[Imagen de una de las calles del Parco Archeologico di Pompeya]
Hace unos días, en la página de Facebook de Santa Criz de Eslava, compartíamos una de las más conocidas inscriptiones parietariae -"graffiti parietarios", los llamaríamos hoy- de Pompeya -que fueran recopiladas como volumen IV del Corpus Inscriptionum Latinarum, ya disponible en red- con ánimo de recuperar la extraordinaria sabiduría que esta "literatura de la calle" encierra en medio de una temática, por otra parte, extraordinariamente variada y que algunos han comparado, incluso, con el twitter de nuestros días (la paries que se cita en el grafito que se propone como [IV] bien podría valer para el muro de muchos de nuestros habituales "tuiteros"). Dentro de esa vastísima amplitud temática -que, por ejemplo, puede seguirse a través del sensacional proyecto de recopilación Ancient Graffiti pero, también, del inventario que se puede generar por medio de la Epigraphic Database Rome- nos pareció que algunos de los mensajes -entre los muchísimos que podrían seleccionarse- podrían venir bien para el lector ávido de mensajes en estos días de cuarentena ante la situación creada en España -y en el mundo- por un virus que ha transformado, completamente, nuestra rutina. (de hecho, hemos optado por crear en el blog una etiqueta que agrupen los posts que publicaremos en el contexto de esta situación que, todos deseamos, no se alargue mucho más)
Existen, en internet, abundantes antologías selectas -algo repetitivas algunas de ellas, la mayoría, además, lamentablemente, sin los textos latinos originales- como la de Almacén de Clásicas o Gabinete de Curiosidades -en castellano- o las ilustradas -en inglés- de Boredpanda o de Kashgar al tiempo que el asunto, como es lógico, ha generado una exhaustiva bibliografía que, en parte, se cita al final de los posts de dichos blogs. Sin embargo, dado que este post no tiene más pretensión que volver a reivindicar lo bien que nos vienen los Clásicos -y, en concreto, la epigrafía romana- en periodos convulsos y demostrar la perennidad de su mensaje, remitimos a esos enlaces y, para más información sobre el singular contexto de estos tituli scariphati y, también, de la propia Pompeya, recomendamos un viejo post de este blog y la lectura de un extraordinario libro, que pronto reseñaremos aquí -pero que desde ya recomendamos- y que acaba de ver la luz, firmado por Fernando Lillo Redonet, titulado Un día en Pompeya.
Como los tituli seleccionados son suficientemente elocuentes, haremos como hemos hecho en recientes posts de este blog a propósito de la situación de confinamiento en que muchos de los lectores de Oppida Imperii Romani se encuentran: un simple encabezamiento con la idea fundamental que nos evoca cada post, la transcripción del texto latino -con enlace, si se ha registrado en alguna base de datos, a texto y fotografía- y la traducción. Queda, pues, en manos del lector, reflexionar sobre lo que aquellos "escritores de la calle" nos siguen enseñando 2.000 años después.
[I.] La importancia del afecto... y de la espera
CIL IV, 5296 (con foto)
O utinam liceat collo complexa tenere / braciola et teneris oscula ferre labellis / i nunc uentis tua gaudia pupula crede / crede mihi leuis est natura uirorum / saepe ego cu(m) media uigilare(m) perdita nocte / haec mecum medita(n)s multos Fortuna quos supstulit alte / hos modo proiectos subito praecipitesque premit / sic Venus ut subito co(n)iunxit corpora amantum / diuidit lux et se Aarees quid Aam
"Ojalá pudiera tener tus tiernos brazos rodeando mi cuello y librar besos de tus tiernos labios. Muchas veces yo, despierta a altas horas de la noche, desamparada, me decía a mí misma: muchos a los que la Fortuna ensalza luego de repente los abate y pisotea. De igual modo tan pronto como Venus une a los enamorados, el día los separa"
[II.] Los problemas se evitan con anticipación
Qui se tutari nescit nescit uiuere / minimum malum fit contemnendo maximum
"El que no sabe cuidar de sí mismo no sabe vivir. Un pequeño problema se hace grande si se ignora"
[III.] Todo pasa, de todo se sale
CIL IV, 9123 (con foto)
Nihil durare potest tempore perpetuo / cum bene Sol nituit redditur Oceano / decrescit Phoebe quae modo plena fuit / uentorum feritas saepe fit aura leuis
"Nada puede durar para siempre. El sol se precipita al océano tras brillar intensamente. Mengua la Luna que hace poco estaba llena. La furia del viento acaba en brisa leve"
[IV]. Importancia de la continencia en los mensajes sociales
CIL IV, 1904 (con foto)
Admiror o pariens te non cecidisse ruinis qui tot / scriptorum taedia sustineas
"!Oh muros! Habéis aguantado tantas estupideces escritas que me sorprende que no os hayáis derrumbado"
[V.] Es necesario dejar reposar los problemas, y las iras
CIL IV, 4491 (con foto)
Nunc est ira recens nunc est disc[edere tempus] / si dolor afuerit crede redibit [amor]
"Aun está reciente el enfado, ahora es tiempo de marcharse; cuando pase el dolor, créeme, triunfará el amor"
[VI.] Sólo el amor da la felicidad
Amantes ut apes uita(m) mellit(am) exigunt
"Los amantes son como abejas, viven una vida dulce de miel"
CIL IV, 4659
Quisquis amat pereat
"Todo el que ama, sufre"
CIL IV, 4091 (con foto, en una galería en que pueden verse fotos de otros tituli scariphati de Pompeya)
Quis amat ualeat, pereat qui / nescit amare bis tanti pereat / quisquis amare uetat
"Quienes aman, que florezcan. Que perezcan quienes no aman. Que mueran dos veces aquellos que prohiben el amor"
¿Son o no actuales estos mensajes? El [II], desde luego, sonrojaría a más de uno en medio del debate político que se ha generado en torno a la pandemia al tiempo que el [I] serviría para poner el acento en esos afectos que, quizás, hemos descuidado durante tantos años y que, ahora, hemos echado tanto en falta. Una prueba más de cómo, en realidad, los mismos sentimientos que hoy tenemos ante situaciones concretas los tuvieron hace 2.000 años en una hermosa ciudad al pie del Vesubio, ciudad que tanto nos ha enseñado sobre la Antigüedad Romana.
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