TITVLI HEIC ORDINANTVR



Desde luego, no es en absoluto habitual que la Epigrafía, la "ciencia de las inscripciones" sea objeto de atención de la televisión y que La 2 de TVE emita un reportaje sobre esta apasionante disciplina científica, tan presente, por doquier, en este blog. Sin embargo, como sabrá el lector de Oppida Imperii Romani, y gracias al trabajo que realizamos en la ciudad romana de Los Bañales, eso ha sucedido ya en varias ocasiones. Así, en 2011, la presentación de una interesante publicación sobre las cupae hispanorromanas (pincha aquí para saber más sobre ella) mereció, gracias a la colaboración del CEMAV de la UNED, la realización de dos reportajes -uno monográfico sobre las propias cupae (pincha aquí) y otro sobre el hábito y la cultura epigráficas en la Roma antigua (pincha aquí)- que nos consta se han proyectado como material de apoyo en aulas universitarias en las que se enseña este auténtico arte de descifrar las inscripciones. Por eso, que en este mes que ahora terminamos, La 2 de TVE, gracias al Canal UNED, haya vuelto a emitir -lo hizo el pasado día 17 de Mayo (pincha aquí para ver el reportaje en TVE a la Carta, a partir del minuto 24:35)- un reportaje sobre esa misma temática nos parece que justifica este nuevo post de nuestro blog, vocacionado a compartir el documental en cuestión pero, también, a ofreceros algunos nuevos recursos en materia de Epigrafía Latina. ¡Tendréis que estar muy atentos, eso sí pero ya anticipamos que algunos de los recursos que aquí se ofrecen os serán, a todos, muy útiles!

Tituli heic ordinantur et sculpuntur reza el, seguramente, más antiguo cartel publicitario conocido del Occidente Romano, bilingüe, procedente de Palermo, en Sicilia (CIL, X, 7296), un monumento, sin duda delicioso (pincha aquí para verlo en imagen) y que debía figurar en la puerta de un taller lapidario de época altoimperial. "Aquí se maquetan y se graban inscripciones", "inscripciones", tituli, además, "para espacios sagrados y para obras públicas" (aidibus sacris cum operum publicorum añadía el epígrafe, con error gramatical final). Esa cuestión, la del funcionamiento de esos talleres lapidarios -a veces especializados en grabado de inscripciones otras muchas, seguramente, compartiendo su tarea con el trabajo escultórico o sencillamente artesanal de la piedra-, como se verá en la nota bibliográfica final, ha interesado mucho a la investigación desde mediados de los años ochenta.  El hallazgo, el 26 de Julio de 2011 (un día para la historia de Los Bañales y -si nos lo permites- de la Epigrafía Hispánica) de cinco inscripciones "in situ" en el foro de la citada ciudad romana (pincha aquí para ver el vídeo del momento exacto del descubrimiento, tras 2.000 años de ocultación, del primero de esos cinco textos) nos permitió, gracias a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón y a la extraordinaria Escuela Taller de Sádaba -especializada en cantería- asistir a cómo era el proceso de fabricación de una inscripción latina o, cuando menos, "recrear" ese proceso. Esa circunstancia -el encargo de realizar unas réplicas de las inscripciones hecho por Gobierno de Aragón a los canteros de la Escuela Taller- nos pareció que era la mejor manera de generar, en formato audiovisual, una herramienta didáctica útil para tantos y tantos docentes y estudiantes de Epigrafía siguiendo la línea, además, de los anteriores vídeos arriba citados pero, también, de otros, sensacionales y de carácter extraordinariamente pedagógico, que puedes ver en internet en la serie "Práctica de Epigrafía Romana" -vídeos 1, 2 y 3- de la UDIMA, compuestos por Jesús A. Arenas. Lógicamente, un vídeo de algo más de diez minutos no puede mostrar todo el proceso que -empezando en la cantera, pasando por la entrega de un borrador al artesano y terminando con la colocación de la pieza en el espacio al que iba destinado- hacía posible la verdadera función comunicadora de las inscripciones romanas, pero sí, al menos, ilustrarlo.

Como sabemos, ese proceso comenzaba por la elaboración por parte del comitente de un borrador, de una forma -tal vez entregada en una tabula cerata al artesano o, sencillamente, dictada a éste verbalmente- en la que iba el texto que se deseaba grabar (en el vídeo que aquí presentamos, en varias ocasiones puede verse a Chema Laborda, el cantero de Sádaba, esculpiendo en la piedra teniendo a la vista un folio con un calco de la inscripción original, calco que, en este caso, hace las veces de forma, de "boceto" de la inscripción). A partir de ese momento, y empleando herramientas nada diferentes de las que puedes ver en el vídeo y que son las que los canteros emplean en la actualidad (echa un vistazo, si no, a la parte inferior de la estela CIL, XI, 6831, una conocida inscripción de Bolonia -Italia-), el artesano procedía bien a grabar directamente el texto sobre el soporte disponible bien a, primero, trazar unas líneas guía que adecuasen el espacio disponible a la longitud del texto que debía ser grabado. Cuando lo primero no se hizo, no debió ser inusual -aunque en el vídeo que encabeza este post se alude a alguna otra posible, y documentada, vía de enmienda (echa un vistazo, si no, al aspecto que debía tener la inscripción del soldado Emeritense Caecilius Auitus -RIB, 1, 492, aquí coloreada-)- que el lapicida tuviera que recurrir a auténticas "chapuzas" para encabalgar las letras en huecos inverosímiles bien motu proprio bien a instancias de un enfadado cliente (esta inscripción hispana, HEp5, 844, te ofrecerá, en las líneas 5-7, un evidente ejemplo de ello: el artesano, en esta ocasión, había olvidado incluir a uno de los promotores, un tal Mascli(nus)). Si la epigrafía nos ha obsequiado con ejemplos innumerables de este tipo de descuidos, también, otras veces, nos ha regalado piezas en las que las líneas guía de la maquetación, de la ordinatio, se cuidaron notablemente (CIL, II2/5, 930, por ejemplo, objeto de estudio por parte de J. Mª Luzón en Archivo Español de Arqueología, 41, 1968, pp. 150-155, un trabajo de extraordinaria utilidad) lo que redundó en la mayor calidad del titulus final. Una vez entregado al cliente, el epígrafe era destinado al lugar en el que iba a ser colocado (la acción de su colocación e "inauguración" se denomina dedicatio), en el caso de las piezas que han inspirado el vídeo, en uno de los recintos que se abrían al pórtico occidental del foro de Los Bañales (echa un vistazo a esta recreación infantil del lugar que ya compartimos hace algún tiempo en este blog: pincha aquí).

Con estos datos, ahora sólo resta que, visualizando el vídeo, imagines -grosso modo- todo ese mismo proceso para la elaboración de cualquiera de las múltiples inscripciones que, para regocijo de epigrafistas y estudiosos, salpican cada rincón del orbe Romano.

NOTA.- No se oculta, en absoluto, que el título del vídeo que centra este post, "El proceso material de una inscripción latina" reproduce el de una referencia bibliográfica que, pese a ser firmada por el autor de este blog, nos parece debemos recomendar: ANDREU, J.: "El proceso material de la inscripción latina", en Fundamentos de Epigrafía Latina, Madrid, 2009, pp. 121-142 (pincha aquí para saber más sobre la obra y aquí para comprar, si es tu deseo, y por sólo 1 €, el capítulo suelto). En ella -y, para una región hispana concreta, en CEBRIÁN, R.: Titulum fecit. La producción epigráfica en las tierras valencianas, Madrid, 2001, que puedes ver, en parte, a través de google books (pincha aquí)- encontrará el lector toda la bibliografía sobre la cuestión de la "fabricación" de las inscripciones que, desde luego, ya interesó a CAGNAT, R.: "Inscriptiones", en DAREMBERG, CH. y SAGLIO, E. (dir.): Dictionnaire des Antiquités Grecques et Romaines, París, 1877-1919, pp. 528-545 (una obra imprescindible para cualquier cuestión sobre mundo antiguo: pinchando sobre el enlace puedes descargar las páginas en cuestión) y que este autor, sin embargo, obvió en su célebre Cours d'Epigraphie Latine, Roma, 1914 (¡qué también puedes descargar online desde el enlace que figura sobre la referencia) y que puede ampliarse, también online, gracias a KEPPIE, L.: Understanding Roman Inscriptions, Londres, 1991, pp. 12-17 (aprovechamos el post para dar noticia de BUONOPANE, A.: "Dalla cava al monumento iscritto: la genesi delle iscrizioni lapidee", en Manuale di Epigrafia Latina, Roma, 2011, pp. 59-71, también sobre la cuestión y muy reciente). Por cierto, para los estudiantes de Epigrafía que deseen disponer de un banco de imágenes con el que hacer prácticas, es preceptivo seguir el álbum en Flickr (pincha aquí) de Manuel Ramírez Sánchez, Profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria del que ya se ha hablado aquí en otras ocasiones por su extraordinario buen hacer en materia de web 2.0 y Epigrafía Latina. Para la función comunicativa de las inscripciones y para su interacción con el que fue su público, debes ver DONATI, À.: Epigrafia romana. La communicazione nell'antichità, Bolonia, 2002 y, sobre todo, CORBIER, P.: Donner à voir, donner à lire. Mémoire et communication dans la Rome ancienne, París, 2006.

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