En los blogs al uso sobre Antigüedad y sobre Patrimonio Arqueológico (puede verse, por ejemplo, el excelente blog del Aragón Romano) pero también en cualquier entorno virtual, suele celebrarse de un modo especial la entrada del visitante número mil. Y esa entrada se ha producido hoy mismo, algo que podría resultar una ilusión cuando Oppida imperii Romani empezó su andadura hace un par de meses.
Virtud fundamental en cualquier ser humano, la gratitud tiene también su dimensión epigráfica. Las antiguas y florecientes ciudades romanas -que vertebran, por otra parte, el contenido de este blog, algo que no hay que dejar de recordar para los nuevos visitantes (pincha aquí para conocer la filosofía de este espacio)- estaban repletas de textos para leer y, entre ellos, desde luego, no faltaban los agradecimientos personales entre cónyuges en razón de su mutua fidelidad (AE, 1986, 105, de Roma), los homenajes de gratitud de comunidades a emperadores o a patronos benefactores del municipio (AE, 1995, 890 de Labitolosa) y, por supuesto, fórmulas de gratitud clientelar por servicios diversos (CIL, II, 1054 de Axati, en la Baetica) vinculados a la vida política y a la gestión comunitaria, muchas veces silenciosos y, desde luego, desconocidos para los historiadores.
Es por todo ello que el encabezamiento de esta entrada no es sino un homenaje -también anónimo- a todos los que en estos dos meses de andadura del blog habéis colaborado de forma anónima o explícita con él: difundiéndolo, comentándolo, enriqueciéndolo con sugerencias y correcciones, pero sobre todo, visitándolo, pues sin los lectores, este espacio carecería de sentido. Parafraseando una inscripción latina (AE, 1969/70, 405a de Rennes, por ejemplo, aunque la fórmula es bien frecuente) ob eorum et in singulos merita et liberalitatem gratias ago: "gracias por vuestras particulares colaboraciones y por vuestra generosidad". Ojalá que este blog siga acompañándoos por vuestro viaje a través del orbis Romanus.
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