[Porta Nigra, termas y cupa CIL, XIII, 11322 del RLM-Trier]
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Situación: Ubicada al Suroeste de Alemania, casi lindando con Luxemburgo, y en el estado de Renania-Palatinado, Trier es un extraordinario ejemplo del modo cómo Roma integró a la prouincia que denominó Gallia Belgica (que respetaba una de las tres partes en que, según el conocido texto de César -Caes. BGall. 1, 1-, estaba dividida la Gallia) y de la que, de hecho, la vieja colonia Augusta Treuerorum -de la que proviene la versión castellanizada del nombre de Trier, Tréveris- fue capital (para un mapa de la ubicación de las provincias romanas en la zona puede verse éste).
Acceso: Perfectamente bien comunicada con las principales ciudades alemanas (ciertamente, en ese país da gusto conducir), los aeropuertos más próximos son el low-cost de Frankfurt Hahn, el vecino de Luxemburgo y, por supuesto, ya en Alemania y algo más lejos, el de Frankfurt International (ver mapa de situación de Trier aquí) al que, desde Madrid o Barcelona, Lufthansa vuela con regularidad, con la puntualidad de siempre -totalmente germánica- y, desde luego, manteniendo el ya casi histórico hábito de servir un apetecible lunch a los pasajeros y todo sin poner los precios -nunca mejor dicho- "por las nubes".
Tipología: Seguramente la más excelente enciclopedia sobre la Antigüedad Clásica, la Pauly-Wissowa (ver voz en SCHÖN, F.: "Augusta Treverorum", en Der Neue Pauly [Band 2], Stuttgart-Weimar, 1997, cols. 286-290, con excelente plano de la ciudad que ocupó un área de en torno a 280 Has., de igual modo que puede verse otra síntesis en DRINKWATER, J. F.: "Augusta Treverorum", en HORNBLOWER, S., y SPAWORTH, A. (eds.): The Oxford Classical Dictionary, Oxford, 1996, p. 215, otra obra de referencia en Antigüedad Clásica) resume con notable claridad (y recogiendo todas las fuentes antiguas pertinentes) la Historia de Augusta Treuerorum fundada por Augusto en el 16 a. C. en una privilegiada posición como "cabeza de puente" junto al río Mosella. Seguramente, la ciuitas Treuerorum primitiva debió recibir el derecho latino (sobre él y sobre el funcionamiento colonial puede verse otro post en este mismo blog) y, por tanto, el estatuto colonial con Claudio convirtiéndose a partir de entonces en la sede del procurador de la Gallia Belgica y de las dos Germaniae -Inferior y Superior- a la vez que, probablemente, actuando como sede del gobierno de la primera. En la época de la anarquía militar la ciudad fue elegida como capital por Póstumo, la Tetrarquía estableció allí la capital de la prefectura de las Galias -que luego trasladó a Arelate, an Arlés, hacia el 395 d. C.- y durante el siglo IV d. C. varios emperadores, entre ellos Constantino, la eligieron como sede de su residencia entrando sólo en decadencia a partir de las invasiones francas, ya en el siglo V d. C.
Descripción: La visita a los monumentos romanos de Trier permite al viajero abstraer perfectamente cuáles serían los edificios principales y la urbanística de una ciudad romana modelo (no hay que perderse la monumental maqueta sobre la colonia que se exhibe en el Rheinisches Landesmuseum Trier, al que luego aludiremos: ver parte de la misma aquí). La monumental Porta Nigra -la mejor conservada de cuantas puertas de ciudades amuralladas se conocen en el mundo romano- es sólo una de las cuatro que, hacia cada punto cardinal, se abrían en la potente muralla de Augusta Treuerorum que contó, de hecho, con un puente para cruzar el río Mosella (ver foto). Fue levantada hacia el siglo II d. C., probablemente bajo el reinado de Antonino Pío habiéndose conservado tan bien porque el conjunto fue "sacralizado" tras haber vivido en sus ruinas -durante el siglo XI- el eremita griego Simeón. Otro singular, y tardoantiguo, monumento de la antigua Augusta Treuerorum es el Aula Palatina, efectivamente de planta basilical pero cuya función fue la de servir de salón del trono cubierto (aula) del emperador Constantino y que, gracias a los paneles que se han instalado en el interior (hoy es una iglesia de culto protestante) no es difícil imaginar repleta de mármoles, perfectamente calefactada -parte del sistema de hornos puede verse en la cara Oeste de la misma, hacia el exterior- y decorada con mosaicos y esculturas al más puro estilo de la tardoantigüedad (ver aquí propuesta de reconstrucción). Pero, sin lugar a dudas, son las termas imperiales uno de los más sobrecogedores conjuntos de Trier y, a la vez, el auténtico testigo -junto al Aula Palatina normalmente "publicitada" como Basílica- del desarrollo que vivió la ciudad bajo el reinado de Constantino, cuando éste la eligió como su residencia. En tamaño y en la duplicidad de las estancias son sólo comparables a las monumentales termas de Caracalla y de Diocleciano, en Roma (accede desde aquí a una colección de fotos con comentarios sobre las estancias y aquí para una acertada síntesis sobre el hábito romano de emplear este tipo de conjuntos). El anfiteatro, ubicado en el área Sur de la actual ciudad y al que se llega tras un agradable paseo desde las termas debió ser construido en el siglo I d. C. como parte de un complejo que incluía también un perdido circo y contó con una capacidad aproximada de 25.000 espectadores. Tal vez lo más sorprendente es visitar la parte inferior de la arena -la fossa bestiaria en la que se ubicaría todo el complejo sistema de custodia de las fieras y todo el aparato técnico que era necesario para los espectáculos anfiteatrales- pues está excavado, directamente, en la roca virgen lo que habla con claridad de la capacidad edilicia romana (para una introducción, también cronológica, al fenómeno arquitectónico de los anfiteatros, pincha aquí). Un paseo por estos complejos no debe darse por cerrado sin visitar, al menos, el RLM-Rheinisches Landesmuseum Trier -ubicado exactamente entre el Aula Palatina y las termas imperiales y con una colección de monumentos funerarios del territorium de la ciuitas realmente impresionante y cuya cafetería ofrece asequibles menús del día en un ambiente alejado del bullicio del centro de la ciudad- y el Bischöfliches und Diözesannmuseum Trier que, en su planta baja custodia una extraordinaria colección de pinturas romanas de época constantiniana (ver aquí foto general y de detalle). Y, desde luego, para comprender la importancia que mantuvo -e incluso intensificó- la colonia Augusta Treuerorum en la Antigüedad Tardía, el visitante puede hacer unos pocos kilómetros más para visitar el soberbio e imponente monumento funerario turriforme de los Secundinii (CIL, XIII, 4206, con foto aquí), en Igel, localidad a la que se llega tomando la carretera que une Trier con Luxemburgo.
Bibliografía: Seguramente, para el viajero ocasional, las sencillas y didácticas guías monográficas que, sobre las termas, el anfiteatro, la Porta Nigra y la denominada basílica, aportan toda la información a la que este blog, por razones de espacio y pretensiones, no puede llegar (éstas pueden adquirirse en el puesto de venta de tickets para la Porta Nigra y para las termas, por ejemplo). Sin embargo, para el lector ávido de más información, la referencia inexcusable es el volumen de KUHNEN, H. P. (ed.): Das römische Trier, Stuttgart, 2001 que supone -junto al trabajo general de CÜPPERS, H. (ed.): Die Römer am Mosel und Saar, Mainz, 1983 sobre la zona y al más específico de REUSCH, W.: Augusta Treuerorum: Rundgang durch das römische Trier, Trier, 1982- la más completa actualización sobre la antigua ciudad. Si se quieren conocer en detalle los variadísimos monumentos funerarios con que ha obsequiado el territorium de la antigua colonia puede consultarse HAFFNER, A., y ABEGG, A.: Gräber. Spiegel des Lebens, Mainz, 1989.
Recursos en internet: El atractivo que despierta para los alemanes la antigüedad de Trier -que, de hecho, se proclama a sí misma en los folletos y sites promocionales como la más antigua ciudad del país (pincha aquí)- hace que sea amplísimo el bagaje de información que la red ofrece en relación a la antigua Augusta Treuerorum, tanto en páginas amateurs (especialmente útil es la sección que le dedica la web Markaurel, que facilita, además, excelentes recreaciones de algunos de los monumentos más representativos: pincha aquí para ver la de la Porta Nigra y aquí para la de las termas al igual que permite el acceso a imágenes extraordinarias la voz Augusta Treuerorum de la versión alemana de la Wikipedia) como en otras relacionadas con diversas instituciones oficiales. Entre ellas, destacamos la que la UNESCO -que declaró Patrimonio de la Humanidad los monumentos romanos en 1986- gestiona para promocionar el patrimonio de la ciudad, accesible desde aquí y que explica en detalle todos y cada uno de los conjuntos arqueológicos de la ciudad. También resultan útiles las recomendaciones que hace sobre el patrimonio romano de Trier el buscador alemán Pointoo; emotivo -pero todavía útil- consultar en la red (pincha aquí) el pionero trabajo de GWATKIN, E.: "Roman Trier", Classical Journal, 29-1, 1933, pp. 3-12 que, desde luego, aunque en inglés, es una guía muy útil y documentada para viajeros amantes de la Arqueología y la Historia Antigua como los lectores de este blog; y muy bien documentado está el apartado que le dedica a Trier la web de artículos sobre Antigüedad Clásica Livius, bien conocida.
Recomendaciones: Aunque a efectos turísticos, algunas recomendaciones sobre Trier pueden leerse tanto en la página oficial de Turismo del Gobierno de Alemania como en la página oficial de la ciudad, el carácter empírico de este blog -que no recomienda lo que no conoce de primera mano- nos lleva a sugerir visitar Trier bien como complemento a una ruta por el Sur de Alemania -por ejemplo con centro en la hermosa Heidelberg, de la que ya algo se dijo en un post anterior alusivo al establecimiento de beneficiarii de Osterburken- o, incluso, por el área de Aachen, una de las ciudades más hermosas del país cuya Capilla Palatina, desde luego, es toda una lección de la pervivencia del lenguaje estético y monumental romano en los tiempos medievales y, por tanto, un extraordinario complemento a la visita de los "descarnados" -pero imponentes- monumentos romanos de la antigua Augusta Treuerorum.