Papa Emérito Benedicto XVI en el capítulo "Nacimiento de Jesús en Belén" de un libro que cualquier historiador -al menos ese capítulo- debería leer: La infancia de Jesús (Planeta, Madrid, 2012). A propósito de la noticia recogida en Lucas sobre el censo que ocasionó el viaje de María y José de Nazareth a Belén (factum est autem in diebus illis exiit edictum a Caesare Augusto ut describeretus uniuersus orbis: pincha aquí para ver el contexto del pasaje: Lc. 2, 1) Joseph Ratzinger reflexiona en ese capítulo (esp. pp. 65-73) sobre las relaciones entre Augusto, el primer emperador de Roma -cuyo bimilenario hemos celebrado en este año que ahora termina (véase el último post de este blog)- y la Encarnación del Hijo de Dios que es la que da sentido a las celebraciones con que, desde hace casi 2.000 años (pincha aquí para saber más sobre los orígenes de las celebraciones cristianas de la Navidad), y cada invierno, se transforma el carácter de todos, creyentes y no creyentes y, además, efectivamente, en la ecúmene, en todo el mundo, más allá, incluso, de los que fueron los límites de la pax Augusta que fue el centro de la reflexión con que felicitábamos la Navidad desde Oppida Imperii Romani en 2012 (pincha aquí). También el Papa Francisco ha abordado la cuestión de la Encarnación de Cristo habitando "nuestra Historia" recientemente (pincha aquí) en palabras igualmente inspiradoras. Y se nos ocurre que, precisamente, el Nacimiento que estudiantes internos y doctorandos del Departamento de Historia, Historia del Arte y Geografía de la Universidad de Navarra -presidido, además, por una hermosa cartela con la frase "testigos de la Verdad"- han instalado en el pasillo del citado centro ilustra muy bien esa realidad. Un Dios que se hace hombre para venir al mundo que -unas veces para bien y otras no tanto- han recorrido grandes personajes históricos entre ellos el mismísimo Augusto con el que se alcanzó, efectivamente, también desde la óptica cristiana, la plenitud de los tiempos.

Celebramos, pues, un acontecimiento realmente histórico, acaso el de mayor trascendencia en la Historia de la Humanidad y por eso, y por la tradición -en el sentido más latino del término- son días, para todos, especiales, felices. Días que tienen sentido porque es Navidad no porque haya que desearse prosperidad, sentido común, salud o suerte o porque haya que felicitarse las fiestas como si fuesen las del Pilar o las de San Fermín, aspectos todos importantes y deseables. Y porque Navidad es, efectivamente, sinónimo de amor, de dación, de entrega, de humildad, en definitiva, de felicidad,d e Amor. El aduentus de Augusto al trono de Roma fue, efectivamente, un acontecimiento clave pero no cambió el mundo o, al menos, no cambia, de manera cíclica, cada año -al menos once a year como dice el célebre villancico de The Beach Boys (pincha aquí)-, el corazón de millones de hombres en cualquier rincón del mundo. Es para pensarlo... "Lo que el emperador Augusto ha pretendido para sí [extender la paz y crear una "ecúmene" universal] se ha cumplido de modo más elevado en el Niño, que ha nacido inerme y sin ningún poder en la gruta de Belén, y cuyos huéspedes fueron unos pobres pastores", concluye Benedicto XVI (La infancia de Jesús, Madrid, 2012, p. 84).

Ojalá que en estas escasas tres semanas de parón -también académico- que supone la Navidad encontremos ocasiones -¡muchas habrá, sin duda!- de sonreír a nuestro alrededor y de -como siempre- tratar de difundir, seamos creyentes o no, el espíritu de la Navidad porque, como pregonaba con acierto el -nuevamente emotivo- vídeo de felicitación navideña de la Facultad de Comunicación de mi Universidad, sólo decirlo, sólo recordar que es Navidad -insistimos, Navidad- lo cambia todo (pincha aquí y emociónate).

¡Feliz Navidad a tod@s, queridos lectores de Oppida Imperii Romani (este año sin música, aunque bastantes recomendaciones hay ya en las felicitaciones de años anteriores), y un 2015 pletórico! ¡Aquí nos leemos!

POTITVS RERVM OMNIVM

 

[Retrato de Augusto capite uelato recuperado en 2009 en Bilbilis (Catalayud), recientemente publicado: MARTÍN-BUENO, M., SÁENZ, C., y GODOY, C.: "El Augusto capite uelato de Bilbilis (Calatayud, Zaragoza)", en Actas de la VII Reunión de Escultura Romana en Hispania, Santiago de Compostela, 2013, pp. 182-187 y cartel de la conferencia con la que cerramos este post y, también, el año de Augusto en Oppida Imperii Romani]

2014 ha sido, indiscutiblemente, a nivel investigador -más allá de la efeméride- el año de Augusto. Como los lectores de Oppida Imperii Romani saben ya, en este año que pronto cerramos se han cumplido dos mil años de la muerte, en el 14 d. C., del primer Princeps de Roma, Cayo Octavio Turino, después llamado Augusto. Ha sido un año intenso en materia investigadora con dos principales citas académicas de referencia -amén de algunas otras también importantes que se han llevado a cabo en Mérida o en Cascante- que, si el lector no pudo seguir, habrá de estar atento a la publicación de los resultados:

[1] Coloquio sobre la Hispania de Augusto, organizado por Julio Mangas y por Ana Rodríguez Mayorgas en la Universidad Complutense de Madrid durante el pasado mes de Abril. Reunió medio centenar de contribuciones que están ya siendo editadas para su próxima publicación (en los Anejos de Gerión) en un encuentro que, acaso, tuvo un enfoque más histórico y menos arqueológico aunque, obviamente, se presentaron trabajos desde ambas perspectivas pues no puede ser de otro modo cuando se trata de investigación en Ciencias de la Antigüedad como hemos reivindicado tantas veces en este espacio.

[2] Coloquio internacional August i les províncies Occidentals, segunda edición de la serie Tarraco Biennal, en Tarragona. Un sensacional coloquio -también lo fue el primero- en el que, efectivamente, volvió a ponerse de manifiesto cómo en materia de Antigüedad son las novedades arqueológicas las que han de depararnos más sorpresas y es que, efectivamente, nuestro caudal de conocimiento se ha incrementado, sobre todo -respecto de Augusto- en este sentido. Nosotros mismos contribuimos a este encuentro -también al anterior, en aquél caso con una panorámica sobre Augusto y el territorio vascón- con la presentación del nuevo programa de retratos -que podría incluir al propio Augusto- descubierto el pasado verano en Los Bañales (pincha aquí). 

¿Se ha avanzado mucho en este año en la investigación sobre Augusto? me preguntaba hace unos días una colega del Grupo GRAECAPTA de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra. Obviamente, la respuesta es clara: no ha habido grandes novedades, desde luego. Además, es cierto que en los últimos años, en materia histórica, por ejemplo, ya las había habido con la constatación de los viajes de Augusto a la Península (pincha aquí para una bien documentada síntesis de los mismos), con la delimitación de la relación de los viajes de Augusto con la promoción jurídica de comunidades (pincha aquí) o con la mejor fijación del calendario de la experiencia augústea en la Península a través de documentos como el Edicto del Bierzo (HEp7, 378). Pero, ciertamente, como sucedió hace algunos años en el Bimilenario de los Flavios, este tipo de reuniones han contribuido a reivindicar el papel de Augusto como pater Hispaniarum (así se le denomina con notable acierto en SÁNCHEZ MORENO, E. (Coord.): Protohistoria y Antigüedad de la Península Ibérica, Sílex, Madrid, 2007) y a poner de relieve que fue, precisamente, su acción política en la Península Ibérica la que introdujo a las Hispaniae en la órbita administrativa y jurídica romana preparando el saeculum aureum que, a partir de los Flavios, viviría el solar peninsular.

Con ese espíritu -y para dar continuidad a los dos anteriores posts que, sobre el "año de Augusto" se han publicado en Oppida Imperii Romani (pincha aquí con una conferencia pronunciada el pasado mes de Junio en la Semana Romana de Cascante, o aquí con una lista de recursos digitales, a partir de la recomendable página Qué Aprendemos Hoy)- este blog quiere cerrar el año compartiendo con todos vosotros una postrera conferencia  dictada el pasado día 18 de Diciembre, Jueves, en la Facultad de Derecho/Zuzenbide Fakultatea de la Universidad el País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea, en el campus de San Sebastián, un repaso a la política augústea -en materia de promoción de comunidades pero, también, en materia de administración y puesta en explotación de los recursos- llevado a cabo desde la óptica de un espacio geográfico que se concibe, cada vez más claramente, como un "laboratorio" de prácticas políticas y administrativas para Roma desde, prácticamente, el primer cuarto del siglo II a. C.: el Valle del Ebro. ¡Espero que el audio y el material que le acompaña sean de vuestro agrado (nos estrenamos con SlideShare) y, sobre todo, como siempre pretendemos, resulten útiles y más en el marco de la conmemoración, que clausuramos de este modo en nuestro blog, de este -también en este año de 2014, potitus rerum omnium (RG. 34, 1)!

Audio íntegro de la conferencia "Augusto y la política ciudadana en el Valle Medio del Ebro" (San Sebastián, 18 de Diciembre de 2014)


Diapositivas de la conferencia "Augusto y la política ciudadana en el Valle Medio del Ebro" (San Sebastián, 18 de Diciembre de 2014)